Por ahora no. Pero en cuanto mejore un poco de las dolencias en el cuerpo y de la angustia de haber matado a alguien, el vigilante privado que le dio un balazo en el pecho a un ladrón que lo atacó junto a dos cómplices, en la garita de seguridad de una fábrica, va a declarar ante el juez Sebastián Cadelago Filippi.
El sereno Darío Miranda, que por ahora está imputado de homicidio, permanece internado todavía “en terapia intensiva, para control hemodinámico y de los órganos internos”, informó la directora del Hospital San Luis Cecilia Cánepa, a través del vocero del Ministerio de Salud, Matías Di Mauro.
El hombre de 46 años resultó lesionado por la golpiza que le dieron los tres ladrones que lo atacaron para robarle, adentro de la garita de seguridad de la fábrica Conarco, el sábado a la medianoche. Miranda se defendió y, como pudo, doblado o caído en el piso como lo tenían, sacó su pistola calibre 9 milímetros y disparó tres o cuatro veces. Uno de los balazos le dio en el pecho a uno de los delincuentes, Luis Alejandro Di Genaro, de 23 años, que cayó muerto adentro de la pequeña oficina donde el cuidador tenía su puesto de control.
Más Noticias