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En 2020 recuperaron a más de 500 animales silvestres

Recibieron atención y cuidado en el Centro de Conservación que está  ubicado en la localidad de La Florida.

Por redacción
| 12 de enero de 2021
En riesgo. La tenencia de animales silvestres perjudica a los ecosistemas naturales y está sancionada por ley. Foto: ANSL.

La Secretaría de Medio Ambiente y Parques durante el 2020 recuperó a más de 500 animales silvestres en toda la provincia, cifra superior al 2019, que fue de 362, y al 2018 que llegó a 346, según datos estadísticos brindados por la repartición gubernamental.

 

El 95 por ciento de las especies que se rescataron fueron aves como mistos, reina moras, picahuesos, jilgueros y en menor cantidad cardenales amarillos y rey del bosque. El porcentaje restante corresponde a mamíferos, como zorros y pumas. En todos los casos eran víctimas de tenencia o de tráfico ilegal.

 

Indicaron que todos los animales recibieron atención y el cuidado necesario en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS), ubicado en la Reserva Flora Faunística de la Florida. En algunos casos, tras su rehabilitación, pudieron volver a su hábitat natural.

 

El jefe del Subprograma Biodiversidad de la Secretaría de Medio Ambiente y Parques, Nicolás Bistolfi, precisó que “este fue uno de los años que más animales silvestres recuperamos. La mayoría proviene de decomisos a personas que los tenían en cautiverio. El 95 por ciento son aves silvestres a las que se llaman canoras, que son buscadas por aquellos que les gusta tenerlas en jaulas, por su belleza estética y por su canto”.

 

Una gran cantidad de las especies se recuperaron durante la pandemia de la COVID-19. “Muchas personas estaban en sus casas y observaban la vivienda de sus vecinos; veían que tenían animales silvestres y los denunciaban”, señaló y agregó que “lo importante es que se lograron rescatar y que la gente tome conciencia de que la tenencia de animales silvestres está mal porque perjudica los ecosistemas naturales y además está penado por la ley”.

 

Los animales rescatados siempre son trasladados al CCVS para que comiencen un período de rehabilitación, que consta de tres partes y que realizan de forma simultánea.

 

“La primera instancia es la recuperación física, como es el caso de las aves que estuvieron mucho tiempo en cautiverio en una jaula y que perdieron musculación en las alas. No se pueden liberar inmediatamente porque no podrían volar y en el caso de que tengan alguna herida también se sanan. Después hay una recuperación sanitaria que tiene que ver con la parte de parásitos, que hay que curarlos para que cuando se los libere a la vida silvestre no contagien. La última etapa es la conductual, que se trata de enseñarles de nuevo a los animales a que puedan vivir en su hábitat, que puedan buscar su alimento y su refugio. Son animales que están mascotizados, no han necesitado recursos entonces pierden ese instinto”, describió Bistolfi.

 

En especies como el puma, la rehabilitación conductual no se puede conseguir dado que las personas que los mascotizan, los sacan de sus hábitats cuando son pequeños. “No tienen los cuidados parentales que necesitan, que es aproximadamente por dos años, para que la madre les enseñe a cazar y moverse en el ambiente natural, y eso los seres humanos no lo podemos reemplazar”, contó.

 

Debido a esto, los pumas no son liberados y quedan en las pumeras, donde así son parte de la educación ambiental como un  ejemplo de las consecuencias del mascotismo.

 

La mayoría de los animales proviene de decomisos realizados a personas que los tenían en cautiverio (Nicolás Bistolfi)

Según el funcionario, el tiempo de rehabilitación para que los animales recuperados regresen a su hábitat depende de la especie y de otros factores. “Está supeditado al estado cuando ingresaron al centro de conservación, pero generalmente son largos períodos de tiempo con mucho trabajo”, manifestó.

 

Hay dos especies en la provincia que tienen inconvenientes de conservación, como lo son el cardenal amarillo y el rey del bosque. “Hay varios ejemplares que fueron recobrados en 2020 y fue muy importante, porque son poblaciones con problemas de supervivencia y que tienen un número reducido. Lo atribuimos al mascotismo, la tenencia y al tráfico ilegal de animales”, destacó.

 

En San Luis la tenencia de animales silvestres es un delito, al menos que la persona posea la documentación pertinente. “A la gente que tiene a los animales en cautiverio se le levanta un acta de infracción a la ley provincial de fauna y le aplican una sanción económica”, resaltó.

 

Un ingreso destacado

 

Por otro lado, el ingreso más destacado del año pasado, fue el cóndor andino llamado Quilletequiam. El ave había sido rescatada en el 2011 y presentaba heridas que le impidieron volver a volar.

 

Luego de ser parte de un proyecto de conservación para su especie que se llevó adelante en Río Negro, volvió a San Luis, su provincia natal, para residir en el CCVS.

 

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