Teatro: los aplausos y las risas imaginarias
Los Pirípulos se reinventaron en tiempos de pandemia y presentaron su obra de teatro virtual.
Una dupla que sabe de viajes y aventuras tuvo que quedarse en casa cuando se desencadenó la cuarentena y los tiempos de creación buscaron un nuevo rumbo. Guillermina Gómez Miró y Fabián Rodríguez, integrantes de Los Pirípulos, decidieron reinventar sus historias sin perder la picardía y crearon "Alfonsa y Venteo, online", la obra de teatro virtual que fue estrenada el sábado pasado en sus redes sociales. Las siguientes funciones serán los sábados 1º y 8 de agosto, a las 21.
La compañía teatral de Carpintería fue una de las seleccionadas por el Instituto Nacional de Teatro (INT) en el concurso de actividades performáticas que se realizó durante mayo. Los actores mandaron su propuesta y quedaron elegidos con otros nueve artistas de la provincia y más de 500 de todo el país para realizar su obra virtual bajo el apoyo del INT.
10 proyectos puntanos eligió el INT en el concurso nacional de actividades escénicas.
Alfonsa y Venteo son dos auténticos viajeros que, como sus intérpretes Guillermina y Fabián, tuvieron que acomodarse a las nuevas normativas que dejó la pandemia, pero eso no fue motivo para no vivir nuevas aventuras.
En la primera entrega de esta obra, Venteo, quien se encuentra en Fase 1 de cuarentena con todos los cuidados que requiere, recibe a su compañera Alfonsa, quien vive en una eterna Fase 5. Las conversaciones, la complicidad y las picardías abundan en el tiempo que dura la función que quedó guardada en las redes sociales para que el público la disfrute las veces que sean necesarias. "Los personajes se dan cuenta que pueden viajar a través del arte", agregó Fabián, quien adelantó que la próxima aventura llevará a los protagonistas por tierras francesas.
La ayuda del INT fue un empujón indispensable para que Los Pirípulos sigan en movimiento. "Son imprescindibles la presencia del público, las carcajadas, las devoluciones y los abrazos al finalizar la función. Fue todo un desafío realizar esta perfomática, que tuvo su estudio y su trabajo a prueba y error", contó Rodríguez.
En treinta años de trayectoria que tiene el grupo teatral, el 2020 es el primer año en que no puede salir al escenario y mostrar sus destrezas artísticas. Un hecho que los marcó como actores y como personas.
Fabián y Guillermina, más allá de la actuación, formaron una familia con hijos que los acompañan en cada función, ya sea desde la logística, la música o la producción. "Al principio le dedicamos tiempo a nuestra casa. Tuvimos momentos de angustia y depresión, como también de gratitud. Vivimos cada momento y lo disfrutamos como una señal de unirnos como familia y crear nuevas historias", agregó Fabián y adelantó que ya terminaron su estudio teatral La Cometa, el primero en la localidad donde en un futuro se brindarán funciones y talleres.
Para Los Pirípulos, este tipo de espectáculos no llega a definirse como teatro porque falta lo indispensable para que lo sea: el contacto corporal, las carcajadas y el aplauso de la gente. "El humor necesita del público. Sentimos que no es teatro porque uno necesita que sea vivencial. Es un convivio para nosotros. Si no estás con el otro mirándolo y sintiendo su respiración, no hay teatralidad", explicó.
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