Por amor a María y para agradecerle las gracias que me da”, expresó una de las tantas fieles que ayer caminaron junto a los jóvenes para manifestar su devoción a la Virgen. Más de mil peregrinos recorrieron los diez kilómetros que separan a la Plazoleta del Jubileo con el predio donde se erigirá la futura iglesia de Schoenstatt, en el barrio Cerros Colorados, de Juana Koslay. Aunque la caminata mariana nació como una actividad de los movimientos de jóvenes católicos, cada año se suman fieles de todas las edades y se integra más la familia.
“Hoy vine a participar con mis hijos y a pedir por la paz en el mundo”, pronunció Graciela Balmaceda, quien comentó que uno de sus chicos había tomado la comunión dos semanas antes y le había pedido que vinieran juntos a la procesión. Los testimonios se asemejaron a lo largo de más de tres cuadras de caminantes que compartieron su alegría cantando y vitoreando a la Madre Santa, mientras avanzaban por uno de los carriles de la Avenida del Viento Chorrillero, custodiados por la Policía.
La procesión partió pasadas las 17 desde la Plazoleta del Jubileo, ubicada junto a la nueva terminal, y no paró hasta llegar al estadio Ave Fénix, en donde recuperó un poco el aire e intentó sofocar el calor provocado por el ardiente sol que elevó la temperatura casi a 30 grados. Después prosiguió hasta llegar al predio donde se construirá el futuro centro mariano de Schoenstatt.
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