24°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

24°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

EN VIVO

Uno de los peones dijo que el otro detenido mató al puestero

Declaró que el hombre le había confesado que asesinó a su patrón en una discusión, porque lo tenía cansado.

Por redacción
| 25 de enero de 2018
Al Juzgado. Florencio Ramos y César Romero el martes de la semana pasada, camino a la indagatoria. Foto: Unidad Regional II.

Ayer, a la mañana, cuando el juez instructor estaba a punto de redactar la resolución en la que plasmaría el destino de Florencio Ramos y César Romero, es decir si los procesaría o les dictaría la falta de mérito por el homicidio de César Crispín Etchart, uno de ellos decidió contar lo que sabía sobre el asesinato de su patrón. Romero declaró que la noche del sábado 13, Ramos y la víctima discutieron como otras tantas veces. Aunque hacía unos días que trabajaba con ellos en el campo “Villa Luján”, al sur de Arizona, ya había presenciado varios enfrentamientos de ese tipo. Sucedían a diario, dos o tres veces al día. Pero ese sábado, en particular, según él, se hartó y apenas vio que su compañero y su empleador empezaron una nueva pelea, en silencio y con disimulo, los dejó solos y se fue a dormir. Unas horas después, a mitad de la noche, el otro acusado lo despertó y le dijo: “Lo maté al viejo hijo de p… me cansó de tanto hacerme renegar”.

 

Al cierre de esta edición, el juez de instrucción Penal 2, Leandro Estrada, aún trabajaba en la resolución que definiría el procesamiento o desvinculación de los peones en el crimen. Ambos están imputados por “homicidio calificado por alevosía”. La acusación de un delito tan grave como ese no puede sobrellevarse en libertad, implica para su portador, además, la prisión preventiva.

 

Quizás esa posibilidad, de perder su libertad, hizo mella en la cabeza de Romero ayer, en el último de los ocho días de prórroga de la detención que había solicitado su defensor. Eso y el hecho de que decidiera cambiar de abogado, a último momento, lo convencieron para hablar en la indagatoria, a la que en un principio se había abstenido.

 

En presencia del fiscal Maximiliano Bazla y Leandro Contreras Baldovino, el abogado que contrató su padre, el joven le contó al juez que hacía apenas once días que trabajaba para el hombre de 73 años. Recordó que dos años atrás había ido a “Villa Luján”, a limpiar un tanque. En esa ocasión, conoció a Etchart, a quien todos en Arizona llamaban “El Vasco”. Dijo que, desde entonces, el anciano siempre quiso que trabajara para él.

 

 

LEÉ LA NOTA COMPLETA EN LA EDICIÓN IMPRESA

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo