Antonella Quevedo y una canción para Pablo
El primer homenaje cantado para el inolvidable músico llegó por parte de sus alumnas preferidas.
Pablo Salgado fue un músico talentoso que supo hacer de su instrumento una puerta a los sonidos. Además de eso, fue mentor para Antonella Quevedo, una adolescente que encontró en el artista, quien falleció hace pocos días víctima de coronavirus, un maestro que la impulsó a subirse por primera vez a un escenario.
Al enterarse de la noticia, Quevedo escribió y grabó “Para honrarte siempre”, una canción que dos días después del deceso, Mariano Giunta, compañero de Pablo en Random Noise, subió a la página de Facebook del dúo para recordar a su entrañable amigo. Los dos músicos sirvieron de inspiración para Antonella, quien los conoce desde chica y siempre se vincularon con ella para ayudarla en cuestiones musicales.
“La partida de Pablo fue una noticia muy triste para mí y entre lágrimas y recuerdos lindos que me llegaron a la memoria, me di cuenta que no solo llorar sirve para atravesar el duelo, sino también escribir. En las letras encontré consuelo y una forma de pensar a Pablo como lo que era, pura música y sensibilidad”, expresó la joven artista que incursionó en los escenarios por primera vez junto a Random Noise el verano pasado.
A Quevedo siempre le gustó la música. Sabe tocar la guitarra y cantar, dos expresiones que demuestra en sus redes sociales. Sin embargo, nunca se animó a presentarse en vivo porque sufrió por mucho tiempo de pánico escénico. “Cuando asistía a los actos escolares miraba con atención a mis compañeras que se animaban a presentarse con sus canciones y eran aplaudidas por todos. Yo solo pude decirle a mi papá que me compre una guitarra y me encerraba en mi habitación para escucharme a mí misma. También cantaba en la ducha”, expresó la artista.
Hasta que comenzó a juntarse con Pablo y Mariano, quienes le insistieron en que su talento debía compartirse con el público y que era necesario el calor de los aplausos para animarse a seguir. Quevedo asegura que los músicos le abrieron las puertas.
A Pablo, Antonella lo describió como un ser musical. "Todo lo que tocaba lo transformaba en canción y eso me inspiraba para armar mi propio camino. Siempre estaré agradecida por las enseñanzas que me brindó y lo voy a recordar como un gran amigo”.
En cuanto a su carrera personal, Quevedo expresó que va a paso lento, pero seguro. Que espera hacerse conocida en redes sociales para seguir su rumbo musical y que no ve la hora de volver a subirse a un escenario.
“Tengo guardadas canciones propias que me acompañan. Una de ellas salió dentro de una habitación de hospital cuando cuidaba a mi abuelo”, adelantó.
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