12°SAN LUIS - Martes 23 de Abril de 2024

12°SAN LUIS - Martes 23 de Abril de 2024

EN VIVO

Tres religiones y un funeral: ¿Qué permiten los cultos?

El Papa emitió en 2016 un comunicado donde expuso las siete reglas para la cremación y la conservación de las cenizas de los muertos

Por redacción
| 18 de agosto de 2019
Rituales. Los musulmanes entierran los cuerpos sin ataúd. Foto: Shuterstock.

El Vaticano emitió en 2016 un comunicado donde expuso las siete reglas para la cremación y la conservación de las cenizas de los muertos, atentos al avance de esta práctica en el mundo, pero recomendando continuar con la sepultura de los difuntos porque "confirma su fe en la resurrección de la carne". 

 

Así la cremación se puede hacer "cuando no sea contraria a la voluntad expresa del fiel difunto o por razones de tipo higiénicas, económicas o sociales y cuando no haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana". 

 

Además "las cenizas del difunto deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente". El Papa Francisco también aprobó que "para evitar cualquier malentendido panteísta, naturalista o nihilista, no sea permitida la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma, o la conversión de las cenizas en recuerdos conmemorativos, en piezas de joyería o en otros artículos".

 

Para el Judaísmo el alma se albergó en el cuerpo para morar en este mundo y cumplir la misión de darle significado a la vida diaria y como socia del primero el alma no lo abandona de inmediato, sino que permanece cerca, revolotea a su alrededor hasta el entierro y luego va y viene de la tumba a la casa donde se lleva a cabo la shivá (semana de duelo).

 

La fe judía alega que para el alma es doloroso ver que el cuerpo es maltratado, abandonado o profanado, y la cremación le causa una tremenda e innecesaria agonía debido al desligamiento antinatural y repentino. El proceso de dolorosa separación ocurre a medida que el cuerpo se degenera, así que cuando es enterrado, se descompone lentamente y ello reconforta al alma mientras se desliga de él. Por eso la ley judía prohíbe embalsamar el cuerpo o enterrarlo en un mausoleo y ordena que los funerales se realicen lo antes posible. Además, los judíos son sepultados en una caja de madera endeble, que ayuda a acelerar el proceso de degradación corpórea.

 

Todos los rituales musulmanes que giran en torno a la preparación del cuerpo antes de su enterramiento son llevados a cabo por mujeres si se trata de una de ellas la persona fallecida, y los hombres se ocupan del muerto si es un varón. Para trasladar al difunto es habitual que se utilice un ataúd de madera sin tapa. En el cementerio el cadáver se deposita directamente en la tierra para que esté en contacto con ella y sobre su costado derecho con la cara dirigida a La Meca. El Islam, como la fe judía, reprueba el embalsamiento, la cremación e incluso las tumbas y monumentos funerarios. Los musulmanes creen en la resurrección, no en la reencarnación, en que la muerte es el comienzo de otra fase de la existencia en el Jardín o en el Fuego descritos en las escrituras de la religión islámica.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo