Robaron diez terneros y una vaca de una escuela agraria

Los ladrones son gente idónea en la faena y, además, es probable que tuvieran información de los movimientos en la Escuela Técnica Nº 6 “General San Martín”, el colegio agrario en las afueras de la capital. A los investigadores no les cabe duda, porque el grupo que entró al establecimiento ayer a la madrugada logró hacerse de diez terneros y una vaca en tiempo récord y casi sin dejar rastros. La Policía de la Comisaría 4ª se mueve rápido  para hallar indicios de los culpables, pero sin marcas que la identifiquen, admiten que será difícil encontrar la carne robada. Para los directivos de la institución, el hecho es doloroso más allá de lo material, ya que los animales que se llevaron iban a ser utilizados por los alumnos para las prácticas de algunas materias.

Una fuente del colegio estimó que los cuatreros se hicieron de unos 900 kilos de carne, y por los indicios en el terreno, habrían utilizado un solo vehículo para llevárselos. “Mínimo, debieron ser cinco personas. Se tomaron su tiempo y trabajaron con tranquilidad. Además, se nota que fue gente que sabe, y mucho, porque el médico veterinario no encontró rastros de disparos ni de golpes con garrote, lo que significa que enlazaron los animales y los degollaron vivos”, detalló un empleado que pidió reserva.

El lunes hubo gente en el establecimiento hasta cerca de las 19:30. Generalmente, hay personal que se queda hasta más tarde, pero coincidió que ese día iban a fumigar algunas dependencias de la escuela.

Víctor Barroso, regente del colegio, descubrió el robo ayer temprano, minutos antes de la siete de la mañana, cuando llegó con su camioneta al predio y, al recorrer los corrales, se topó con las vísceras y los cueros de los animales desparramados por doquier.

Según pudieron reconstruir los efectivos de la seccional 4ª, los ladrones entraron por una tranquera ubicada en el ala norte del terreno, que da a un camino de tierra que conecta con otros que desembocan en el barrio 9 de Julio.

“Cortaron un candado y metieron, al parecer, un solo vehículo. El personal de la División Criminalística tomó muestras de las huellas que dejó para determinar si fue una camioneta o un camión. Lo que sí, por la cantidad de gente que debió actuar y la cantidad de carne que se llevaron, la parte trasera de ese vehículo debió circular casi tocando el piso, y si alguna cámara lo captó, vamos a identificarlo de inmediato”, confió el jefe de la Comisaría 4ª, el subcomisario Luis Martínez.

El rastro se pierde afuera de la escuela, y los perros de la División Canes no pudieron determinar qué dirección tomaron. Además de su personal, Martínez les pidió colaboración a la División Delitos, al Departamento Informaciones y a la Brigada Rural. “Descartamos que las cámaras de seguridad de la autopista hayan tomado algo porque sabemos que salieron por la parte de atrás. No obstante, estamos revisando esas y muchas otras de la zona para individualizar los vehículos que circularon por allí, que por lo general no son muchos”, detalló el policía.

Sin ahondar en detalles, Martínez dijo que la Brigada Rural maneja algunos nombres de personas que se mueven en el ambiente del comercio de la carne ilegal, pero aclaró: “Aún no tenemos pruebas contra nadie”.

Sin señas

Hasta el lunes, la escuela agraria contaba con 30 animales vacunos, ahora sólo le quedan 19. “Faltando los terneros, hay una promoción de estudiantes que se va a quedar sin aprender a castrar y eso es lo que nos afecta en lo educativo. Además, en el colegio vendemos parte de esos animales para costear los gastos de alimentos de otros, como conejos y chanchos, pero ahora deberemos buscar otros medios”, lamentó Barroso.

Además de sigilosos, los delincuentes fueron astutos, porque dejaron atrás el pelaje íntegro de los terneros y la vaca y con ellos, las marcas y señas que permiten identificarlos. “Eso deja aún más firme la hipótesis de que fue gente de campo o que tiene carnicería, porque el trabajo estuvo bien hecho”, agregó Martínez.