-2°SAN LUIS - Miércoles 02 de Julio de 2025

-2°SAN LUIS - Miércoles 02 de Julio de 2025

EN VIVO

En seis meses, el trabajo de las costureras aumentó un 50%

Ruedos, cambios de cierres, colocación de parches y achicar o agrandar una prenda son las tareas más pedidas. Las mujeres aseguran que todos los días tienen encargos.

Por redacción
| 12 de diciembre de 2021
Corte y confección. Amanda Godoy diseña prendas y también hace arreglos. Foto: Juan Andrés Galli.

 Los hilos, las agujas, los alfileres y las máquinas de coser no se tomaron descanso. Es que costureras, modistas y diseñadoras aseguran que en los últimos seis meses los trabajos aumentaron en un 50%. Hacer ruedos, cambiar cierres y emparchados para reutilizar prendas son los pedidos que reciben a diario.

 

Los precios para tener las prendas como nuevas varían según la complejidad de las tareas. Un ruedo de una pollera puede costar entre 500 y 700 pesos. Poner un cierre, entre 350 y 600, y remodelar un abrigo con retazos de tela, 2 mil pesos, entre otros valores.

 

Algunas de las consultadas fueron alumnas de la carrera Confeccionista a Medida que dictó la Universidad Provincial de Oficios (UPrO) "Eva Perón" hasta hace dos años. Y otra fue docente de ellas. Si bien cada una trabaja independientemente, entre las profesionales del rubro se comunican y consultan algunas dudas.

 

"Si me piden también hago desde cero, no cosas muy complejas, pero sí puedo hacer un vestido, o una pollera a medida de la clienta. Pero lo que mayormente me solicitan es adaptar pantalones, por ejemplo, alguien que bajó de peso y necesita achicarlo, o al revés, agregarle alguna tela para que pueda usarlo", explicó Amanda Godoy, una costurera del barrio 500 Viviendas.

 

 

 Los precios varían según lo complejo del trabajo. El más barato: 350 pesos por colocar un cierre.

 

Sabrina Guzmán, diseñadora de ropa y modista del barrio Colón, contó que antes de la pandemia los principales encargos eran hacer una prenda desde cero, equipos para academias de baile con lentejuelas, camisas, polleras y hasta barbijos. "Pero hace seis meses, y creo que esto tiene que ver con la pandemia, la gente ya no compra tanta ropa, sino que viene con la usada para ponerla en condiciones: si le falta un elástico, un cierre, cosas así. Hasta me pasó que me trajeron un saco vintage para que refaccione con algunos retoques, combinando parches con otras texturas. Quedó nuevo y por un precio que no se compara al que le ofrecen en un comercio", remarcó. También sostuvo que el trabajo artesanal tiene su costo, porque el tiempo invertido para descoser, confeccionar, remendar y volver a coser no es rápido.

 

"En mi caso, hace unos cuatro años que me recibí en la UPrO, pero recién ahora, refiriéndome desde el invierno en adelante, vivo de lo que estudié. No me compré la máquina porque eran pocos los arreglos que hacía. Pero ahora estoy usando la de mi abuela para poder cumplir con mis clientes. Lo que más me piden son cambios de cierres y ruedos. Yo no confecciono prendas", afirmó Erica Olguín, una de las costureras del barrio 828 Viviendas.

 

 

Lo que mayormente hago es adaptar las prendas. Si alguien bajó de peso hay que achicarlo, por ejemplo. Amanda Godoy.

 

Todas coincidieron en que montaron en su propia casa un espacio en el que se dedican a la costura. "Tengo muchos proyectos, pero voy despacio. Todos los días tengo algún pedido. Me gustaría mucho perfeccionarme y aprender a hacer lencería, eso sí lo podría comercializar", dijo Godoy.

 

Algunas prefieren comprar ellas mismas los materiales y después detallárselo a los clientes, para de esa manera asegurarse la calidad de los mismos, ya que todas tienen alguna mercería de confianza que trabaja con marcas de primera calidad. "La persona no tiene por qué saber la diferencia entre un cierre de plástico y uno de metal por ejemplo. Ya me ha pasado tener que hacer el trabajo dos veces porque vino fallado", expresó Guzmán.

 

Redacción / NTV

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo