"Me echan por pensar diferente a Poggi"

—Gloria Velázquez: Hola, contame cómo andás…
—Quique Cabrera: Bien, por decirlo de alguna manera.
—GV: ¿Cómo es tu nombre?
—QC: Me llamo Luis Enrique Cabrera.
—GV: ¿Dónde naciste?
—QC: Todos me dicen Quique. Vivo en Villa Mercedes, nací aquí. Tengo 40 años.
—GV: ¿Qué día naciste?
—QC: El 23 de agosto.
—GV: 40 años, villamercedino ¡qué historia! ¿no?
—QC: Sí, uno que conoce Villa Mercedes desde su nacimiento, desde chiquito, ve cómo ha crecido. Tengo los mismos vecinos de hace 35 años, en la misma casa. Porque ésta era la casa de mis padres.
—GV: ¿Tus papás también eran villamercedinos?
—QC: Sí. Bueno, vivo a una cuadra de la Calle Angosta.
—GV: Más mercedino que eso, imposible. Es la calle que te vio nacer.
—QC: Claro, en la época de mi niñez era un Villa Mercedes diferente. Cuando yo era pequeño jugábamos en los vagones del ferrocarril. Decíamos: “Me voy detrás de las vías”. Teníamos muchos amigos, realmente una niñez feliz.
—G.V: Fuiste creciendo y ¿en qué momento se te dio por entrar en la política?
—QC: Yo ingresé en la política cuando tenía 13 años, cumplía 14. Me invitaron y comencé a militar.
—G.V: ¿Quién te invitó? ¿Cómo fue eso? Porque eras re adolescente.
—QC: Sí, iba a la secundaria. Y me invitaron los chicos de la Juventud Peronista de esa época. Y comenzamos a militar en la sede vieja del partido. Estábamos en la sede y la pintábamos. Hacíamos un trabajo de militancia extraordinario y escuchábamos a los dirigentes políticos en los diferentes debates. Muy de chico, digamos. Me siento muy orgulloso de eso porque eso hizo que yo aprendiera mucho de todos, de lo bueno y de lo no tan bueno.
—GV: ¿A quiénes seguías? ¿a quiénes admirabas más?
—QC: Cuando entré, a Adolfo y a Alberto. Yo empecé, milité muchos años con Mario Raúl Merlo. Había una Juventud Peronista muy grande y muy militante, se recorrían los barrios, se hablaba con la gente en forma permanente y no estaba el pensamiento de “ocupemos un cargo para militar”. Era otra cosa.
—G.V: Y me contabas de los líderes: ¿qué cosas admirabas de ellos?
—QC: Todo, porque yo era pequeño, íbamos al partido lo veíamos a Adolfo y a Alberto, y con su ejemplo, con su militancia y su amor por San Luis, con su discursos, con sus sueños, nos fueron inyectando la doctrina de empezar con una revolución. Yo no tenía en esa época una conciencia plena del proceso revolucionario en paz que se hacía en San Luis. Estamos hablando del año 1988, 1989. Por lo tanto era mucho menor mi visión en ese momento.
—GV: Y fue pasando y fue sucediendo…
—QC: Sí, yo tuve el privilegio de ver cómo se consolidó el Peronismo, cómo empezó la provincia a crecer en esa etapa, cómo comenzó a cambiar Villa Mercedes, cómo se empezaron a abrir los espacios para los jóvenes en la Provincia de San Luis, cómo hacía fuerte hincapié en el proceso tanto Alberto como Adolfo de la militancia y los compañeros y abrir las puertas de los despachos. Y bueno, todo eso y los cabildos abiertos y los encuentros…
—GV: Los cabildos abiertos, qué bello eso. Los dirigentes en contacto directo con los militantes del barrio…
—QC: Yo recuerdo el congreso o seminario que hacíamos y estaban los ministros, rendían cuentas y hablaban ante los compañeros, se debatía
—GV: Por ejemplo si había un punto en el que no estaban de acuerdo, las bases o el partido llamaban a los ministros y les decían: “Esto "Me echan por pensar diferente a Poggi" no nos gusta, ministro, consensuaban”.
—QC: Consensuaban y el ministro iba al partido. El ministro miraba a los compañeros y conocía a los compañeros, a los dirigentes, a los militantes. Y el ministro que no funcionaba, estaba la conducción, tanto Alberto como Adolfo, tenía la libertad y el compañero expresaba lo que sentía y esa libertad es con la que yo me crié. Siempre he dicho lo que he pensado dentro de mi partido y dentro de mi gobierno, con mis aciertos y mis errores. Y siempre hemos tenido la libertad de poder decirlo y hacerlo, como yo, también todos los compañeros. Nadie puede decir que dentro del Peronismo no han tenido la libertad de decir o hacer lo que uno quiera o de armar la lista en un momento electoral.
Además, tanto Alberto como Adolfo, nos enseñaron que hay escenarios en la vida política. Escenarios para discutir y quizás jugar alguna interna, y escenarios para construir y para defender San Luis cuando está en riesgo o en crisis, que hemos tenido muchas. Y yo he sido un protagonista directo desde esa época hasta ahora de cientos de luchas, para hoy tener el San Luis que tenemos.
Un San Luis fuerte, consolidado, con proyectos, con derechos humanos, con derechos sociales, con inclusión social, con inclusión digital, con trabajo, con medio ambiente, con educación. Todas estas banderas del Peronismo costaron muchos años, mucho sacrificio de muchísimos compañeros bajo la conducción de Adolfo y Alberto.
—Alberto Rodríguez Saá: Quique, soy Alberto. Estoy escuchando con mucha emoción. Conozco tu trayectoria, tu militancia y todos estos recuerdos tan históricos de lo que has vivido en la militancia en la construcción del San Luis de hoy. Como sé que te han pasado cosas y queremos que te expreses con total libertad, y yo tengo mucho afecto por tu trayectoria y por vos como persona y como militante, le he pedido a Gloria que ella sea la que mantenga la imparcialidad en esta entrevista. Y querría que empezaras a contarnos qué es lo que te ha pasado en estos días. Y cuáles son tus dolores de estos días. Te va a hacer el reportaje Gloria, pero yo estoy acá escuchando con mucho respeto y afecto.
—QC: Gracias, Alberto. Bueno lo que sucedió, yo lo denuncio porque me parece sumamente grave en este San Luis y en este contexto nacional. Me entero por la página oficial del Gobierno, por la Agencia de Noticias, que me echó el Gobierno por pensar diferente al gobernador Poggi.
—GV: A ver, Quique, si entendemos otra vez, decime…
—QC: Yo me levanté, estoy de licencia, de vacaciones, comenzaba el lunes de nuevo. Y como tenemos la canasta escolar, llamé al jefe nuevo que han puesto, al señor Luis Gil -del Programa Provincial Defensa del Consumidor-, y hablo de eso “como vos no sabés, siempre lo hemos hecho así”, le digo. “Nos vemos el lunes”, “No, el martes”, me dice. Corto. Como estoy de licencia entro a Internet y miro las noticias, y en la Agencia de Noticias San Luis me entero de que he sido echado o reemplazado por un dirigente que tiene origen Justicialista pero que hoy responde a un partido que no es el Justicialismo, el Peronismo. Entonces lo vuelvo a llamar a Gil y me preguntó “¿Qué te olvidaste?”. “No, te olvidaste vos, no me dijiste que me echaron”, le dije. “Ay, no, era el lunes”, responde y se pisa. “Ya te llamo”, me dijo. No me llamó, pasaron tres horas y yo tenía mucha incertidumbre.
Lo empecé a llamar y le digo: “Mirá Luis, necesito que me digas qué pasó”. Entonces como a las dos o tres horas me llama y me dice: “Sí, efectivamente dijo el ministro que te han dado la baja y te reemplaza Cangiano el lunes”.
—ARS: ¿Qué ministro?
—QC: El ministro de Industria (Federico) Trombotto. Así que bueno, ésa fue la novedad. “Ésta es una cuestión rutinaria, no es nada personal”, me dijo Gil. “Pará”, le digo. "Yo tengo diferencias de criterio.
Están bajando la bandera de San Luis del peronismo en el Gobierno y me echan por pensar diferente a Poggi. Aunque lo disfraces de lo que quieras, esto es lo que es", le dije. Y lo que he hecho es denunciar porque me parece bravísimo que se coarten las libertades políticas, de pensamiento y de decir lo que quiera y de que se use esto, porque ahora me llaman muchos compañeros y también gente del Gobierno asustadísimos porque dicen “Mirá, han aleccionado o pretenden aleccionar con esto”.
Entonces yo digo, si a mí me echan por pensar diferente, un intendente que dice otra cosa (que también piense diferente) significa que mañana pisen un botoncito y pueden tener problemas con los empleados porque no tiene la plata o por lo que sea.
—G.V: Quique, cuando vos decís "me echaron por pensar diferente" es porque vos venías haciendo una serie de acciones en lo político que te manifestaban… o sea vos decís: “No me gustan las acciones de este Gobierno”
—QC: Claro, porque a mí me echan el día miércoles y yo el día martes salgo en el programa de FM Ciudad, a la mañana del señor Olivares y al otro día a la mañana me echaron. Yo salí a hablar y fijo mi posición, la cual ratifico y sigo el mismo sentido de defender las banderas de San Luis y del peronismo porque creo que este Gobierno está equivocándose en muchísimas cosas y está haciendo un retroceso enorme que le va a costar muchísimo a San Luis volver al eje, al eje de crecimiento, etc… Entonces esto es lo que yo digo y también manifiesto con muchísima preocupación, un grupo que cada vez es más importante de aprovechados dentro del Gobierno, que yo creo que no llegan ni a politiqueros, que lo único que hacen es aprovecharse del Gobierno y comenzar a bajar las banderas que tantos años le costó a San Luis lograr. En la independencia económica, en la soberanía política y en la justicia social.
—QC: Esto es lo que estás viendo vos como dirigente dentro del partido.
—QC: Esto es lo que estoy viendo yo como dirigente y obviamente con los compañeros con los que trabajamos juntos y lo hemos expresado.
—GV: Esto es lo que vos habías expresado.
—QC: Yo lo había expresado. Nosotros tenemos una página que se llama “La voz del militante” y lo habíamos expresado con total libertad porque la verdad, Gloria, a nosotros nos calienta que si D’Onofrio que es de San Isidro, que mañana agarre la valija y se vaya y no tiene ningún problema, comience a hacer tareas persecutorias y a desprestigiar a los compañeros a no atender a los humildes, a cerrar las puertas, a comenzar a bajar las banderas, a definir a qué municipio le da para el progreso o al queno le da y bueno, muchas cosas…
—GV: Esto fue lo que vos manifestaste… ¿hay otros dirigentes dentro del Partido Justicialista que también se sienten así; que están molestos por parte de esto que vos me contás?
—QC: Muchísimos dirigentes. Te diría que todo el peronismo está así. Algunos lo expresan otros no. Yo lo expreso con total libertad y asumo las consecuencias porque yo digo mirá, como dicen… "cada uno es el picapedrero que construye su propio destino". Entonces yo lo digo con total libertad, el señor Poggi y los aprovechados de este Gobierno están bajando las banderas de San Luis. Yo no me banco prender la televisión y que esté en tercera fila el Gobernador de San Luis, Cristina pasa por el lado, ni lo saluda y nosotros... ¿Qué hacemos? ¿Nos pagan la deuda? Yo he sido protagonista de ir a reclamar la deuda y sé el proceso que ha hecho Alberto, Adolfo y todo dirigente de San Luis para reclamar lo que es de los puntanos. Entonces me molesta, la verdad es que me molesta muchísimo como puntano, como mercedino, como peronista, como argentino que San Luis vaya de a poco retrocediendo. Mirá, cuando asumió el gobernador Poggi, asumió con el siguiente eslogan o siguiente frase: “Un cambio y seguimos”, lo que ha hecho Poggi es meter la reversa, es “Un cambio y seguimos” y metés marcha atrás... entonces ¿cómo hacemos nosotros? ¿qué tengo que hacer? ¿Me tengo que quedar callado y ser cómplice de un relato de algunos aprovechados que quieren implementar y decir que está todo bien? Yo vivo en Villa Mercedes y veo que el narcotráfico crece y si no lo quieren mirar que no lo miren, pero es la verdad. Entonces nosotros expresamos lo que nosotros creemos. Por nuestra conciencia, por nuestra moral política, por nuestra libertad, por la lealtad... palabras que tienen que entender y comprender desde el corazón.
La lealtad a las ideas, a la conducción, al peronismo, a San Luis, a Adolfo, a Alberto.  Les molesta que yo piense y diga lo que digo. Me parece muy grave lo que pasa, lo que ha pasado. Porque no es una cuestión de un cargo. Lo resolveremos, pero sí me preocupa que comiencen a meter o a intentar meter una mordaza en la libertad de pensamiento de las acciones políticas porque la fuente de legitimidad de Poggi somos todos, cada uno, de los que hemos trabajado para Claudio Poggi para que llegue a Gobernador y para que hoy el pícaro de D’Onofrio y los otros funcionarios estén sentados en un sillón y no atienden a ninguno de los compañeros.
Ellos no llegaron por una burbuja. Llegaron por el esfuerzo del peronismo y de la militancia, por la Lista Celeste Unidad, llegaron por la conducción del peronismo, que es Adolfo y Alberto. Todos los compañeros que han trabajado, y yo digo, si me echan a mí, que pienso así, vos imaginate cómo se puede sentir un compañero que tenga aspiraciones, o un compañero que dependa de la birome de un funcionario o del Gobernador…  No habla más.
—G.V: Claro, es como esa famosa canción que dice “primero vinieron por tales… después por otros”.
—QC: Hemos tenido dictaduras, tenemos hoy el caso Nisman. ¿No están mirando a la Argentina? Han asesinado a un fiscal por pensar diferente, por actuar diferente. Son metodologías bonaerenses que están implementando en San Luis, el apriete, porque me venían apretando ya.
—GV: ¿Cuando decís apretando, a qué te referís?
—QC: Te voy a dar un ejemplo más claro. A la prensa le dijeron que no me hagan más notas, así vinieron creciendo y creciendo, hasta que llegaron a tomar la decisión de aleccionar a todo aquel que no esté de acuerdo con este relato. Que me parece gravísimo, porque San Luis no tiene precedentes de lo que está pasando, políticamente hablando.
—GV: Quique, yo te pido una reflexión. Que me des un pensamiento y una reflexión que en estas horas has hecho, un balance.
—QC: Yo lo que digo es que San Luis y el Justicialismo siempre han tenido un camino de unidad. Nosotros siempre hemos mirado a la unidad. Hemos mirado a la unidad porque significa crecimiento, significa San Luis, significa defensa de la bandera, significa ponernos de acuerdo. Y lo que yo veo en  esto es un dolor profundo porque es un camino que San Luis está abriendo y que nadie lo quiere. Y te diría que ni lo quiere la oposición.
Este camino de decir: pensás diferente, aguántate las consecuencias, aguantate la faja de lana.
Me parece que no es bueno, la reflexión que hago es que creo que hay que retomar el camino. Esas cuestiones de operar en ese sentido no es bueno, me parece que ellos tienen que comprender que el vicegobernador es Díaz, no la señora. No es vicegobernadora la señora. Que Villa Mercedes se merece el respeto y que el peronismo se merece el respeto y que el peronismo se merece el respeto en Villa Mercedes, y que no lo están haciendo y que Poggi debe mirar. Si no le gusta a Cabrera bueno que no le guste, no es el problema pero no puede intimidar a los compañeros, y solamente levantar fuegos artificiales y cada vez de a poquito vamos retrocediendo. A mí me parece una provocación grave.
—GV: Enrique, muchísimas gracias.
—QC: No, gracias a vos.
—ARS: Quique, quería decirle que como periodista hemos hecho una edición especial de programa Planeta Xilium para escuchar tu dolor y lo que está pasando. Y como político, entre comillas voy a dejar “que caiga la ficha”. Unas horas, unos días y luego voy a opinar de este caso que desde ya califico como discriminatorio, es horrible, listas negras, perseguir a los compañeros. Eso no está nunca bien.
El ministro jefe de Gabinete de la Nación rompió un diario y esto es grave, y ahora en San Luis esto también es grave, no está bien. Esto es fundamentalismo. Muchas gracias, Quique.
—QC: Gracias a vos Alberto, muy amable.