20°SAN LUIS - Martes 15 de Julio de 2025

20°SAN LUIS - Martes 15 de Julio de 2025

EN VIVO

El país adolescente cambia todos los días las reglas de juego

Todos los juegos tienen reglas, aun los más simples. En cualquier deporte, un reglamento marca los límites, lo que se puede hacer y lo que no, las medidas de la cancha y de los implementos, los premios y castigos. Hasta en los juegos infantiles los niños ponen sus propias reglas, con rutinas inocentes que les sirven para darle sentido a la actividad.

 

Las reglas deben ser convenios inamovibles, al menos hasta que una gran convención que incluya la anuencia de todos los jugadores (léase una sociedad con sus gobernantes) decida los cambios. ¿O alguien se imagina un partido de fútbol en el que el primer tiempo dure 45 minutos y los arcos midan 7x3 y un segundo tiempo de dos horas y con arcos de 14x6, en una medida decidida en los vestuarios?

 

Sin embargo en la Argentina, ese país eternamente adolescente (o "jardín de infantes", como lo bautizó María Elena Walsh para graficar las atrocidades de la última dictadura), las reglas de juego no existen. O se cambian a cada rato, lo que es lo mismo, porque no se puede empezar de una manera y terminar de otra. Sin embargo, la historia se repite una y otra vez. Asumen los gobiernos y nos corren todo el tiempo la línea de gol.

 

Veamos ejemplos de distintas situaciones que plantea la vida en un territorio sin seguridad jurídica, que al fin y al cabo es lo que se desprende de la falta de reglas y lo que impide gozar de inversiones estables, de políticas a largo plazo y de la confianza de los ahorristas.

 

 

El agricultor

 

Mario G. (el nombre es ficticio, como el de todos los protagonistas de las distintas historias) planificó con tiempo la campaña agrícola 2019/20. Decidió ocupar su campo en partes iguales con soja y maíz. Cincuenta y cincuenta, para mantener los nutrientes y contar con suelos sanos. Invirtió en fertilizantes y herbicidas y se largó a la aventura, porque poner el dinero a cielo abierto con la disparidad climática y la neurosis política y económica actual es eso, una aventura.

 

Sacó el cálculo de rentabilidad teniendo en cuenta que el gobierno de Mauricio Macri había impuesto un año antes retenciones de 4 pesos por dólar exportado. Ya se olvidó de la bronca porque había prometido eliminarlas y luego dio marcha atrás. “Ya está”, se dijo Mario G., que ama el campo. Con el maíz creciendo y la soja luchando con la falta de lluvias, llegó Alberto Fernández y, apenas asumido, eliminó el decreto de Macri y dejó las retenciones en 12% para maíz y trigo (cuya campaña ya está en época de cosecha) y en 30% para soja. Y quiere más, 15% y 33% es lo que le propuso al Congreso.

 

Mario G. ya quemó los presupuestos y se prepara para ser “solidario” con los que menos tienen, aunque nadie es solidario con él, que no es terrateniente, ni anda en 4x4, ni tiene contactos en China. Mario G. es una víctima del cambio de reglas sobre la marcha.

 

 

El veraneante

 

Como Sergio H., que trabajó todo el año para gozar de unas merecidas vacaciones en Brasil. Ahorró peso sobre peso, sacó los pasajes para él y su familia en 12 cuotas gracias a un Cyber Monday y ya tiene la valija lista. Claro, no contaba con el dólar turista, que a partir de ahora va a costar 30% más que el oficial. Ya había sufrido la restricción de comprar dólares al precio oficial cuando Macri reinstauró el cepo y puso un límite de U$S200 por mes, y ahora, cuando quiso ir a comprar algo de “blue”, ya se le había disparado cinco pesos y promete escaparse aún más. No le quedará otra que ajustar, usar los pocos billetes que tenía atesorados, guardar la tarjeta de crédito para no sufrir con el resumen y recortar los gastos en la playa. Le cambiaron las reglas cuando ya estaba jugado, con pasajes y una estadía que ahora le va a salir 30% más cara.

 

 

El importador

 

Ni hablar de José R., que tiene una pequeña empresa de importación. Este año, a pesar de los vaivenes con el dólar y la economía, abrió una oficina más amplia, porque la otra le quedaba chica y pensó que la cosa podía mejorar. Le puso onda y le pagaron con una suba del 30% a toda compra en el exterior. Ahora no sabe cómo trasladar ese costo a clientes que están en la lona y que ya le deben de operaciones anteriores.

 

 

El empresario PYME

 

A Roberto L. las vacaciones le importan poco y las importaciones también. Tiene una PYME con 10 empleados y pasó de la alegría a la desazón. El nuevo Presidente había prometido, aun antes de asumir, ayudar a este tipo de emprendimientos, que fueron cacheteados sin piedad por la política de Cambiemos. Entonces él, un optimista empedernido, decidió contratar dos operarios más porque fabrica sombrillas y se venía el verano. Pero ahora a la presión tributaria asfixiante le agregaron la doble indemnización, por lo que si llueve mucho o no levanta la economía, hará menos sombrillas y quizá le sobre gente. Nadie le avisó lo que se venía, si no capaz que no contrataba a nadie. Roberto L. es otro nominado en la ruleta rusa de la improvisación.

 

 

Los dueños de la pelota

 

No se puede crecer sin reglas de juego claras, precisas y permanentes. El dueño de la pelota no se la puede llevar cada vez que le hacen un gol. Así no hay partido que aguante ni "brotes verdes" que lleguen, ni "segundo semestre" por venir. Así la Argentina seguirá siendo el país adolescente que no va a ninguna parte.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo