Intentó encadenarse, cansada de las amenazas de un vecino

Ayúdenme por favor”, publicó en su muro Soledad Fernández, del barrio Lucas Rodríguez, para pedir justicia por sus pequeñas mascotas. Nuevamente las redes sociales fueron utilizadas para hacer una acusación pública sobre el maltrato animal. La joven aseguró que su vecino baleó a tres de sus gatos con un arma de aire comprimido. Sufrieron lesiones en la vejiga, la mandíbula y uno de ellos hasta perdió un ojo. Ayer fue al Juzgado para pedir la detención y allanamiento de la vivienda del supuesto agresor. Al no recibir una respuesta, intentó encadenarse pero la Policía no la dejó. También manifestó que el hombre la amenazó de muerte hace dos semanas.

 “Se llama Juan Eduardo Varela y vive al lado de mi casa. El 6 de febrero empezó a dispararles con un arma de aire comprimido a mis animales”, contó Soledad.  Afirmó que su  tía lo vio una vez asomado en la medianera tratando de tirarle a uno de sus gatos.

Ayer fue al Juzgado para solicitar la detención del agresor y  le informaron que la Comisaría debió tomarle la denuncia. Alrededor del mediodía, a pesar de la lluvia y el frío, Soledad estaba decidida a encadenarse hasta obtener una respuesta. Dos agentes se acercaron y le explicaron que no podía hacerlo porque era ilegal. Finalmente, le hicieron una ampliación de la denuncia y entregó las pruebas de las lesiones.

La estudiante relató que hace tres años empezó a tener problemas con el hombre después de que él la denunciara por robarle un perro. “Lo único que hice fue darle de comer porque lo dejó abandonado tres meses cuando se fue de viaje”, aseguró.

Señaló que hace tres días escuchó un ruido, a las dos de la madrugada, en el techo y fue alertada por el ladrido de sus perros. Su hermano salió y encontró a la gata con el ojo lastimado. “Llamé a la Comisaría 3º pero nunca aparecieron. Después quise hacer la denuncia pero no quisieron tomármela y se rieron en mi cara”, relató y agregó que le informaron que para poder hacer algo tenían que encontrarlo en el techo o con el arma.

El dueño de la veterinaria Maskotas, Marcelo Senatore, donde fueron atendidos los tres felinos, contó qué tipo de lesiones sufrieron por el impacto de los balines. “El sábado a la mañana trajeron al primero que tenía un proyectil de plomo en la vejiga. Tuvimos que operar al animal para extraerlo”, dijo.

Signatore señaló que el balín tenía una particularidad: en la punta había una cruz marcada. La intención es que cuando el proyectil toca algo duro, en este caso un hueso, se desarma y causa gran daño porque se abre en puntas. “La persona que lo hizo sabía el daño que iba a causar”, aseguró.

“La chica vino segura que a su mascota le habían pegado con un balín. Cuando le sacamos la radiografía podía verse perfectamente” y aseveró “a simple vista no podía notarse porque parecía solo un grano o una marca”.

Al segundo lo llevaron unas horas más tarde, tenía otro elemento incrustado en la mandíbula y también tuvieron que operarlo para extraérselo. Dos días después, la dueña de las mascotas heridas fue con un tercer gato al que le habían disparado en el ojo. Como consecuencia del impacto, lo perdió. “El objeto de plomo estaba alojado en el cráneo pero no tuvo pérdida de masa encefálica”, dijo el dueño de Maskotas.

No es el único caso en el que los animales son lastimados con armas de este tipo. “Hay algunos que en vez de colocarles un balín de plomo le ponen sal gruesa. Cuando impacta en el animal y lo lastima, además lo quema”, explicó y añadió que hay una ley de protección animal. La denunciante además,  aseguró que el agresor de sus mascotas la amenazó a ella y a su tía. “Hace 3 años que me hostiga, inclusive en frente de la gente”, comentó Soledad. Mencionó que ya hizo una denuncia  en la Comisaría 3º y que le dijeron que el hombre tenía restricción. “Que distancia va a respetar si vive al lado de mi casa. Hace una semana nos advirtió que nos iba a pegar un tiro a mi tía y a mí”, expresó asustada.