Julio cosechó amigos y anécdotas en 30 años manejando colectivos
Empezó a los 21 y ahora espera el momento de jubilarse. Fue bombero voluntario y trabajó en la Policía provincial.
Julio Migliavacca cumplió más de 30 años de servicio como chofer del transporte urbano de pasajeros. El hombre, quien ha visto pasar a generaciones por los asientos de las unidades que ha manejado, además se desempeña como delegado del gremio de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), tarea que realiza para defender los derechos de sus compañeros. La Comuna decidió reconocer su trabajo y le hizo llegar una placa que plasma su esfuerzo y dedicación a lo largo del tiempo.
Nació y transitó su vida hasta la actualidad en la ciudad de la Calle Angosta y siempre de alguna manera su trabajo fue recorrer las calles de la localidad. Sus comienzos frente al volante fueron en 1986, y de casualidad, ya que desde los 15 años era mensajero de un correo. A los 21, a través de conocidos, le llegó la propuesta y no dudó en aceptarla, sin saber que no se volvería a separar de los colectivos.
“Siempre me gustó ayudar a la gente. A los 8, cuando era niño, empecé en Bomberos Voluntarios y también estuve 30 años allí. Así que tanto eso como mi profesión me han permitido conocer a muchas personas y a buenos compañeros”, dijo el actual conductor de la empresa Sol Bus.
Además, comentó que también trabajó en la Policía de la Provincia, pero que en sus tiempos libres y en los francos laborales aprovechaba para ser chofer.
“Prácticamente nunca me desligué. Uno tiene la posibilidad de conocer a mucha gente, de todas las clases sociales, de poder hablar con ellos y de hacer muchos amigos”, aseguró.
Sin embargo, sostuvo que las tareas y las responsabilidades no han sido para nada fácil en Costa Turismo, en Taynor y en Travelsur, que fueron algunas de las firmas por las que pasó. “Por ahí muchos creen que es solo manejar, pero sos una persona multifunción arriba del colectivo. Ahora estamos un poco más desligados con la incorporación de las máquinas con las que damos los boletos, hay que atender las consultas que nos hacen los pasajeros, estar atento a la puerta trasera y usar bien los espejos”, explicó.
Su familia lo ha acompañado siempre y casualmente su vida personal también está relacionada con el transporte, ya que su pareja es taxista. “Ya estoy en la etapa final para poder jubilarme, pero voy a trabajar un poco más mientras pueda seguir haciéndolo, de salud estoy bien”, añadió.
El mandatario Maximiliano Frontera decidió valorar los años de trabajo del conductor y le envió un diploma que lo puso feliz.
“Lo conozco desde hace mucho tiempo. Cuando iba al colegio tomaba la línea 2 en el refugio que estaba detrás del hospital en el barrio Los Acacios donde crecí, y Julio siempre me llevaba hasta la iglesia de la Merced, porque iba a la escuela Pedernera”, recordó el intendente de Villa Mercedes.
Migliavacca confesó que primero lo tomó por sorpresa un mensaje. “Me mandó un audio por WhatsApp por mi esfuerzo, y eso me dio una alegría muy grande, ya me había llenado el alma porque sentí que tantos años no fueron en vano al cosechar este tipo de cosas. Y luego la mención me desbordó de felicidad, y a mi familia también”, expresó con emoción.


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