Unos 250 pacientes integran el programa de cirugía bariátrica

En lo que va del año efectuaron seis cirugías bariátricas en Salud Pública. El área que aborda integralmente los casos de personas con obesidad está compuesta por ocho profesionales. Hay médicos clínicos, cirujanos, psicólogos, nutricionistas y un profesor de Educación Física. “Cada vez que alguien ingresa al programa, se le hacen diferentes estudios para diagnosticar posibles patologías asociadas a la obesidad, como la hipertensión, la diabetes o las enfermedades cardiovasculares; se inicia entonces un trabajo para acompañar al paciente en su evolución. Actualmente 250 personas forman parte del programa y están en diferentes localidades de la provincia”, señaló el director médico del Hospital San Luis, José Núñez.

El área de cirugía bariátrica nació hace aproximadamente dos años. Trabaja en un tratamiento que contempla todos los aspectos del caso de personas con problemas de sobrepeso y busca una solución que va más allá de lo estético. No todos quienes solicitan asistencia de los especialistas llegan a ser intervenidos quirúrgicamente.

De acuerdo a lo que manifestó Núñez, hay un trabajo profundo que busca educar a los pacientes más allá de lo clínico. Para graficar, se desarrolla la asistencia a nivel de la nutrición, del deporte o del acompañamiento psicológico, para que las personas incorporen nuevos hábitos en su estilo de vida. “Hay que tener en cuenta que quienes buscan la asistencia tienen muchos factores que los han llevado a la obesidad. Algunos tienen problemas psicológicos, otros han atravesado la mala alimentación, problemas de estrés, sedentarismo, entre otras cuestiones. Se trabaja para rever esos factores”, explicó el titular del Policlínico.

El equipo no solo intenta que los pacientes bajen de peso, también les da educación alimentaria.

 

Un tratamiento gratuito

Núñez recordó que la totalidad de la atención que reciben los pacientes es gratuita, un hecho que no es común en las instituciones públicas. Si bien no pudo precisar el valor de este tipo de operaciones en el ámbito privado, subrayó que los costos son muy elevados por todo lo que requiere la cirugía.

“En muchos lugares privados se saca un turno con el cirujano, se evalúa la situación y se programa la cirugía, pero no se concreta una educación previa para que los pacientes no lleguen al fracaso. En nuestro caso, tenemos muy bien organizado todo lo que hace al área. Más allá del equipo de profesionales que la integran, también hay un acompañamiento de los servicios complementarios del hospital: laboratorio, imágenes, personal de enfermería, entre otros”, señaló.

Para acceder a la cirugía bariátrica, las personas deben cumplir ciertos requisitos referidos al índice de masa corporal, un valor que se saca con base en la altura y el peso del paciente. Quienes presentan valores de entre 18 y 25 se mantienen en la normalidad. Cuando se supera el índice 25 se trata de sobrepeso y de los diferentes grados de obesidad. Núñez indicó que los pacientes que llegan a la operación, por lo general, suelen presentar más de 35. Hay otros que han ingresado al programa con índices superiores a 40 y su adaptación y seguimiento fueron tan positivos que lograron adquirir índices mucho más bajos sin necesidad de pasar por el quirófano.

Estiman que actualmente la provincia cuenta con un índice de obesidad inferior a la media nacional, pero empiezan a incrementar los números de la obesidad infantil. Según resaltó Núñez, tiene relación con la falta de educación nutricional en los niños e incluso con el contexto laboral.

“Cuando éramos chicos había un miembro de la familia que trabajaba y otro que se dedicaba a la crianza de los niños. Hoy tienen que salir ambos y la educación alimentaria de un menor es distinta. Pasamos por una rotisería, compramos comida hecha. Tenemos una alimentación muy diferente”, describió.

“Lo que tiene que ver con la economía de cada paciente también suele influir. Muchas veces intentan implementar diferentes planes alimenticios, pero hay personas que nos dicen que no tienen para comprar alimentos y que lo más accesible para ellos es un paquete de fideos. Entonces uno tiene que enseñarles que no solo se puede acceder a los fideos, sino que se puede elaborar una huerta, por ejemplo. A través del Gobierno hay diferentes planes para tener la huerta en casa y conseguir alimentos sin necesidad de gastar dinero”, agregó.

La atención de los pacientes no concluye en la cirugía o en la pérdida de peso. Los especialistas hacen un importante seguimiento e instruyen diferentes conceptos para la etapa más difícil: mantener los resultados del tratamiento.

Núñez recomendó que aquellas personas que atraviesen problemas de peso consulten a sus médicos de cabecera o a cualquier especialista clínico o en medicina familiar, para que, a partir de eso, puedan ser partícipes del abordaje correspondiente para mejorar su calidad de vida.