Policía acusado de "dealer" no admitió que la droga fuera de él

Lucas Román Andrada, el auxiliar de Policía detenido el pasado viernes, como sospechoso de dedicarse a hacer "delivery" de cocaína, fue trasladado este lunes al Juzgado Federal, para ser indagado por el juez Juan Esteban Maqueda. Declaró, pero no admitió que la sustancia hallada en su vehículo fuera de él, refirió su defensor, Rodolfo Mercau. "Al contrario, dijo que los vidrios del auto estaban rotos", dando a entender que quizás el estupefaciente podría haber sido depositado allí por otra persona, indicó el letrado, quien pedirá la excarcelación del efectivo.

Yésica Joana Asencio, la mujer que aquella madrugada estaba con Andrada, también declaró este lunes, según informó la secretaria del mencionado juzgado, María Belén Vila. Fue asistida por la defensora oficial, Alejandra Videla. Pero no trascendió qué manifestó la imputada, de 34 años.

Luego de su paso por tribunales, por orden del magistrado, tanto Andrada como Asencio fueron trasladados al Servicio Penitenciario Provincial, donde quedarán alojados, refirió la directora general de Lucha Contra el Narcotráfico, comisario mayor Andrea Cura.

A Andrada le imputaron el inciso c del artículo 5 de la Ley 23.737, que reprime con prisión y multa a quien "comercie con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación o los tenga con fines de comercialización, o los distribuya, o dé en pago, o las almacene o transporte".

El auxiliar de Policía de 34 años quedó detenido a la una de la madrugada, aproximadamente, del viernes 29, en las calles Florencio Navarro y Ascasubi del barrio Maximiliano Toro de San Luis, cuando estaba en su automóvil junto a Asencio, quien cumple la función de seguridad comunitaria en una escuela próxima.

Andrada cayó en un operativo circunstancial que los agentes de la división Lucha Contra el Narcotráfico desarrollaron tras recibir un llamado, en el que les avisaban que en el barrio Maxiliano Toro había un rodado de determinadas características, en el que había una persona que comercializaba droga.

Un grupo de investigadores de civil fue al lugar señalado, localizó un auto como el descripto y vio que adentro había una pareja. El hombre, que estaba de civil, se identificó inmediatamente como policía, y dijo que estaba con la mujer en una cita, contó aquel día la comisario mayor Cura. Pero, según trascendió, tiene esposa e hijos.

Explicó que, dado que presentaba algunos indicios de que podía haber consumido cocaína —en concreto, tenía las pupilas dilatadas— y como el vehículo de Andrada era similar a aquel en el que presuntamente andaba un "dealer", los agentes de Narcotráfico decidieron requisar el rodado.

Al hacerlo, encontraron envoltorios de cocaína, cerca de 11 mil pesos en efectivo y algunos elementos indiciarios de la actividad ilegal, tales como un cuchillo con sustancia blanca, recortes de nylon —se presume que para hacer "baguyos"— y una balanza, enumeró la comisario mayor. Puesta en la calle, la droga que llevaba vale 50 mil pesos, refirió la jefa policial.

"Secuestraron entre 30 y 31 gramos de cocaína. Tengo casos donde tenemos hasta 100 gramos de cocaína y una balanza de precisión y se ha entendido como tenencia para consumo. Hay consumidores que compran y llevan su balanza para corroborar que no les vendan menos cantidad", explicó Mercau, para rebatir el hecho de que anduviera con una balanza en el vehículo.

Pero, al parecer, su cliente no manifestó expresamente en la audiencia si es o no consumidor de este tipo de sustancia. Lo concreto es que Mercau apuntará a tratar de cambiar la imputación, de tenencia para comercialización por otra menos grave, tenencia para consumo.

Respecto al dinero que llevaba —que los investigadores consideran indicio de las transacciones— dijo que su cliente había cobrado, que había hecho ese día una extracción de dinero y esa es la razón por la que tenía esa suma encima.