Un puntano conquistó la cima del Monte Blanco en Europa

Agotado de tantas horas de caminata con temperaturas bajo cero en el Monte Blanco- Mont Blanc en francés o Monte Bianco en italiano- en Europa, a más de 4 mil metros de altura. Con poca comida y agua en su mochila, Francisco Laborda pensó en no seguir hasta la cumbre. No faltaba mucho, pero necesitaba guardar energía para el camino de regreso. Sin embargo, después de una charla con su equipo, decidió seguir. Y lo logró. Con 28 años, el joven agrónomo, llegó a lo más alto de la montaña de Los Alpes, en el límite entre Francia, Italia y Suiza, junto a 6 de sus ocho compañeros. Confesó que la travesía fue más difícil de lo que pensaba pero su esfuerzo y fuerza mental, lo ayudaron a escalar y finalmente, llegar a los 4.810 metros sobre el nivel del mar.

“El 24 de junio salimos de Buenos Aires hacia Barcelona con dos jujeños, a uno lo conocía porque subimos juntos el Aconcagua. Llegamos el 26 y nos encontramos con cuatro argentinos más, tres salteños y un rosarino. Algunos tenían mucha experiencia en montaña porque tres de ellos lograron cumbres en Everest, Cho Oyu y Manaslu. El miércoles 28 alquilamos dos autos y partimos con destino a Courmayeur, Francia”, contó Francisco.

Mientras se conocían con el resto del equipo, empezaron a hacer las proyecciones de clima pero no eran muy favorables. Incluso pensaron que no iban a poder hacer cumbre.  Pero la suerte, o el destino, estuvieron de su lado. Unos días previos hubo una gran ola de calor en Europa. Eso les permitió que las condiciones climáticas mejoraran.

“Alquilamos dos autos y fuimos al norte, en el límite entre Francia, Italia y Suiza. Cruzamos a Italia y nos quedamos dos noches para después ingresar al parque. Al Monte Blanco se puede subir por dos vías, la francesa que es la más común y la italiana que es compleja y tiene mayor dificultad técnica”, mencionó.

El Monte Blanco forma parte de la cadena montañosa de Los Alpes. Es el punto más elevado de la Unión Europea y uno de los más altos del resto del viejo continente.

Después de una charla técnica con sus compañeros, decidieron intentar llegar a la cumbre desde un refugio ubicado a 3.070 metros sobre el nivel del mar.  El 1º de julio fue la fecha en la que comenzó la gran travesía. Después de una caminata de más de 20 kilómetros, ganaron 1.400 metros en altura.

“El segundo día hicimos un reconocimiento con luz de día del primer tramo del glaciar que debemos atravesar para llegar al Pitón de los Italianos. El lunes 3, 7 de los 8 integrantes del equipo decimos tirar cumbre. Salimos a la una de la mañana. Atravesamos el glaciar de noche, iluminados por las linternas de nuestros cascos, teniendo que saltar grietas, escalar sobre hielo y caminar sobre filos. El amanecer nos encuentra llegando al Dome de Gouter. Descansamos en Refugio Vallot, a 4.200 metros. Luego de una charla de equipo, 6 decidimos continuar”, relató Francisco.

El joven confesó que por un momento pasó por su mente la idea de no seguir. Pero se sentía contenido con su grupo al que le tenía confianza y decidió seguir. Al mediodía, los seis argentinos hicieron cumbre. “Hace cuatro años hice el Aconcagua y, al lado de Monte Blanco fue como Disney. La verdad, lo subestimé”, aseguró.

Después de estar en arriba, cerca de 10 minutos, comenzaron a descender. Pero divididos en dos grupos, uno bajó por el lado italiano y Francisco, junto a tres más, por el francés. El joven agrónomo contó que no fue fácil porque no los dejaron ingresar al refugio porque no tenían reserva y no había lugar. Así que tuvieron que pasar la noche en uno abandonado por el que apenas pudieron entrar por una ventana. Cuando amaneció, emprendieron el viaje final. Llegaron a uno de los pueblos, tomaron un bus, bajaron, subieron a otro y finalmente se reencontraron con el resto de sus compañeros para el abrazo final antes de volver.