Un accidentado grave le cuesta al Estado 15 mil pesos por día

Un descuido o algunas copas de más al momento de agarrar el volante pueden costar caro y no sólo para quienes manejen el vehículo o se topen con un conductor desbocado. Y es que cada persona que sufre un accidente de tránsito y queda internada en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital San Luis le demanda al Estado, en promedio, quince mil pesos diarios, sólo en remedios y productos médicos para asistirlo. Así lo revelaron la jefa de esa área, Graciela Aguilera y la de Farmacia, Alicia Ávila, quienes detallaron que a esa cifra hay que agregarle los costos de los profesionales que los atienden y  los estudios que les realicen durante su estadía. Según las especialistas, las víctimas de choques ocupan el veinticinco por ciento de las camas de la UTI que tiene el policlínico.
"En la parte de insumos entran los medicamentos, todos los descartables, los elementos que usan para radiología y las prótesis, que no son provistas por la Farmacia del policlínico, sino que  las da el Ministerio de Salud a través de otras dependencias, pero están entre los costos. También alcanza a materiales para la esterilización, como gasas y compresas", dijo Ávila. Y destacó que si el paciente padeció un traumatismo de cráneo grave, necesitará un catéter para medir la presión de la cabeza, pero como vale treinta y cinco mil pesos se contabiliza sólo uno en los gastos básicos de diez días de internación, que ascienden a ciento cincuenta mil pesos.
En el monto diario no se suma el costo de los enfermeros y médicos que asisten a la gente, el oxígeno que les proveen, los exámenes de laboratorio y de diagnóstico por imagen que les realizan ni los valores que requiere la mantención del sector de hemoterapia. Pero aclaró que es difícil calcular el número exacto de esos gastos porque dependen de diferentes áreas del hospital y varían de acuerdo a las lesiones que tiene la persona. Lo mismo ocurre con el monto que demanda el accidentado en el resto de las salas del policlínico por las que debe pasar para recuperarse y después si tiene que hacer rehabilitación.
"Los accidentes viales atraviesan a muchos servicios del hospital y se generan costos en cada uno: cuando el paciente ingresa en el shock room, si pasa al quirófano y luego a terapia”, aclaró Ávila las variables. Aunque Aguilera destacó que la UTI es la más cara, porque las personas requieren ventilación mecánica, más de un profesional que los controle y hasta interconsultas entre diferentes especialistas, de acuerdo a las partes del cuerpo que estén afectadas. Y agregó: “Si logramos que sobrevivan, la estadía en terapia intensiva es prolongada, por lo menos se quedan una semana y algunos llegan al mes y medio. Muchos siguen siendo críticos, pero podemos sacarles la asistencia respiratoria y pasarlos a otro sector, donde el costo también es alto, pero nos libera espacio para recibir más pacientes, porque la verdad que la demanda es continua". 
"Los costos que se manejan en los incidentes viales son muy altos en comparación a los que se necesitarían para invertir en prevención", aseguró Ávila. Lo mismo opinó Aguilera, quien recalcó que los puntanos no tienen “conciencia de lo que implica un traumatismo de cualquier nivel, porque aunque sea un golpe leve genera consecuencias psicológicas”.

Todos al Hospital
Si bien la jefa de Terapia Intensiva explicó que los heridos de accidentes viales ocupan al menos tres de las once camas que tiene el área, no son los únicos que llegan al Hospital San Luis con lesiones debido a un choque. María José Zanglá, responsable de la guardia del centro de salud, aseguró que reciben dos mil urgencias al mes y el treinta por ciento son politraumatismos como consecuencia de un incidente de tránsito. “En el total de esos casos, lo más frecuente es la caída en moto que provoca la fractura de algún miembro y puede terminar en cirugía. Pero hay un cinco por ciento que son graves y que generalmente son personas que sufrieron un accidente entre una moto y un auto o un vuelco", explicó la médica, quien aclaró que esas personas son las que pasan a la UTI.
Además, precisó que la mayoría de los accidentados son jóvenes de hasta treinta años y hay más hombres que mujeres. "Nosotros en la guardia vemos dos grandes grupos de protagonistas: uno son los chicos que salen el fin de semana, en los que el alcohol es un factor importante; y el otro abarca a los turistas que circulan por las rutas durante el verano”, afirmó. Y agregó que los incidentes los obligan a responder con diferentes áreas del policlínico, ya que muchas veces las víctimas quedan en salas distintas y los asisten profesionales de diferentes especialidades.

Poca cobertura privada
Zanglá detalló que sólo un treinta y cinco por ciento de la gente que va a la guardia de lunes a viernes tiene mutual, mientras que los fines de semana alcanzan hasta un cincuenta y cinco por ciento. Y aunque aclaró que ante golpes graves y urgencias todos los traslados se hacen al Hospital San Luis, comentó que el paciente, una vez estabilizado, puede continuar el tratamiento en la clínica que le ofrezca su obra social. Pero pocos optan por esa alternativa y terminan quedándose en el policlínico, sobre todo si sufrieron lesiones graves. “Una cobertura de este estilo es altísima para el Estado y habla de un déficit en el sector privado”, añadió.