Un pediatra puntano ganó una medalla dorada por su invento

Fue el fruto de su esfuerzo. Tantos años de estudio, trabajo, dedicación y voluntad tuvieron su premio, porque el pediatra puntano Ricardo Rodríguez Aranciva obtuvo la medalla dorada en la 45º edición de la Feria Internacional de Inventores, por inventar un tensiómetro regulable según el tamaño del brazo, que permite una lectura mucho más precisa. Además ganó dos condecoraciones de universidades internacionales, y muchas propuestas de inversores de otros países. 

Ricardo Rodríguez Aranciva tiene 59 años. Es médico especialista en Pediatría, y Medicina Social y Comunitaria. También es docente e investigador de la UNSL.

“El estar ahí ya era un logro para mí. Hace años que me venían invitando, pero por problemas financieros no podía estar, porque todo fue a pulmón. La experiencia fue muy importante, más allá de que gané la medalla de oro para la categoría de medicina, con más de 87 competidores”, indicó el médico.
Sin embargo, el reconocimiento no quedó únicamente en la presea. “También recibí dos condecoraciones de la Universidad de El Cairo, en Egipto; y de la Universidad del Callao, en Perú. Los egipcios nos invitaron a un hotel, donde nos hicieron una recepción. También nos dieron la oportunidad de ponerles las medallas a los jóvenes inventores del país. Así que fue un reconocimiento muy grato y sorpresivo”, detalló.
El médico fue el único argentino que participó de la feria celebrada en Ginebra, Suiza. A pesar de que le llovieron invitaciones de distintos puntos del mundo, él sólo piensa en Argentina: “El nombre de mi proyecto es PATA GONIUM, las primeras cuatro letras son acrónimos  de ‘Presión Arterial para Todos los Argentinos’. Quiero que esto sea el origen de un trabajo sustentable”.
Para el profesional, su invento es una oportunidad única que no se debe desaprovechar en Argentina para estar a la vanguardia: “Tengo patente otorgada en Estados Unidos, y están por salir las de Europa también. Entonces es un producto para que podamos en San Luis y en Argentina, ser competitivos, porque si no esto se pierde como sucede con tantas otras cosas”.
Las autoridades de la prestigiosa feria ya habían invitado a Rodríguez Aranciva en otras oportunidades, pero nunca había podido asistir por no reunir la plata que demanda el viaje. Cuando finalmente pudo, reconoció que su objetivo principal no era obtener el premio mayor, sino que lo que buscaba era conocer gente que le ayude a que su proyecto no se estanque. “De Filipinas me dijeron que están interesados, también inversores suizos. Me invitaron a otras ferias de invento en Kuwait, Taiwán y Arabia Saudita, con todos los gastos pagos. Se me abrió una puerta con esto”, expresó entusiasmado.
Codearse con inventores de otros países fue una experiencia increíble, pero también le hizo darse cuenta de la realidad del país en este sector, según manifestó. “Fue muy fuerte ver cómo todos los países apoyan a los inventores, los acompañan, están muy cuidados. Es algo para que tomemos la posta en ese aspecto, porque yo fui de forma independiente. Espero que estas cosas cambien”, aseguró Rodríguez Aranciva.

El invento
En el 2003 el pediatra puntano comenzó las investigaciones para fabricar un tensiómetro que se regula según el tamaño del brazo. La experiencia que le dio el trabajo, le hizo darse cuenta que cada persona necesita un aparato adecuado a su cuerpo para obtener los valores correspondientes, según había manifestado a fines del año pasado, cuando había recibido la patente de su invento, y la invitación a la Feria Internacional de Inventores.
“Cada tensiómetro tiene dentro una cámara que debe ser ajustable a la persona. Generalmente a todos los pacientes se les toma con el mismo aparato. El médico, para acertar el nivel de presión, debe tener por lo menos entre ocho tensiómetros diferentes”, explicó Rodríguez Aranciva, que pudo fabricar un aparato con múltiples cámaras. Además, los profesionales aseguraron que también se adapta a personas con diferentes problemas como obesidad o desnutrición.