Las investigaciones en la provincia ya llevan 20 años
Científicos de la UNSL estudian proteínas del parásito y generan modelos para diseñar posibles fármacos.
Ya son 20 años de un trabajo arduo, constante y que pareciera no tener fin. Pero eso no parece disminuir el profesionalismo de los científicos del Laboratorio de Biología Estructural de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis, que desde 1997 estudian las estructuras de las proteínas de las que se vale para sobrevivir el Trypanosoma Cruzi, el parásito que provoca el Chagas, y que a partir de esto generan modelos tridimensionales para ver cómo pueden actuar los fármacos sobre el parásito y combatirlo.
Arturo Gómez, licenciado en Biología Molecular y doctor en Bioquímica trabaja en el laboratorio y explicó el proceso de investigación, que involucra incluso a un laboratorio asentado en Brasil. “Estudiamos proteínas que son importantes para la sobrevivida del tripanosoma y al estudiar su conformación tridimensional, su forma en el espacio, cuáles son sus características fisicoquímicas, podemos avanzar en el diseño de fármacos, que nos ayuden al tratamiento de la enfermedad”, afirmó como objetivo principal del equipo de investigadores.
“También podemos a partir de su estructura, saber cuál es el funcionamiento de este tipo de proteínas dentro del parásito. Estas son pequeñas máquinas o engranajes dentro de la célula, de la que el parásito se vale para poder llevar adelante su sobrevivida”, comparó el especialista.
¿Cómo ver estas proteínas, que se miden en nanómetros, una medida equivalente a una millonésima del metro? Aquí es donde interviene un laboratorio en Brasil, que posee la maquinaria necesaria para realizar una cristalografía sobre las proteínas. “Te permite ver la distancia entre un átomo a otro. Esa técnica está muy poco desarrollada en Argentina, por lo que lo pedimos a un laboratorio en Brasil, que realiza cristalografía de rayos X. Con esos rayos se pueden cristalizar las proteínas y con un difractor de rayos X se pueden ver. Nosotros sacamos los datos crudos de Brasil y todo el procesamiento de armado, de resolver las estructuras en 3D se hace en San Luis en nuestros laboratorios”, detalló.
Una vez en el laboratorio puntano, los investigadores buscan “blancos” posibles en las proteínas, es decir lugares claves donde los fármacos puedan actuar sobre la sobrevida del parásito. Con la determinación de estos lugares, generan un modelo en 3D y se proyectan diversos fármacos para ver si tienen posibilidades de actuar contra el tripanosoma. “Cuando diseñás un fármaco o una vacuna vital, tenés que saber a dónde va atacar. Saber cómo es la forma, en este caso de las proteínas de un parásito, cuáles son sus características estructurales, fisicoquímicas y cómo funciona”, aclaró. Gómez indicó que la etapa farmacológica no la hacen ellos y que están abocados a la investigación básica, que ya ha sido publicada y es accesible para todo público.
Actualmente Gómez afirmó que están estudiando las funciones energéticas de esas proteínas, puntualmente las ribozomales, que serían las que generan los efectos cardiacos en los enfermos de Chagas. Todo este trabajo de análisis, generación de modelos y estructuras puede llevar años. “Es un trabajo muchas veces silencioso, pero que va logrando avances, que son significativos”, concluyó sobre el estudio que lleva adelante con sus compañeros investigadores.
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