Distinción para Efer Aguilar, el hombre que vive en un mundo de acuarelas

Para Efer Aguilar, cada pincelada es única y definitiva. Las acuarelas, materia prima que elige para crear sus piezas, no dejan lugar al error; es esa adrenalina lo que más ama de ser artista. El hombre, que nació en Perú pero se siente puntano por adopción, según sus propias palabras, elige vivir en un “mundo de colores''.

Hoy se cumple el Bicentenario de la Independencia de su tierra natal, y qué mejor forma de celebrarlo para Efer que con un reconocimiento. Hace casi una semana recibió un llamado que lo llenó de orgullo y alegría: el Congreso de la República del Perú le otorgó una distinción por sus pinturas de las calles y paisajes tradicionales de Junín, la provincia peruana en la que nació, y que además ocupó un rol protagónico en la liberación del país.

Estoy muy emocionado por la distinción. Es algo que realmente no me imaginaba y lo recibo con mucha felicidad". Efer Aguiar, artista plástico.

 

“Es una gran emoción, estoy muy contento de ver que valoran el arte. Creo que hoy, con todo lo que está pasando en el mundo, saber que aprecian tu trabajo es muy gratificante. Como artista plástico y representante de mi lugar, me siento muy feliz”, contó el hombre de 36 años que pinta paisajes urbanos, calles antiguas, plazas y espacios representativos de los lugares por los que transita.

Efer estudió artes plásticas en Perú. Allí aprendió a dominar pinturas como el óleo y el acrílico, a dibujar en lápiz y grafito, y a tallar en cerámica, entre otras cosas. Sin embargo fueron las acuarelas, con su volatilidad, su aspecto melancólico y sutil, las que lo cautivaron. 

“Me parecen más desafiantes, porque al pintar un óleo o acrílico tenés la opción de borrar o pintar encima; en cambio, con la acuarela es una técnica al agua que se trabaja en un papel especial de algodón y una vez que das un trazo no se puede corregir. Si fallaste, no hay solución; eso te lleva a cometer menos errores”, relató el pintor.

En su cuenta de Instagram, @eferaguilart, se despliega una paleta de paisajes que oscilan entre las callezuelas de su amada Junín, el río de El Trapiche, la zona costera de un paraje incierto, las sierras de Córdoba, y la flora y fauna de Potrero de los Funes.

Muchos de los cuadros que están publicados formaron parte de exposiciones y concursos de los que participó a nivel nacional e internacional. El artista aseguró que en cada uno de ellos no solo representa a Perú, sino también a San Luis, lugar que eligió para vivir hace más de 15 años.

“Estaba pasando un momento difícil económica y emocionalmente. Había perdido recientemente a mi abuela cuando llegué a la provincia por una historia de amor. Primero vino la hermana de mi pareja, luego mi esposa y yo, obviamente, vine detrás de ella. Me gustó el lugar y su tranquilidad. Ahora soy un puntano adoptivo”, relató el artista que aún está casado con Mireyra, su compañera y fuente de inspiración.

Antes de la pandemia, Efer daba clases de acuarela, algo que planea retomar en un futuro cercano. Además, forma parte del colectivo Artistas Visuales Agrupados de San Luis (AVA) que dicta talleres y seminarios, realiza colectas solidarias y apoya a los artistas locales. “Es un hermoso grupo y siempre estamos haciendo un aporte para la cultura”.