San Luis congregó a fanáticos de Citroën de toda la Argentina

"Viene de mis padres. Cuando era chico tenían un Citroën, mi primer auto fue de la misma marca y el de mi primer trabajo también. Uno lo lleva en la sangre; cuando era chico, mi casa era la del Citroën", recordó Héctor Clerk, quien hizo 650 kilómetros a bordo de un 3cv desde la ciudad de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, a La Florida en San Luis, para formar parte del segundo encuentro provincial del Citroën, organizado por aficionados puntanos. La lluvia lo acompañó hasta Laboulaye, Córdoba, pero aun así no tuvo dificultades para llegar a destino. "El auto anduvo muy bien. Quienes andamos en estas cosas somos fanáticos, siempre los vamos a querer aunque nos hagan renegar y nos dejen tirados en la ruta", remarcó.

Héctor fue uno de los 44 conductores que vinieron de distintos puntos del país, como Paraná, Tucumán, Río Negro, Córdoba, Villa María, Alta Gracia, Lincoln, Mar del Plata, Lobos, Mendoza, San Juan y San Rafael, a bordo de modelos clásicos como el 3cv, Ami 8, Mehari y Dyane, algunos de ellos con flamantes trabajos de chapa y pintura. Otros, en cambio, no quisieron ocultar el paso del tiempo en sus queridas "ranas".

Para la jornada de ayer, "Unidos por un Citro San Luis", que organizó el encuentro, esperaba otra veintena de asistentes. "Lamentablemente la gente que vino de otros países no pudo pasar la aduana, por la situación de público conocimiento", agregó Sebastián Alcaraz, uno de los organizadores, quien, sin embargo, destacó la cantidad de visitantes que arribaron de otras provincias a pesar de la pandemia.

Señalaron que el encuentro empezó el viernes y se extenderá hasta hoy. 

 

Entre todos los vehículos, Alcaraz apuntó al "abuelo", el más antiguo de todos, un modelo del año 60, propiedad de Gustavo Mola, vicepresidente del San Juan Citro Club. "También han llegado muchas citronetas; estamos felices", afirmó.

No hay otra forma de disfrutar de los clásicos modelos si no es en la ruta. Por eso, el primer día del encuentro este viernes los autos partieron desde el Rancho Móvil Club en La Florida y recorrieron El Trapiche, pasando por la Reserva Florofaunística. Para muchos visitantes era toda una novedad conocer la localidad, atravesada por ríos y llena de vegetación. Los ocupantes aprovechaban para levantar el clásico techo de lona de los autos y darle un mejor vistazo al paisaje serrano.

La postal de la jornada fue, sin dudas, la de los 3cv atravesando lentamente, pero con seguridad, una de las calles desbordadas de agua por la crecida del río, provocada por las lluvias de las últimas semanas, ante la mirada atenta de vecinos que disfrutaban de la costanera.

Posteriormente, expusieron los autos en el parque del ex Hotel Class. "Respetamos el distanciamiento, los protocolos y todo lo que la pandemia nos pide, pero no dejó de ser un show realmente", afirmó Alcaraz, quien marcó que ayer conocieron el Circuito Internacional de Potrero de los Funes y, por permiso de la Municipalidad, pudieron exponer sus vehículos allí.

Hoy ya será el día de despedida. Muchos volverán a sus provincias de origen, mientras que otros eligieron San Luis para iniciar sus vacaciones. "Lo que se destaca de estos autos es que se disfruta en familia; muchos han llegado con su pareja y con sus hijos. Viene desde el más chiquito hasta el abuelo", reflexionó, por último, el organizador.