Los delincuentes parecían tener un plan bien estudiado. Tardaron entre cinco y diez minutos en reducir a los dos empleados de la concesionaria, atarlos con sogas de distinto grosor que llevaban exactamente para eso y revolver las cuatro oficinas en busca de dinero pero su única recompensa fue un celular.
El asalto fue este viernes por la mañana, minutos después de las 8:35, en la concesionaria Stylo en calle Lafinur al 1200, a pocos metros de Las Heras. Dos delincuentes ingresaron al comercio cuando los dos empleados (Un hombre de apellido Lucero de 64 años y una mujer de apellido Suárez de 34) desayunaban, los apuntaron con un revólver, los obligaron a golpes a acostarse en el piso, boca abajo, los ataron los tobillos y muñecas y se quedaron con el celular de uno de ellos.
Revolvieron cada rincón de las dos oficinas de la planta baja y luego subieron a otros dos cuartos que tiene el salón en una especie de altico. Como las encontraron cerradas rompieron los vidrios y destrozaron cajones, pero el botín por el que fueron no apareció.
Lucero y Suárez tardaron unos 15 minutos en librarse las ataduras, un poco por los ceñidos nudos y otro poco por las fuertes patadas que recibieron en la zona de las costillas. Sólo se empezaron a desatar cuando estuvieron seguros que los delincuentes se habían ido por miedo a ser golpeados nuevamente.
Cuando ya estaban libres usaron el teléfono de Suárez que los ladrones no vieron cuando los revisaron para llamar primero al 911 y después a la hija de Lucero que es una oficial de la Policía y que en ese momento estaba de franco.
El subcomisario Roberto Molina, subjefe de la Comisaría Primera confirmó que los delincuentes entraron a cara descubierta “tenían puestas capuchas de campera y buzo. Las victimas no pudieron dar muchos detalles porque quedaron shockeados, sobre todo la mujer”. Sin embargo pudieron definir la altura promedio de los dos asaltantes que no superarían el 1.70 metros.
Los dos empleados fueron asistidos por una psicóloga que les brindó contención y luego llevados por sus familiares a distintos centros asistenciales.


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