La iglesia Nuestra Señora de Pompeya palpita sus 25 años

Con una lista de remodelaciones y un mantenimiento general, la parroquia Nuestra Señora de Pompeya, que está ubicada en el barrio ATE II, se prepara para celebrar el 25 aniversario de su creación. El párroco de la institución comentó que los trabajos se están llevando adelante “gracias a la colaboración y donaciones de los creyentes” y adelantó que están con muchas expectativas y ansiedad para el gran festejo, que será el domingo 6 de octubre.

“Nos estamos preparando con muchísimas ganas, queremos dejar este lugar lo mejor posible para que la gente se sienta más cómoda cada vez que venga”, expresó el padre Jesús Narváez, el sacerdote de la iglesia que se concentra en la manzana 7, quien con mucha emoción destacó: “Este va a ser el primer aniversario importante que vamos a festejar y estamos con muchas expectativas”.

En cuanto a los trabajos, el cura detalló que actualmente se está haciendo una remodelación del lugar donde está la virgen. “Le cambiaron todo el piso y además hemos pedido que bajen un poco el nivel de la plataforma, ya que por la altura que tenía consideramos que era un poco peligroso cuando subía la gente grande, y también para los más pequeños”, detalló Narváez, que además adelantó la construcción de un espacio “para poder desarrollar los bautismos un poco más cerca de la virgen”.
Mientras se lleva adelante la obra, el párroco comentó que por el momento a las misas las están haciendo en el salón parroquial, que está a la vuelta del actual edificio. “Hemos vuelto a un viejo sitio, ya que ahí fueron las primeras ceremonias de esta iglesia, y ahora es una sala de usos múltiples”, recordó.

A su vez, adelantó que una vez que finalicen las tareas de remodelación adentro del templo, en la parte de afuera van a renovar la pintura de las paredes y las rejas, y harán otros trabajos más simples de mantenimiento. “Por una semana y unos días más vamos a estar en el salón y calculamos que después volveremos al lugar de siempre, por eso elegimos comenzar por lo más grande”, señaló el padre.

Si bien la obra cubre todas las demandas físicas que atravesaba el edificio, Narváez confesó que constantemente están haciendo mantenimientos. “Siempre tratamos de arreglarla, pero hay que reconocer que ya pasaron 25 años y las estructuras se empiezan a deteriorar. Por eso es que decidimos llevar adelante este proceso, que se logró gracias a la colaboración y donación de mucha gente que viene a esta parroquia”, remarcó el sacerdote, que aprovechó para comentar que hoy habrá una venta de empanadas en el salón para seguir juntando fondos para los materiales. “Hace varios años que venimos realizando distintos eventos junto con la comunidad para cubrir los gastos que van surgiendo, como también fue el caso de esta obra, que nos costó mucho”, afirmó.