Una toma de rehenes en Caseros terminó con 2 muertos y 3 policías heridos

Un hombre con antecedentes penales y fuera de sí permaneció cerca de 10 horas atrincherado en su casa de la localidad bonaerense de Caseros, efectuó unos 300 disparos y asesinó a un amigo al que mantuvo como rehén, hasta que finalmente murió baleado por la policía que irrumpió en su vivienda.

El incidente terminó alrededor de las 9:30 cuando los policías irrumpieron en el domicilio situado en la calle Tres de Febrero al 3.900 y se produjo un intenso tiroteo, en el que Alejandro Maldonado, el hombre de 47 años que protagonizó el incidente, terminó muerto.

También se constató que falleció el amigo que Maldonado mantenía como rehén, de 42 años, que según confirmó luego el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, “llevaba muerto unas cinco horas según constataron los forenses”.

Durante el operativo también resultaron heridos tres policías bonaerenses, uno de ellos con un impacto en el cuello, otro en el tórax y el tercero y más grave, en la arteria femoral, por lo que fueron llevados al hospital Ramón Carrillo.

Antes del cruento desenlace, Maldonado, que se encontraba fuertemente armado, provisto de chaleco antibalas, varias armas y cientos de proyectiles, había realizado al menos 300 disparos contra los policías durante las casi diez horas que duró el incidente.

Berni sostuvo que el hombre que fue abatido tras aparentemente tomar como rehén a un amigo, "estaba totalmente enajenado" y todas las instancias de negociación "resultaron negativas".

El ministro puso en duda la condición de rehén del segundo hombre que murió en el incidente, al señalar que la relación "está en investigación". También aseguró que los peritos que revisaron el cuerpo del supuesto rehén, determinaron que su muerte se produjo en horas de la madrugada.

Sobre el momento en el que irrumpieron los policías y abatieron al hombre atrincherado (Alejandro Maldonado), el funcionario comentó que el hombre había comenzado a "incendiar todo" y que los efectivos "tuvieron que romper una pared".

Berni dijo que el hombre se encontraba en un "delirio paranoico y totalmente descontrolado", mientras que señaló que "ni siquiera hubo una negociación porque cada vez que le queríamos hablar, respondía con disparos", contó.

NA/Télam/MGE