Buscan ampliar los controles en los locales de tatuajes

En los últimos años, aumentó el número de locales de tatuaje en San Luis y con ellos, la necesidad de comenzar a controlarlos. Por eso, el martes en la Cámara de Diputados se aprobó la ley que impulsó Compromiso Federal para regularlos. Los artistas mencionaron que están de acuerdo con la norma porque brindará mayor seguridad a los clientes pero advierten que debería extenderse a aquéllos que no tienen comercios. Señalaron que la mayoría realiza las prácticas en su casa sin tener en cuenta los cuidados de higiene y seguridad básicos. 

“Hace 15 años que tatúo en San Luis y estoy  a favor. Es bueno para la seguridad y tranquilidad de los clientes y creo que también nos ayudaría para que valoren mejor nuestro trabajo. Cuando abrí el local en la Municipalidad me pidieron que tuviera desinfección, luces de emergencia y otras cuestiones básicas de habilitación pero nada específico”, contó  Federico Ferreyra, tatuador. 
Hace un poco más de un año que abrió su estudio en la Galería Sananes y mencionó que tiene separada la sala de esterilización del resto. 
“Estamos acostumbrados y sabemos dónde van las cosas. No me parece que haga falta que nos pidan muchas cosas que por ahí nos complicaría la vida. Los tatuadores sabemos qué está bien y qué mal”, sostuvo.

 Mauricio Quinteros, tiene su local en La Punta y participó el año pasado de las reuniones que realizó la diputada justicialista, Norma Villegas. “Me parece bien que se eduque a aquéllos que les falta un poco de conocimiento.  Nosotros nos pagamos cursos de bioseguridad, esterilización y otras cuestiones en convenciones internacionales porque sabemos qué necesitamos. Es cuestión de ética profesional”, aseguró.

La regulación de prácticas de perforaciones cutáneas y tatuajes, enuncia que el tatuador deberá contar con una matrícula habilitante y específica  cuáles son las normas de higiene que debe cumplir. Entre ellas, detalla que deberá usar una bata o prenda de material quirúrgico y guantes descartables. En zonas del cuerpo con vellos, se hará una tricotomía (afeitar) y se prohíbe el rasurado; también exige el uso de pigmentos no tóxicos y descartar inmediatamente los descartables en contenedores. 

Pero los artistas advierten que estos nuevos controles no van a aplicarse a quienes realizan las prácticas en su casa. “No sé cómo van a hacer para regularlo, creo que eso debería incluirse en la ley. Si no vamos a salir perjudicados si se ponen severos con las habilitaciones. Siempre arreglo muchos tatuajes mal hechos que se hicieron clientes en otro lado porque le salían más baratos”, mencionó  Federico Gil.  

Ferreyra también consideró que la norma debería ampliarse ya que la mayoría no cuenta con un estudio. “En San Luis somos cinco o seis los que tenemos local, pero hay más de cuarenta que tatúan en su casa. En vez de una camilla, usan una cama de una plaza o usar rollos de cocina envueltos con filme para la comodidad del cliente, usan una almohada de su casa o no usan guantes. Es un ambiente precario y la ley no lo prevé. Me parece que sería lo más justo ya que nos vamos a tomar el tiempo y dinero para que todo esté en regla”, remarcó. 

En zonas visibles 
La ley provincial detalla que en caso de que el cliente sea menor de edad se le deberá notificar acerca de que tatuarse en zonas de la cara, cuello, antebrazos o mano puede “comprometer su futuro laboral”. Incluso si tiene el consentimiento de los padres.