Funes Gez, una vida dedicada al deporte

Uno de los mejores dirigentes deportivos que tuvo la ciudad de San Luis, fue una persona nacida en el interior provincial, Nogolí. De allí era oriundo Jorge Funes Gez que nació un 30 de abril de 1930, era suboficial mayor de la Fuerza Aérea y prestó servicios como meteorólogo en el aeropuerto capitalino.

Cursó sus estudios en la escuela "Lafinur", después en el Colegio Nacional, hasta que ingresó a la Escuela de la Fuerza Aérea. Tuvo varios destinos pero él pidió ser trasladado a Villa Mercedes, donde está la Base Aérea Villa Reynolds. Tenía sus motivos personales. Era el único sostén de la familia. Había perdido a su padre muy chico y su presencia cerca del hogar materno era fundamental. Alternaba su profesión con un emprendimiento familiar, tenía una pequeña empresa que le prestaba servicios a uno de los correos privados más emblemáticos del país: OCA, y sin proponérselo, estaba haciendo los cimientos para su carrera dirigencial en el mundo del deporte.

Jorge o “El Gordo” Funes Gez era una persona agradable, sensible y muy humilde, eso le valió tener buenos amigos y el punto de encuentro era el bar de Los Venados, en Colón y Bolívar. Allí se reunían y jugaban al billar los que llegaban para intercambiar ideas. Era el lugar elegido porque también se hablaba del boom de la década: las motos, un vehículo poco promocionado para la época porque con el correr de los años marcaría un antes y un después.

Programaban excursiones a Villa de la Quebrada, Nogolí, Potrero de los Funes, entre otras localidades, hasta que en 1958 se fundó el Moto Club San Luis y Jorge fue electo presidente. Lo acompañó Rosario “El Chino” Fusco, José Ignacio y Héctor Eusebio Echandía, Hugo Virgilio Márquez, Carlos Closs, Eduardo Brovarone, Milo Franzini, Francisco Vargas, Rubens Lavandeira, Segundo Rosso, Oscar Di Genaro, Atilio Gonella y Enrique Páez. La institución había nacido después de la carrera "Ida y Vuelta a Lobos" realizada el 22 de diciembre de 1957.

Por esos años le quitaba horas a su descanso y siempre estaba ocupando algún lugar dentro de las actividades deportivas que se practicaban en San Luis, muchas veces descuidando la faz comercial. "Mi padre, que tiene tres hermanos (Mario Ciriaco, Azucena y Juan Fernando) se casó con mi vieja, Susana Ángela el 6 de abril de 1961, el gran amor de su vida y también tengo una hermana, Fátima que vive en San Juan”, dice su hijo Jorge "Tachi" Funes Gez. Lo recuerda como "un apasionado del deporte, que se fue empapando en todo por la amistad que lo unía a Rosendo Hernández o a Juan Manuel Fangio y a otros grandes de esos momentos. Supo tener una casa de repuestos para motos en la calle Colón al mil y después una empresa de servicios a un correo privado. Fue dirigente de Sportivo Estudiantes y era tanta su pasión por ese club que cuando yo nací, primero me fue a anotar como socio y después pasó por el Registro Civil. Ése era mi padre, le ponía pasión y responsabilidad a todo lo que hacía”, expresa con orgullo.

Su vida se iba alternando entre su familia, sus negocios, su profesión y su gran pasión: el deporte. En 1979 integró la comisión directiva del Automóvil Club San Luis, institución que tuvo la responsabilidad (por un conflicto entre el ACA y la CADAC) de organizar la “Primera Vuelta de San Luis”. Funes Gez fue uno de los responsable del cronometraje, de armar la hoja de ruta y el roadbock junto a Esteban Zacowicz, Luis Rezzano, Edgardo Nolasco, Domingo Romero, Aldo Ausgburguer y el ingeniero Jorge Sturino, algo que en San Luis nunca se había hecho y que lo ponía en el epicentro de la organización.

“En la 'B' ganó Horacio Badra con un Fiat 128 y en la categoría 'C' se impuso Carlos 'El Pájaro' Garro con un Peugeot 504, fue una verdadera prueba de fuego para toda la dirigencia automovilística de San Luis. Mi padre, con Ausgburguer, hicieron todo el trabajo previo. Vialidad de la Provincia había facilitado una camioneta para confeccionar el recorrido, no pasaban de los 60 kilómetros por hora, había que ir marcando y pintando, todo era volcado en provisorios papeles y después llevado a un centro de cómputos donde trabajaba y colaboraba muchísimo Luis Russo", precisa.

"Mi padre contaba que todo era con relojes y cronómetros manuales, no existía la tecnología de hoy, algunos tramos eran repetidos por ser muy extensos, demandaba mucho tiempo hacer ese trabajo y tenía que ser casi perfecto", agrega "Tachi". Dicen que esa labor  fue reconocida en todo el país, incluso Funes Gez y  Ausgburguer fueron  invitados a trabajar en la "Vuelta de Concepción del Uruguay" para "que repitiera el trabajo hecho en San Luis”. Sin duda alguna, Jorge era una persona con una capacidad asombrosa para trabajar y lo demostraba en cada oportunidad que se le presentaba.

La Cámara de Diputados de San Luis lo distinguió y cuando iba con su esposa al acto de homenaje, tuvo un gravísimo accidente de tránsito y salvaron sus vidas de milagro. Era un tipo más bien callado y de bajo perfil, siempre estaba rodeado de dirigentes deportivos.

“En nuestra casa se respetaba la privacidad, solo una persona venía a casa al mediodía y a la noche: Miguel Abdallah, el padre de Hanna, era su mejor amigo y siempre pasaba y charlaban un rato", aclara y recuerda que su padre murió el 21 de marzo de 2011 de un paro cardiorrespiratorio. "Tenía 77 años y mucho para dar, murió en los brazos del doctor Samper Battini en nuestra casa", dice el hijo del desaparecido dirigente.