Luján exige soluciones: el reclamo por las intoxicaciones "no puede esperar más"

La paciencia de madres y padres que sufrieron el drama de las intoxicaciones con sus hijos en Luján, se agotó. La problemática por la comida del PANE se tornó en un conflicto ignorado y "ninguneado" por el Gobierno. La comunidad, cansada del silencio y la inacción oficial, levanta su voz una vez más para exigir respuestas urgentes: que "alguien de la cara" y que breguen por la salud de los más chicos. 

Sin medidas

Una fuente, que por temor a represalias prefirió mantener en reserva su identidad, contó en diálogo con El Diario de la República que lo que pasó con las intoxicaciones "quedó en la nada". Incluso remarcó que a quien señalan como responsable de lo que sucedió, "sigue con su negocio como si nada", sin haber afrontado una sola medida en su contra. "Hasta trabaja para la Municipalidad", aseguró.

En este sentido, nunca más tuvieron explicaciones de nada. Los referentes provinciales no presentaron el informe que se había prometido. Una circunstancia absolutamente repudiable. 

La comunidad escolar está indignada. Hay muchas mamás que se quedaron calladas "por las amenazas". "Se manejan con total impunidad y nosotros seguimos ignorados. El reclamo no puede esperar más", lamentó.

Desde que se dieron los hechos, poco y nada hizo la gestión de Eugenia Gallardo; brilló por la inacción. Y ahora, con la nueva titular, Laura Capaldo, recientemente designada como secretaria del PANE, se desconocen posibles medidas para responder al pedido de los vecinos. Habrá que ver cómo evoluciona su labor en una cartera plantada bajo la lupa.

Los hechos

Más de 70 chicos, en mayo, sufrieron intoxicaciones que derivaron en síntomas como fiebre alta, diarrea, fuertes dolores. Todo se dio en estudiantes de las escuelas Nº 315 "Maestro Gilberto Amieva Paiva" y la Técnica Nº 30 "Fragata Presidente Sarmiento".

Muchos chicos comenzaron con diarrea, fiebre de casi 40 grados y se registraron hasta "situaciones de incoherencia", producto de la fiebre. Algunos tutores, le suministraron a sus hijos medicamentos para paliar los síntomas -pensando que se trataba de algo menor- pero nada surtió efecto. Cuando llevaron a los chicos al hospital, dimensionaron el problema.

Algunos sostienen que desde dentro del nosocomio se alertó el escenario a los responsables, con lo cual "se hizo una limpieza general haciendo desaparecer todas las evidencias". Al día siguiente se hizo presente una inspección del PANE y Bromatología -según cuentan los tutores- y llegaron a la conclusión de que "la comida era apta para consumo", cuando en los hechos la gente entiende que no es así. 

Según los resultados de laboratorio de diferentes pacientes, la bacteria que causó los síntomas fue "shigella sonnel", que se suele transmitir al ingerir comida o agua contaminada.

Las autoridades provinciales les habían prometido hacer público un reporte sobre el drama, donde se iba a detallar sobre el posible culpable. Pero "nunca hicieron nada". La única "medida" concreta, fue la chance de optar por no recibir la comida, mediante un formulario.

Por lo pronto, la única verdad es la realidad: los chicos sufrieron las intoxicaciones y nadie se hizo cargo. Impericia e impunidad.