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Home office: aconsejan tomar "pausas activas"

Un kinesiólogo marcó la importancia de realizar ejercicios para evitar dolores y mantener una buena postura.

Por redacción
| 01 de mayo de 2020
Un alivio. Los ejercicios son simples y se pueden realizar en una silla. Foto: Gentileza.

La pandemia modificó, entre otras cosas, la forma de trabajar. Con los empleados cumpliendo tareas desde sus hogares (home office), las horas frente a la computadora se duplicaron. Por esto es importante mantener una buena postura y realizar “pausas activas” durante el horario laboral para evitar el dolor de espalda y otras dolencias, aseguró el kinesiólogo Santiago Farenga, presidente de la Fundación Argentina de Ciencia y Salud.

 

“Se hace imprescindible la corrección de nuestras posturas y la aplicación de pausas activas de ejercicios para contrarrestar la gran cantidad de horas que permanecemos sentados, muchas veces de manera sedentaria y en una postura incorrecta, que trae como consecuencia diversos dolores músculo-esqueléticos”, apuntó Farenga.

 

El kinesiólogo marcó que entre el 30 y el 70 por ciento de los empleados en Iberoamérica experimenta dolores por esfuerzo físico y posturas sostenidas en el tiempo. Por esto son importantes las pausas activas que Farenga definió como momentos cortos al inicio o en el intermedio de cada jornada laboral, donde se realizan diversos ejercicios físicos enfocados en relajar y movilizar aquellas partes del cuerpo en las cuales se concentran mayor tensión o sobrecarga por las actividades diarias.

 

“Hay estudios realizados donde los trabajadores perciben incomodidad o dolor a los 30, 65 y 115 minutos de estar en una posición de trabajo. Por eso muchas veces se recomienda hacer una intervención de ejercicios o movimientos antes de cumplir estos tiempos”, detalló.

 

Cumplir con los ejercicios tiene múltiples beneficios. El licenciado marcó que contribuyen a reducir el estrés, a mantener la movilidad articular y activar la función muscular. También ayudan a mejorar la postura y disminuyen el riesgo de patologías laborales.

 

 

Los ejercicios buscan  relajar y movilizar las partes del cuerpo que están más tensionadas. 

 

 

Farenga también advirtió que la falta de movilidad y la mala postura contribuyen a los dolores de espalda. “Es un padecimiento generalmente benigno, pero muy autolimitante. Sabemos que entre el 70 y 80% de la población adulta en el mundo ha tenido un episodio de dolor lumbar una vez en su vida. Es la región de nuestra columna sometida a mayor sobrecarga”, describió el especialista, quien agregó que es la causa más común de discapacidad en menores de 45 años y la segunda causa de ausentismo laboral después de las enfermedades respiratorias.

 

Mantener una buena postura por su parte reduce la fatiga ya que los músculos se usan de manera eficiente y el cuerpo necesita menos energía para moverse o mantenerse en una posición; mejora la alineación de las articulaciones, disminuyendo las cargas sobre estas y obviamente disminuye los dolores que se puedan provocar en la espalda.

 

 

Algunos ejercicios

 

Farenga enumeró algunos de los ejercicios de las pausas activas que se pueden hacer sentados en la misma silla en la que se trabaja. El kinesiólogo recomendó consultar siempre a un especialista antes de realizarlos.

 

El primero de ellos implica que la persona entrelace las manos detrás de la cabeza y lleve el mentón hacia el pecho, estirando los músculos posteriores unos segundos y luego volviendo a la posición inicial.

 

Otro ejercicio consiste en colocar la mano sobre la oreja opuesta y llevar la cabeza hacia el hombro para estirar los músculos laterales del cuello. También hay que sostener unos segundos y hacerlo con ambas extremidades.

 

Mientras, otra actividad consiste en rotar la columna hacia un lado y otro, con un movimiento suave y sosteniendo la postura sobre el final, siempre volviendo a la línea media con cuidado.

 

Además, el trabajador puede estirar el brazo hacia adelante a la altura del hombro, extendiendo la muñeca para estirar los músculos flexores de los dedos y reforzar el estiramiento tomando los dedos de la otra mano.

 

Por último, llevar la rodilla al pecho tomándola con ambas manos para lograr la flexión máxima posible para estirar los músculos de la cintura. Esta actividad se puede realizar con ambas piernas y sosteniendo la posición inicial unos segundos.

 

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