Dos investigadores de la UNSL trabajan en una vacuna contra el mal de Chagas

A más de cien años de su descubrimiento y clasificación, el mal de Chagas es una de las enfermedades zoonóticas consideradas "desatendidas" por su alta prevalencia en los sectores más vulnerables de la población. En vísperas de culminar el primer cuarto del siglo XXI, dos científicos de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) trabajan en la creación de una vacuna contra la afección.

María Marta Branda y Rodolfo Porasso son dos investigadores en los institutos de doble dependencia UNSL-Conicet (de Física Aplicada y de Matemática Aplicada) que integran el proyecto internacional Diseño y Desarrollo de Vacunas contra el Chagas (Chavax), que tiene como finalidad lograr una inoculación eficaz contra la dolencia transmitida por la vinchuca. Ambos están en el plantel de diez especialistas en biología, bioquímica, física y química de Argentina, España, Brasil, Paraguay, Uruguay y Haití abocados a encontrar la cura para un trastorno que todos los años causa la muerte de entre 10 mil y 12 mil personas solo en América Latina.

La presentación oficial en la UNSL del plan de investigación fue a través de un coloquio integral presidido por el rector de la casa de estudios, Víctor Moriñigo; el titular del proyecto e integrante del Instituto Biofisika (España), Diego Guérin; la presidenta de la Asociación Sur Frente al Chagas (Bahía Blanca), Gabriela Rozas Denis, y el jefe de Programa Laboratorio Salud Pública Provincial "Dalmiro Pérez Laborda", Juan Taglia.

"Todo se comenzó a gestar a mediados de 2019 por la relación entre colegas y de manera reciente logramos recaudar los fondos para llevarlo adelante. El mayor aporte viene del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (SCIC) de España, mientras que la segunda fuente de financiación es la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica de Argentina. Además, nuestra universidad también participa a través de sus proyectos, equipamiento y recursos humanos en esta etapa inicial", explicó Porasso.

Según indicó el especialista, durante este primer año tienen previsto iniciar con el diseño teórico de la vacuna, mediante herramientas de bioinformática y de simulación computacional de dinámica molecular. Una vez superada esa instancia, el segundo paso será la producción de al menos un prototipo de la vacuna contra el Chagas, a través de técnicas de ingeniería genética. Si logran cumplir con éxito ambas etapas, con posterioridad iniciarán los ensayos de laboratorio en ratones.

"Es un trabajo muy ambicioso porque hasta la actualidad no hay ningún desarrollo contra la enfermedad, lo que demandó una fase de desarrollo en la que ya hemos avanzado y ahora lo que viene es una etapa 'inteligente', una tarea que realizaremos en San Luis con la búsqueda de los compuestos que podrían funcionar mejor como vacuna. Una vez que los consigamos, los colegas de España analizarán cuáles funcionan mejor con pruebas de laboratorio", señaló Porasso, quien agregó que de conseguir resultados positivos, el proyecto seguiría con su transferencia al mercado y, de prosperar, podría estar listo para probarse en humanos recién en los próximos cinco o siete años.

Tratamiento a la fecha

Hasta el momento, el único método para combatir el Chagas (causado por un microorganismo unicelular denominado Trypanosoma Cruzi) es a través del suministro de nifurtimox y benznidazol. Sin embargo, ambos pueden producir efectos adversos severos en los pacientes, por lo que es común el abandono del tratamiento.

Esos fármacos resultan eficaces en niños pequeños que cuenten con un diagnóstico temprano, mientras que en los adultos la enfermedad suele presentarse de forma crónica y no curable, debido a su detección tardía. En estos últimos, la evolución es hacia afecciones, estadios más severos de megacolon y cardiopatías que llevan a la muerte.