Con arraigo popular: Escuela "General José de San Martín" (segunda parte)

La Escuela Nº 175 "General José de San Martín", más conocida como "La Carcocha", vino a llenar una urgente necesidad en el barrio "Estación Vieja", en el norte de la ciudad de San Luis. Un sector humilde y de casas bajas, sólo la calle Colón que luego recibe el nombre de Justo Daract, le dan una prolongación como la vida al incipiente pueblo, lo mismo pasaba con la calle Chacabuco (hoy avenida Italia) que terminaba a la altura de la avenida Centenario donde años después, funcionaría el aeropuerto local.

Hay que retrotraer la mente y la imaginación a lo que era San Luis allá por 1908: calles de tierra, poca población, y grandes terrenos que servían de quintas y huertas regados por acequias y controlados por un “tomero”. También carreros y arrieros que venían del norte llenos de sueños carbón para hacer su negocio. Los escasos vecinos afincados en la zona vieron con beneplácito que la "Estación Vieja" tuviera una escuela, y de los cuarenta niños iniciales pasó rápidamente a los cien alumnos, lo que obligó al cambio de domicilio y también de nombre, una decisión que estuvo a cargo del Ministerio de Educación de la Nación.

Primero se llamó “Escuela de Nuevo Tipo” pero a los días, dieron marcha atrás y siguió como “Escuela Nº 37” con el mismo régimen de estudio según la Ley 4874. En octubre de 1930, el Consejo Nacional de Educación decide rebautizarla como "Catamarca" manteniendo la misma identificación. Pero los vecinos querían que llevara el nombre de Juan Esteban Vacca, un ilustre sanluiseño, amigo del general Juan Domingo Perón y director de la Escuela Militar de Guerra de la Nación.

Vacca había aprendido a sumar y restar en la "Escuela Nº 37". Así fue que con el tiempo pasó a denominarse "General Juan Esteban Vacca". En 1956, el ministro de Educación de la Nación, Carlos Adrogué, dio por terminado el sueño, mediante una resolución imponía el nombre de General José de San Martín a la Escuela Nº 37 de San Luis.

También es bueno recordar a quienes tenían a cargo una tarea más que importante: los porteros de “La Carcocha”. Uno de ellos fue don Sebastián Ricardo Altamirano, que estaba casado con doña Tránsito María Alcaraz y compartía sus tareas de maestranza junto a Margarita Puertas, ambos históricos de la popular escuela. Don Altamirano, alto, delgado, serio y muy responsable, era un vecino que vivía en Martín de Loyola y Mitre (hoy Los Inmigrantes) y vino a trabajar al colegio cuando falleció el primer portero, don José García.
Don Altamirano tenía un hijo, Marcelo, después, cuando vivía en la escuela, nació Raúl Tadeo y posteriormente los mellizos Valentín Carlos y Valentín Ricardo. Una anécdota dice que en sus tiempos libres, oficiaba de cocinero del conjunto musical “Los Suyuqueños”, cuyo padrino artístico era el cura Ramón Jesús Rezzano, párroco de la Iglesia San Roque. El religioso y los músicos ensayaban a la sombra de los pinos en los jardines sobre la calle Maipú.
Doña Margarita Puertas y don Ricardo Altamirano se jubilaron con todos los honores y con el cariño de la comunidad educativa de "La Carcocha".

"Los Suyuqueños" representaron en Cosquín, cinco veces a San Luis y fueron ganadores del Festival de La Tonada en Mendoza cuando interpretaron “Duerme niña”. El conjunto integrado por Chacho Aguilera, Osvaldo Amieva, Hugo Yubel y Marcelo Altamirano eran asiduos colaboradores de las fiestas escolares a pedido de los docentes.

Dice Américo Galván, ex vicedirector a cargo de la dirección del establecimiento, que Jorge y Miguel Abdala fueron más que importantes en la zona del barrio "Estación Vieja", colaboraron siempre porque le tenía un gran aprecio, y cuando se avecinaba una fiesta, los hermanos siempre estaban. Muchos de los docentes eran sus clientes y para ellos era “un voto de confianza”. Nunca les fallaron.

Otra familia de colaboradores de la escuela era la de don Leopoldo Nellar, que con su esposa doña Matula y la abuela “Zete”, donaban los desaparecidos “recortados”, una especie de porción de bizcochuelo con dulce de leche al medio que los alumnos iban a buscar al molino de Alberdi y Justo Daract.

Y así está hoy, en sus aulas resuenan la enseñanza de “Choyita” Arias, María Esther Zuppo,“Beba” Tuma que también se destacaba por su belleza, “Nena” Vacca, el maestro Arancibia por nombrar a algunos de los muchos que dejaron su vida en las aulas de "La Carcocha”.

Hoy, su director José López y la vice Claudia Roxana Amione dirigen con orgullo los tres niveles: inicial, primario y ciclo básico secundario. Directivos que ganaron por concurso esos cargos con el mejor promedio de San Luis y conducen una institución con arraigo popular.