El rosario de causas penales que ha acumulado a lo largo de su vida y se le configuran como antecedentes, no lo frenaron. Ni siquiera el hecho de que hacía dos meses había estado en la penitenciaría, acatando una condena por uno de esos tantos hechos, le funcionó como escarmiento. Luciano Rodríguez advirtió a un hombre caminar solo, en la oscuridad de la noche, en una calle solitaria del barrio San José de Villa Mercedes y, automáticamente, interpretó esa situación como una oportunidad de robo. Atacó al peatón, pero la Policía lo arrestó a las cuatro cuadras. Anteayer, el juez de Instrucción Penal N° 2, Leandro Estrada, lo procesó por ese delito. “El Mellizo” regresó a la cárcel de San Luis por sustraer 30 pesos.
Aunque el magistrado determinó su procesamiento y prisión preventiva, el defensor oficial Hernán Herrera le planteó una solicitud. Le pidió que el imputado de 31 años sea tratado por su adicción a las drogas.
Herrera le argumentó a Estrada que el joven está enfermo, está muy mal, sufre una crisis provocada por la abstinencia total a los estupefacientes, que lo ha dañado de manera muy severa, confió una fuente judicial.
El tratamiento sugerido por la defensa es uno a realizarse a puertas cerradas, en un centro médico de Río Cuarto.
Si el juez llegara a concederle la posibilidad de internarse, Rodríguez deberá estar en esa clínica el tiempo que los médicos consideren necesario.
Ya sea que lo cumpla o no, una vez finalizado el tratamiento, volverá al penal. Quedará en él, después, no recaer en las drogas.
Pero ese pedido de internación aún no ha sido evaluado por el magistrado. Entre otros puntos, Estrada quiere valorar qué medidas de seguridad tiene ese instituto clínico, si cumplirá con el encierro.
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