Hay que construir más diques

Lo más dramático fue lo que le sucedió a nuestros hermanos puntanos de Luján, Quines, Santa Rosa, Concarán y cada uno de los pueblos que sufrió los daños. Tenemos que tener un enorme sentido de solidaridad, dejar de lado los egoísmos, entender la situación que está pasando esta gente. Empezando por los niños, los ancianos, personas con capacidades diferentes, las madres, embarazadas, hay que contenerlos con techo, comida, agua y servicios esenciales.
Normalizar los pueblos, sin olvidar el drama. ¿Cómo se sale del drama? Con la iniciación de las clases, retomar las actividades, y paralelo a eso, la reconstrucción de los daños. Sin lugar a dudas acudirán la sociedad, los estados municipales y provinciales, y los que quieran ayudar canalizarlos a través de estos organismos, junto a los comités de emergencia. Ya se vio lo que pasó. No hay que repetir el error. Si se construyó mal, ya veremos por qué y se estudiará el porqué o en lugares que no correspondía. Ahora hay que poner la atención en otros lugares para que no vayan a sufrir esto de nuevo.
Pasó un fenómeno natural provocado por los abusos que comete el hombre, generando dióxido de carbono a través de las industrias, las quemas indiscriminadas, las grandes concentraciones de ganado, todo eso genera calentamiento global. Eso está estudiando y hay muchísimas intenciones –que no se concretan- de buscarle una solución.
El hombre ha provocado esto que se llama calentamiento global, una especie de película que se forma sobre el planeta Tierra y que no lo deja respirar. El calor, en vez de salir e irse hacia arriba, se queda abajo, hace que se derritan los hielos, aumenten las lluvias y más intensidad en el calor, menos cambios en las estaciones de año. Habrá zonas que son hoy bosques y se convertirán en desiertos.
Todo el planeta se va a sacudir con esta situación, que se calculaba iba a empezar a suceder  en 2041, pero se adelantó. En 2011, 30 años antes, empezó claramente y está instalado. Subió la temperatura un grado por año, aumentaron los regímenes de lluvia y empiezan a observarse los fenómenos en todo el mundo: terremotos, maremotos, tsunamis, lluvias, crecidas de los ríos, granizo, nevadas.
El mundo de la política no lo entiende, hablo del mundo, no de San Luis. Se han hecho distintas reuniones internacionales sobre el calentamiento porque el mundo debe tomar medidas, que las fábricas dejen de producir dióxido de carbono, que las grandes concentraciones de ganado tengan su forma de generar árboles y oxígeno para solucionar el problema, entre otras. El dióxido de carbono lo producen los poderosos, lo que se llama “el progreso”. Hay que hacer un tratado de paz entre el medio ambiente y el progreso. Que el medio ambiente se cuide y el progreso exista equilibradamente, es lo que hemos intentado hacer en San Luis y quisiéramos que el mundo lo hiciera.
El mundo se reunió en varios encuentros internacionales, fracasaron. ¿Por qué los líderes mundiales no toman esta problemática? Algunos van, otros no, pero todos se hacen los distraídos porque temen que se frene el progreso. ¿Por qué Estados Unidos no participa activamente para frenar esta problemática? Porque las grandes potencias no quieren agarrar las banderas: son las clases dominantes de cada país, el grupo social dominante y creen que están viajando en la primera clase del Titanic. Cuando el Titanic se hundió se salvó la gente de clase alta, los menos. La segunda y tercera clase murieron. No quieren entender que nos lleva a un desastre ecológico universal. Lo que iba a pasar en 2140 pasará en 2040. Dentro de 30 años no vamos a tener más hielos eternos.

Tenemos que tener un plan ante esto que nos volverá a pasar. Los políticos, los que están en el mundo de las decisiones tienen que saber y dejar los egoísmos.

La provincia también está sufriendo el problema del calentamiento global. San Luis sufrirá lluvias como las que pasamos ahora y posiblemente se prolonguen en marzo y abril, algo que antes no sucedía. Hay que anotar y tener en cuenta. Y no es culpa de los puntanos, es culpa de las políticas mundiales que siguen afectando al planeta.
Tenemos que tener un plan ante esto que nos volverá a pasar. Los políticos, los que están en el mundo de las decisiones tienen que saber y dejar los egoísmos. Ver qué nos conviene hacer: por lo pronto los diques...
Los diques son enormes reguladores de las crecientes y funcionan abriendo las compuertas antes que llueva. A los diques hay que abrirles las compuertas cuando llueve. En el invierno baja la cota porque falta agua. En verano la gente siente placer con que el dique se llene, y está bien, pero cuando se llena el dique quiere decir que los ríos vienen con mucha agua, que se han abierto las vertientes.
Si se abrieron las vertientes no hay problema de abrir las compuertas para que baje el agua del dique porque se llenará igual. El temor muchas veces de los regantes, de los que se aprovechan de las aguas, es conservarlas porque las necesitan en invierno. No dejen opinar a los interesados. El tema del agua es un problema de la provincia y la gente que está bajo los ríos necesita que los diques funcionen perfectamente como reguladores.
Los diques de San Luis son grandes presas, todos regulan las creces de los ríos. Aún el dique Chico que es chiquitito, casi imperceptible. Si se regula el dique y se abren las compuertas prácticamente es imposible que el agua pueda ser tanta que desborde el vertedero. Imaginemos esa tremenda cantidad de agua, si no hubiera existido el dique que almacenara una enorme cantidad y regulara su paso, la tragedia hubiera sido de muchísima mayor magnitud.
Hay que imaginar que San Luis es hermosa por su naturaleza y a su vez tiene características especiales. Las sierras de San Luis ocupan parte del departamento Capital, Pedernera, Pringles completo, Ayacucho, parte de Chacabuco y San Martín, prácticamente debe ser una séptima u octava parte de toda la provincia. ¿Qué son las sierras de San Luis con respecto a las lluvias?  Son como las terrazas de una casa, juntan mucha más lluvia y cae un chorro mucho más grande que el de la lluvia. Pero a su vez, es una enorme esponja, que está en lo alto. Cuando llueve, como días atrás, cerca de 200 milímetros, esa esponja enorme se llena. Lo que vuelca genera la crece de los ríos, pero queda adentro la esponja llena, y empieza a verter por los huequitos de la esponja, las vertientes. Eso se puede ver, mensurar, saber, por eso se construyen los diques. Y por eso hay que seguir construyéndolos y para que regulen las creces.
¿Qué debe hacerse en el futuro? Por lo pronto abrir las vertientes, las compuertas de los diques, parece que ha dicho el ministro que están abiertas y que habría que abrir las del dique Luján que tenía problemas.
Por supuesto hablamos en primer lugar de quienes sufrieron las inundaciones, y ver para que no vuelva a pasar. Tratemos de evitar la inundación y la crece. Larguemos el agua ahora por si viene una lluvia, que no colapse.
El agua es caprichosa, el lugar que marca el río es el de mayor fuerza del agua. Al costado, que es donde la gente sufrió, es menos la fuerza pero ha inundando. Es imposible intentar una construcción en el cauce del río, cerca del río y hay que mirar la cota peor de la inundación, hasta dónde llegó. Hay que exagerar cinco metros más y recién ahí tiene que aparecer la primera construcción, porque puede volver a pasar. Estamos en la etapa de calentamiento global, podemos regular, tratar de evitar que pase. No conviene, no es bueno, no es sano, no es inteligente, volver a repetir el error, que es lo que repiten Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, donde los inundados nunca reciben la respuesta de cambiar el lugar e ir a un lugar donde no tengan problemas.
Argentina es demasiado grande, tenemos territorio para ser tan egoístas de condenar a vivir a la gente en un lugar que va a ser inundado, estructuralmente inundable. No se puede cambiar el cauce del río, ni las montañas, pero sí la ubicación de la gente. Y si se hace cerca del río, habrá que tomar las medidas de altura necesarias para no sufrir este problema.
Hay muchos egoísmos, un egoísmo es no regular las aguas de los diques. Otro egoísmo es pensar que la regulación del agua de los diques te va a dejar sin agua en el invierno, algo que hacen muchas veces los consorcios de regantes. El problema es la gente que está sufriendo esto.
San Luis tenía muchos diques y se fueron agregando, por ejemplo, el río Quinto requiere muchos más diques pero creo que ahora hay una prioridad en Luján, arreglar la parte estética y que podamos abrir las compuertas. Revisar todas las compuertas de los que ya están, ponerlas a punto y ver si los vertederos han tenido problemas, hay que mirar abajo, que no haya erosión, porque si colapsan pueden generar un daño mayor.
Después hay que construir más diques, construir un sistema en el río Quinto que es el más complicado porque es un río muy grande, que da agua a dos tercios de la provincia de San Luis, solamente el río Quinto que tiene el dique Antonio Esteban Agüero, La Florida, Saladillo y Paso de las Carretas. Hay que hacer todo el complejo de diques en Villa Mercedes pasando Fraga y todo el sistema que rodea a Villa Mercedes para el aprovechamiento máximo y evitar cualquier tipo de problemas con desbordes. Hay que hacer el dique en Quines, que está retrasado; el dique en Paso Grande, son diques que hay que hacer ya, lo más rápido que se pueda. Y a todos agregarle la energía hidráulica y la posibilidad de buenas compuertas, hacer una buena inversión para que el agua se pueda regular. Pero no hay que desacreditar a los diques, esto es lo que nos salva de situaciones que pueden ser gravísimas.
Somos muy solidarios con toda la gente inundada, víctima. Colaboremos todos en esto, no usemos la política, contengamos a quienes están sufriendo esto y hagamos un plan acordado con la víctima, sobre cómo le solucionamos el problema de la vivienda en forma inmediata, no dentro de diez años, es ahora.