Puede ser otro día complicado para la atención en la delegación puntana de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Los empleados adelantaron que hoy arrancarán la jornada con asambleas y que una opción que manejan es la suspensión total de la atención al público. “Puede haber atención o no hasta que tengamos noticias a nivel nacional”, aseguró Laura Pérez, integrante de la Comisión Provincial de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Ayer en la sede de calle Las Heras (al igual que en Villa Mercedes) sólo se recibió a las personas que tenían turno.
“Lanzamos la medida porque reclamamos el impuesto al salario y otros ítems relacionados al convenio de trabajo. Están violando ese contrato. Ya tenemos dos compañeros despedidos por el reglamento de la falta de confiabilidad y estamos dispuestos a dar pelea”, comentó Pérez, quien destacó igual que hay algunos empleados que no están adheridos al gremio y que por eso podrían trabajar en caso de que vayan al paro total.
La sindicalista sostuvo que no todas las quejas giran en torno al salario, sino que preocupa también las condiciones en las que trabajan y cómo funciona el sistema de trámites. “Trabajamos con la polifuncionalidad, esto hace que cada operador que está en línea deba realizar diversos tipos de trámites. Tenemos tiempos de espera y de control. Sabemos el impacto que las medidas causan en la gente. En definitiva los que esperan cinco horas para ser atendidos son los beneficiarios. Hasta tienen que venir más de una vez para concretar la misma diligencia”, reconoció.
Pérez explicó que la multiplicación de planes nacionales incrementa la carga laboral de los empleados. La integrante de ATE sostuvo que los trámites no tienen un protocolo definido y que ésa es una situación que genera confusión y demoras.
“Un jubilado gana cuatro mil doscientos pesos y con la tarjeta nacional Argenta te dan hasta treinta mil pesos de préstamo. Pero sabemos que por ley a un jubilado no le pueden tocar más del treinta por ciento de sus haberes y eso es un engaño. Estas cosas hay que decirlas porque forman parte de cuestiones con las que convivimos todo el tiempo”, señaló.
Los trabajadores de Anses dicen que se sienten perseguidos. “El capital más importante es la salud. Hay un alto porcentajes de trabajadores de la organización a nivel nacional que están sufriendo enfermedades por picos de estrés y por la violencia que genera el sistema, una violencia de enfrentamiento entre la persona y el oficinista. Es la sociedad contra la sociedad. No queremos ser más rehenes de eso”, señaló Pérez.
El conflicto que mantienen los empleados de Anses no es reciente. Hace dos meses se quejaron ante las autoridades del organismo por los mismos inconvenientes y no recibieron una solución. Las protestas han mutado desde no atender al público hasta la entrega de sólo veinticuatro turnos por día.
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