Recuperaron una notebook que un ladrón robó de una casa mientras dormían

Hallaron una y el delincuente confesó el robo de otra. Policías del Departamento Investigaciones allanaron una casa de la calle 25 de Mayo, al oeste, donde vive un joven de apellido Orozco. Para la Policía él sería el autor del robo que ocurrió el 14 de mayo en una vivienda de la calle Balcarce al 1500, de donde un delincuente se llevó una notebook mientras la familia dormía.

Según contó el jefe del departamento, subcomisario Ángel Gudiño, el lunes cerca de las 17 allanaron la vivienda de Orozco bajo la orden del juez Penal 2, Ariel Parrillis. Dijo que allí secuestraron un par de zapatillas del joven, que serían las que usó el día del hecho, y además confesó otro.

“Si bien identificamos al presunto autor ahora debemos reunir las pruebas que lo relacionen directamente con el hecho. El Departamento de Investigación de Delitos Complejos, del Poder Judicial, hará comparaciones de las imágenes de las cámaras de seguridad que aportó el damnificado, que son las únicas pruebas que hay, con los elementos secuestrados”, señaló Gudiño.

Aseguró que el joven tiene unos 23 años y cuenta con antecedentes por robo. Además, los efectivos se llevaron una sorpresa. Gudiño contó que cuando allanaron la casa de Orozco, éste les confesó que había participado de un robo en jurisdicción de la Comisaría 1ª, donde se hizo de una computadora valuada en 46 mil pesos, y que la vendió a un vecino. También fue recuperada pero no fue imputado por el hecho dado que cuando los policías fueron a corroborar, el damnificado les dijo que no había hecho la denuncia.

El segundo allanamiento fue en la casa de otro vecino. Él le había comprado, por 700 pesos, la notebook que Orozco habría robado de la casa de Javier Raddi, el dueño de la casa de calle Balcarce.

En la vivienda de Raddi el ladrón estuvo 48 minutos revisando cada rincón del departamento mientras el dueño dormía en un sillón en el living y su esposa y tres hijos, en las habitaciones.

De esa secuencia se enteró en la mañana cuando despertaron y se percataron de que faltaba una notebook. Miraron las cámaras de seguridad y vieron que había entrado un ladrón.

“Entró a las 3:05 por la puerta de atrás del departamento. Cruzó unos cuatro domicilios antes de llegar al mío”, contó Raddi.

Dijo que él estuvo hasta las 2:50 viendo una serie, acostado en el sillón. Escuchó un ruido en el patio. Miró por la ventana y, como no vio nada raro, se volvió a acostar. Las ventanas y la puerta estaban sin medidas de seguridad.

El ladrón estuvo más de 25 minutos mirando desde una ventana los movimientos de la casa. A las 3:28 tomó coraje y entró por una ventana pequeña que da hacia la cocina.

Una vez adentro el delincuente empezó a mirar desde la cocina. Vio que Raddi se volvió a despertar, se sentó en el sillón y miró el monitor que registra las imágenes de las cámaras. Mientras tanto, el ladrón lo miraba desde atrás de la barra, hasta que el hombre se volvió a acostar y se quedó dormido.

El intruso comenzó a gatear. Fue al comedor y hasta un pasillo que da hacia las habitaciones. De la misma manera anduvo alrededor de la mesa, de donde tomó una notebook Compaq HD negra.

“Fue hasta el living y hurgó muebles. Pasó por el lado mío. Parece que yo me desperté y él se tiró cuerpo tierra”, relató Raddi a El Diario, horas después del robo.

Luego, el ladrón fue hasta la cocina y abrió un bolso que él había llevado. Cargó la notebook, se escondió otro rato detrás de la barra y volvió hacia el pasillo. “Tenemos una perra salchicha. Estuvo tirado en el piso mirando entre cinco y diez minutos. Mi esposa dice que ella sentía que la perra gruñía”, aseguró.

El delincuente regresó hacia la barra y de nuevo hacia el pasillo. “No estuvo nada y se fue corriendo porque la perra lo empezó a ladrar. Mi esposa se levantó, él se volvió a la cocina y escapó por la misma ventana por la que había entrado”, señaló el hombre.

Que una de las cámaras no funcionara y que la computadora faltara le llamó la atención a Raddi e hizo que viera los registros para descubrir que un ladrón estuvo en su casa.