Enrique Espinosa lleva su voz al Boliche Don Miranda

Algunos lo consideran el último romántico o el último cantor nacional, pero Enrique Espinosa no coincide con esos títulos porque cree que todavía hay muchos artistas consagrados que representan la música argentina. La vitalidad del guitarrero de 83 años se explica en los cuidados de salud que tuvo durante toda su vida y que se incrementaron en la pandemia y que estarán presentes en los recitales de este sábado y domingo en el Boliche Don Miranda. La primera cita será a las 20 y ya tiene las localidades agotadas. La segunda será al mediodía y quienes quieran adquirir las últimas entradas podrán reservarlas al 2657-501474.

Lo que coincide con su tinte de voz, la humildad de su presencia y su amplio repertorio que supera los 60 años de trayectoria, es el título que le otorgaron como “el romántico del folclore”. Enrique, en una charla exclusiva con ETC, explicó que ese mote se debe, quizás, a su forma de cantar. "O puede ser por mi tono vocal o el repertorio que elijo, pero es un halago con el que me siento representado”, expresó el artista, que compartió escenarios con grandes del folclore nacional y llevó, como pocos, la tonada cuyana a Buenos Aires.

Espinosa nació en Colón, un pequeño pueblo bonaerense que lo vio dar los primeros pasos como cantante. Era jinete y trabajaba junto a su padre en la realización de ladrillos cuando su talento vocal comenzaba a revelarse. Una noche llegaron unos cantores de la capital al pueblo y lo invitaron a subirse al escenario.

El joven, tímido pero seguro, actuó y escuchó los aplausos de sus vecinos exaltados por la buena presentación. Desde aquel entonces, cuando tenía 16 años, supo que el mundo artístico era su lugar de pertenencia.

“Luego de esa presentación, fui a probar suerte a Buenos Aires", dijo el cantor, que en los 60 conformó Los hermanos Abrodos, donde estuvo diez años. "Me enseñaron muchas cosas que luego nutrieron mi carrera solista”, agregó Enrique.

Con escenarios por doquier, encuentros con grandes autores y un repertorio empapado de música argentina, Espinosa brindó interminables giras por muchos países y fue considerado uno de los mejores intérpretes del país.

En la actualidad sigue en busca de nuevas oportunidades laborales para tocar en vivo o grabar sus novedades. Antes de la cuarentena, contaba con la propuesta de grabar en La Casa de la Música.

“Con San Luis y todo Cuyo tengo un lazo muy estrecho que trato de representarlo de la mejor manera. No sé cuál fue el motivo inicial, pero siempre en mi repertorio cuento con alguna tonada para cantar”, agregó.

Para las presentaciones de hoy y mañana, Espinosa adelantó que dejará que el público disfrute de sus grandes éxitos que, sin que él lo planee, resurgen en cada concierto. “También voy a hacer algunas piezas de Héctor Montenegro, un poeta prolífico de Villa Mercedes que me conquistó con sus letras y por el que siento una admiración enorme”, concluyó el cantor.