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Tenía prohibido acercarse a su ex, pero la golpeó y fue preso

Habría atacado a la mujer frente a sus tres hijos menores, en un intento por quitarle $100 de la cartera.

Por redacción
| 06 de diciembre de 2017
A la cárcel. José Luis Matilla cuando era subido a la patrulla que lo trasladaría a la penitenciaría.

José Luis Cristóbal Matilla sabía desde hace un año y medio que no podía estar a menos 200 metros de distancia de su ex. La última vez que la había visto la atacó de tal forma que un Juzgado de Familia y Menores de Villa Mercedes tuvo que imponerle esa restricción de acercamiento. Pues, a su modo de ver, la vida de Andrea Guzmán o, al menos, su integridad física y psicológica, corría peligro en contacto con ese hombre. La semana pasada Matilla les demostró a todos que la Justicia no estaba errada en su decisión. Según denunció su ex, el imputado fue hasta lo de Guzmán, la insultó, la sacó de la cama a los tirones y, a los empujones y forcejeos, trató de quitarle los únicos 100 pesos que tenía en su cartera. Toda la escena se desenvolvió frente a los gélidos ojos de sus tres hijos menores.

 

Lo que hizo el domingo 26 de noviembre fue la gota que rebalsó el vaso. Dado que a la desobediencia de la orden judicial, impuesta por el Juzgado de Familia y Menores 2, se le sumó la de “lesiones leves, agravadas por mediar violencia de género”. Por eso, anteayer el juez Contravencional y Correccional, Santiago Ortiz, lo procesó y le dictó la prisión preventiva por ambos delitos, precisó el magistrado. 

 

Con esta nueva medida, es casi un hecho también que el Juzgado de Sentencia, donde el abogado de Matilla tramitaba la suspensión del juicio a prueba por el anterior ataque de violencia de género, le revoque ese beneficio al acusado, comentó una fuente judicial.

 

Las dos veces que el hombre de 34 años fue indagado, primero por incumplir la restricción de acercamiento y después por las lesiones leves a su ex, declaró. Y en ambas ocasiones sostuvo lo mismo.

 

Contó que, desde hace tres meses, vive en La Ribera con Guzmán. Según él, la mujer fue quien lo llamó y le pidió que se fuera a vivir con ella. Dijo también que tenían discusiones como cualquier pareja, pero que estaban bien.

 

“Ella es celosa, y ahí vienen los problemas. No le gusta que yo salga, pero ella también sale”, aseguró. Relató que hace un mes su ex se fue de su casa un fin de semana entero y que él se enteró porque su hijo de 11 años lo llamó, para avisarle que la madre los había dejado solos.

 

Dijo que la discusión del domingo en cuestión comenzó porque la víctima le había dicho la noche anterior que saldría a cenar con su hijo más chico, pero él intuía que, en realidad, ella se iría a otro lado, con su amante. Narró que cuando llegó a su casa, como a las 9:30, Guzmán estaba acostada en su cama, pero parecía que recién había llegado de la calle.

 

“Le pregunté por qué no me atendía el teléfono y por qué no me había ido a buscar a las tres de la mañana, como habíamos quedado”, detalló. Ahí empezaron una discusión. “La hija de ella nos escuchó y llamó a la Policía”, señaló.

 

Pero eso no fue lo que la mujer y sus hijos contaron. Según la reconstrucción que el juez logró con sus testimonios, el imputado fue hasta el domicilio de la manzana 7109. La nena más grande de Guzmán, la única que no es hija de Matilla, atendió la puerta.

 

En eso que la chica le abría, su padrastro se las ingenió para entrar, cerrar la puerta con candado y dejar a la joven afuera. Una vez, dentro de la vivienda, “mientras la denunciante estaba dormida, la tomó bruscamente de la ropa, la arrojó al suelo, comenzó a insultarla y a recriminarle por qué no le atendía el teléfono y no lo había pasado a buscar”, detalla el juez en su resolución.

 

En tanto ella intentaba reincorporarse, el acusado notó que sujetaba una mochila, donde sabía que había dinero. Empezó así a forcejear para quitarle el bolso. En uno de esos tantos movimientos bruscos, empujó a la madre de sus hijos. Ella cayó contra los caños de la cama. Se golpeó la cadera y las costillas del costado izquierdo y se desplomó sobre el piso.

 

Pero, según Matilla, en la pelea no hubo golpes. “Ninguno de los dos nos pegamos”, remarcó. Comentó que las lesiones, que los médicos constataron en Guzmán, se los hizo jugando al fútbol. “Supongo que si tiene heridas se las hizo en la liga. Juega lunes y viernes y es habitual que se golpee. Hace bastante se lesionó y la operaron de la rodilla”, argumentó.

 

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