Gladys Accastello fue distinguida por la Sociedad de Locutores

Rodeada del afecto de sus nietos, bisnietos, hijos y profesores, Gladys Accastello tuvo ayer una nueva satisfacción con su flamante título de locutora, que consiguió en diciembre a los 79 años. Fue distinguida con el diploma de afilada de honor de la Sociedad Argentina de Locutores (SAL) y así arrancó el año con un nuevo logro personal.
La abuela, que nació y vivió en Córdoba hasta hace 18 años, llegó a San Luis en busca de mayor seguridad y desde hace 15 años participa de talleres para adultos mayores de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). Así conoció la magia radiofónica e ingresó a la carrera en 2011. Con una voz suave y la textura habitual de casi 8 décadas, se expresó firme y segura para sostener que se enamoró del micrófono porque comprendió que la comunicación seria, que puede hacer la crítica del otro sin necesidad de ofender, puede mejorar la realidad. “Tenemos que llevar la radio a las escuelas para que los chicos aprendan que se puede conversar y entablar un diálogo. La comunicación puede ayudarnos a salir adelante en este momento que es tan difícil para nuestra sociedad”, reflexionó durante el acto en el que fue homenajeada.
Entre los proyectos está la idea de volver a los talleres de la UNSL como alumna para movilizar a todos aquellos que sienten ganas de estudiar y no se animan, “para darles un empujoncito”.
Sobre su etapa final como estudiante recordó los nervios que afrontó para rendir su última materia, la que le quitó varias noches el sueño: Tecnología. Para ella, la más difícil de las que cursó. "La profesora fue excepcional, como todos, me tuvieron mucha paciencia. Sentía miedo, como todos los chicos, como uno más. Pero estuve tranquila, porque estaba segura de que había estudiado y que había aprendido, me podía desenvolver. Al salir me abracé a mis hijos y me puse a llorar. La emoción que me embargó en ese momento no me dejaba ni siquiera pensar", recordó.
Ya con el título bajo el brazo, y distinguida por la SAL, la abuela abogó por los espacios laborales que le corresponden a quienes se esfuerzan por estudiar. Comentó que realizó un trabajo para una materia que consistió en relevar la realidad profesional de los locutores y que se encontró con el problema de que hay muchos espacios ocupados por personas que no cursaron la carrera.