Graciela Camargo tiene una costilla fracturada y golpes en todo el cuerpo, pero los médicos estiman que va a reponerse en pocos días. Podría decirse que su estado de salud es un milagro, porque la camioneta en la que viajaba dio al menos seis tumbos y la despidió varios metros hacia un terreno a la vera de la ruta 3, cerca de Zanjitas. Y no sólo eso. Esperó sentada casi dos horas hasta que dos mujeres la hallaron y llamaron a su marido para que enviaran ayuda.
Hace más de cincuenta años que Camargo atiende el campo que supo ser de su padre, ubicado a la altura del kilómetro 85 de la ruta provincial 3, entre las localidades de Zanjitas y Varela. Pese a que sus hijos le prohibieron viajar sola desde que comenzó a sufrir problemas cardíacos, el jueves decidió ir a llevar suministros sin avisarle al chofer que le contrataron sus familiares.
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