Feria de Ciencia: San Luis logró una mención en la etapa nacional

Yanet Espinoza tiene doce años y es de Salta, pero a los dos se vino a vivir a Villa Mercedes con toda su familia. Jamás se imaginó que una década después de mudarse iba a volver a la provincia en la que nació para contarles a chicos de todo el país de qué trabaja su papá y cómo elabora los ladrillos con los que después se construyen las casas. El proyecto que elaboró junto con otro compañero, Daniel Morán, y a la maestra Vanesa Argüello fue seleccionado como uno de los mejores trabajos de la Feria de Ciencia Provincial y se ganó un stand en la etapa nacional, que funcionó esta semana en la capital salteña y convocó a otros ocho grupos puntanos de nivel primario. Pero eso no fue todo: el equipo de la escuela "Olga Esther de Sarden" volvió de la exposición con una distinción.

“Manos a la obra: elaboración del ladrillo” concursó en la modalidad que agrupa a los Centros de Actividades Infantiles (CAI), que son talleres de apoyo escolar y distintas disciplinas que funcionan fuera del horario escolar. Aunque la categoría era sólo de exhibición y no de competencia, los mercedinos volvieron con un galardón en la valija, ya que el jurado de docentes de todo el país decidió darles una mención especial. “Les gustó el impacto que tenía el proyecto en la comunidad en la que viven esos chicos y cómo lo habían trasladado a la escuela. Además, una de las alumnas (por Yanet) habla quechua y eso también los sorprendió, porque son comunidades de otros países que se trasladaron a San Luis, tienen que arraigarse a una nueva tierra y a la vez eso genera un cambio en el grupo que los recibe”, comentó Lis Contreras, coordinadora provincial de la feria.

"En el barrio Obras Sanitarias, donde está la escuela, vive una comunidad boliviana desde hace varios años y muchos niños de esas familias vienen a nuestro colegio”, explicó Argüello. Y continuó: “Mucha gente de la zona no conoce la actividad.. Por eso, decidimos revalorizar la actividad laboral de esas familias”.

Además, detalló que el problema que dio origen a la investigación es que los alumnos no sabían que existían fábricas de ese rubro en la localidad o las conocían, pero nunca se habían acercado, ya que están ubicadas en campos grandes y alejados, a los que se accede por pequeños caminos.

Si bien no armaron ladrillos, porque la maestra aseguró que es un trabajo demasiado pesado para pequeños de primaria, la docente destacó que hicieron varias visitas a los cerca de doce hornos que hay en el vecindario, en los que generalmente trabajan dos familias. El papá de un estudiante les prestó los moldes, les llevó al aula algunas piezas terminadas para que las analicen y trabajó como guía durante el recorrido por las fábricas. Y en el área de Cerámica, elaboraron una maqueta que representaba el horno en el que se cocinan los bloques.

"Mis papás hacen ladrillos. Yo sabía de qué se trataba porque escuché cómo se armaban en mi casa. Después les conté a mis compañeros y les gustó”, dijo Yanet, quien comentó que estaba contenta de haberle mostrado su emprendimiento familiar a niños de todo el país. Y agregó que durante la exposición en Salta, la pregunta que más les hicieron fue qué materiales necesitaba. La respuesta, la sabían de memoria: tierra, agua, aserrín y guano.