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Quieren optimizar el proceso de los trasplantes de órganos

La charla apuntó a agilizar la detección de los potenciales donantes y, así, salvar más vidas. 

Por redacción
| 27 de julio de 2019
Actualización. También informaron sobre los alcances de la Ley Justina, aprobada el año pasado. Foto: Héctor Portela.

La sala de capacitaciones de la guardia central del policínico regional Juan Domingo Perón fue sede de una charla a cargo del Instituto de Trasplante de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para optimizar el reconocimiento de los posibles donantes, agilizar la ablación y poder salvar más vidas. Además, detallaron las nuevas disposiciones a partir de la implementación de la Ley Justina. 

 

Jorge Vergés, el encargado de la Red Integral de Actividad de Procuración (RIAP), estuvo al frente de la formación destinada a los especialistas de terapia intensiva, de la guardia y del servicio de oftalmología.

 

"La posibilidad de hacer un trasplante es, primero, detectar un potencial donante, evaluarlo y ahí tendremos la posibilidad de que sea uno real y efectivo, para que luego de la ablación podamos seguir salvando vidas generando la donación. La procuración es el proceso que inicia con la detección", explicó el bonaerense. 

 

Entre los temas, abordaron qué órganos se pueden donar, cuáles en el vivo y cuáles en el cadavérico, la cantidad de gente en lista de espera, las estrategias para generar a ese potencial donante e incluyeron la función del profesional ante la nueva legislación.

 

"Esto es un acto médico, el detectar a la persona, mantenerla y avisar a los organismos jurisdiccionales, que acá sería el Cucai San Luis. Cuando hay un fallecido que hizo un paro cardíaco, a quien se reanimó y no salió, puede ser donante de tejidos. Y a aquel que hace clínica de muerte encefálica se le hace el diagnóstico y es otro a corazón batiente multiorgánico, depende de las edades y criterios será de varios o pocos órganos. Es la única manera", remarcó Vergés.

 

El responsable del RIAP destacó que la Ley Justina modificó puntos "clave" e "importantes", y brindó herramientas más poderosas con las que surgieron cambios necesarios. "El año pasado cerramos con una tasa de donantes superior, la más grande del país, de 15,7 donantes por millón de habitantes, porque bajó la negativa familiar. Ese donante presunto fue más efectivo ya que a la fuerte decisión de los familiares de dar el consentimiento o no, ahora la absorbe el artículo 33", indicó.

 

Antes de la normativa, el registro era de apenas 12 por millón. Entre julio del año pasado y el mes en curso, el aumento ha sido significativo: los números llegan a 20 por millón de argentinos. "Creemos que cerraremos con 21 a 22 en diciembre", se ilusionó Vergés. 

 

Sin embargo, por más que modificaron la tasa por millón de habitantes no han logrado bajar esa gran cantidad de pacientes en lista de espera. Aún hay casi 10 mil personas en todo el país que aguardan para mejorar su calidad de vida.
Entre los órganos más requeridos, aunque difíciles para hacer una ablación, están el corazón, los pulmones y el páncreas.

 

Lo que más realizan es el de riñón, pero actualmente hay más de 20 mil personas con insuficiencia renal que está en proceso de diálisis y están a la espera de ese órgano.

 

Además de recorrer el país, el instituto bonaerense hace difusión por medio de charlas virtuales, que pueden ser interactivas, o a través de cursos intensivos. Asimismo, llevan las formaciones a las universidades estatales y privadas para que el médico conozca acerca de la procuración antes de recibirse.
 

 

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