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D'Alessandro: “Trabajamos para una recuperación del país con perspectiva de género"

Actual directora de Economía, Igualdad y Género de la Nación, realizó un balance de las políticas del Gobierno que buscan cerrar las brechas   de desigualdad.

Por Raquel Wolansky
| 22 de agosto de 2021
Redes en el poder. Mercedes integra el colectivo "Mujeres Gobernando" con 256 funcionarias del Ejecutivo. Foto: ANSL.

 Mercedes D'Alessandro estuvo esta semana en San Luis. Llegó para acompañar en primera persona la sanción de la Ley de Gestión Menstrual Sostenible, que siguió desde el palco del Senado provincial. Mercedes es actualmente la directora Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía de la Nación (cargo que estrenó), pero es ante todo una gran luchadora de los derechos de las mujeres. Desde su rol de doctora en Economía, ha militado y mostrado con cifras precisas las brechas de género con las que conviven las mujeres del país. Es también una de las cien líderes emergentes del mundo, según la revista estadounidense Time.

 

En el Ejecutivo nacional, es parte del colectivo “Mujeres Gobernando”, un grupo de 256 ministras, secretarias y subsecretarias del Gobierno del Frente de Todos que trabajan para incorporar una perspectiva de género a las políticas públicas y romper —desde adentro— los pactos machistas tan arraigados al poder.

 

 

—A dos años de la creación de la agrupación "Mujeres Gobernando", ¿qué balance hacés de su rol dentro del Gobierno de Alberto Fernández?

 

—Este es un grupo que empezó en enero de 2020. Se tejió una red grande y amplia de mujeres que ocupamos espacios con poder de decisión y con roles importantes en el Gobierno. Buscamos generar una estrategia conjunta que nos permita avanzar con las políticas de género en todo el gabinete nacional de manera transversal y que no queden solamente refugiadas en el Ministerio de las Mujeres. También, por supuesto, para empoderar y apoyar a las compañeras en las distintas áreas de gobierno que no necesariamente tienen políticas de género a su cargo, como por ejemplo el Ministerio de Seguridad, de Desarrollo Productivo y Obras Públicas, entre otras carteras que no necesariamente tienen que hablar de género, pero que entendemos que se deben empoderar. Desde que empezamos a la fecha, se dieron cambios en los gabinetes que hicieron mermar la participación de las mujeres en el primer rango, que es el de ministras. Sin embargo, en subsecretarías y secretarías estamos bien representadas, estamos a un nivel bastante más elevado que en gobiernos anteriores. Pero por supuesto que el ideal que perseguimos es que haya paridad también en el gabinete, donde se dirimen cuestiones que son realmente importantes para la vida del país.

 

 

—¿Cómo valorás la necesidad de paridad en esos puestos tan altos de jerarquía?

 

—Desde mi perspectiva, que haya paridad en el gabinete tiene que ser un objetivo político. Todavía nos cuesta un poco cuando hay recambios, porque en general se piensa en varones, hay algunas alianzas que todavía no hemos podido romper, pero sí creo que hemos avanzado muchísimo en consolidar un espacio de incidencia en la política pública. Hay mujeres que han sido centrales en la gestión de la pandemia, como Cecilia Todesca, Carla Vizzotti y Cecilia Nicolini. También en el discurso de leyes que amplían derechos fundamentales para las mujeres y diversidades, como Elizabeth Gómez Alcorta, Vilma Ibarra y Alba Rueda. Creemos que esto va a ir mostrando que las mujeres traemos no solamente una agenda feminista, sino también herramientas de gestión muy potentes y que tenemos que seguir empujando para abrir espacios.

 

 

—En San Luis, en estas elecciones y en las próximas las mujeres deben encabezar listas en cargos electivos. ¿Cómo valorás esta normativa? ¿Considerás que sería posible extenderla a nivel nacional?

 

—Creo que la paridad nos ha quedado chica a muchas mujeres, porque cuando miramos las listas en general empiezan con un varón en primer puesto. Esto que está haciendo San Luis me parece muy interesante, es para mirar de cerca y para replicar a nivel nacional, porque hoy las mujeres somos minoría en todos los poderes: en el Legislativo, en el Judicial y ni hablar del Ejecutivo. Por eso, es importante que usemos estos mecanismos de reparación, que son acciones afirmativas para impulsar a las mujeres y diversidades a tomar espacios de decisión en un contexto de desigualdades históricas. La distribución asimétrica de los cuidados y el rol de las mujeres en el interior de los hogares, la recarga de estas tareas que muchas veces imposibilita que participemos de la vida política, en las asambleas, en los grupos de militancia, en los partidos políticos y en los espacios donde se dirimen estas cuestiones: todas estas son caras de esas brechas. Más allá de todos estos debates, lo cierto es que las candidatas están muy bien preparadas, tanto en su formación y su capacidad técnica como en sus trayectorias políticas.

 

 

—¿Considerás que se ha podido incorporar la perspectiva de género en un ministerio tan técnico como el de Economía?

 

—Desde el Ministerio de Economía hacemos un balance bastante positivo de lo que ha sido la incorporación de la perspectiva de género a la proyección económica. Hemos creado herramientas que son muy potentes, indicadores que dan cuenta de la realidad de las mujeres en el mercado laboral, en su participación económica, en cómo participa el sector de cuidados en el PBI. Durante todo 2020 hemos trabajado en la generación de diagnósticos y en herramientas de gestión que amortigüen el impacto de la crisis. A partir de 2021 empezamos a trabajar la recuperación económica y, como tuvimos un efecto desigual y asimétrico que recayó sobre las mujeres, las herramientas que estamos trabajando tienen que ver, justamente, con una recuperación con perspectiva de género, con políticas activas que fomenten la participación de las mujeres en la economía.

 

 

Trabajamos políticas activas que fomenten la participación de las mujeres en la economía.

 

—¿Cómo se trabaja una recuperación con perspectiva de género?

 

—Trabajamos la recuperación con perspectiva de género en dos carriles paralelos, pero que en realidad se tocan, y bastante. Por un lado, el fortalecimiento del sistema de cuidados. Ahí estamos dando avances muy grandes con el Ministerio de Obras Públicas para elaborar planes de infraestructura de cuidados y para potenciar la construcción de espacios. En ese sentido, Obras Públicas comprometió casi un 9% de su presupuesto a este objetivo.

 

El otro pilar del proyecto de recuperación con perspectiva de género consiste en tomar medidas para incidir e incentivar al sector privado para que contraten a mujeres, sobre todo en sectores que están históricamente masculinizados. Sabemos que en todos los procesos de recuperación económica los sectores que más crean empleos y que más se movilizan son la construcción, la obra pública, la energía, la industria, las exportaciones, la tecnología y el transporte, todos sectores con un tejido productivo muy masculinizado. Solo en el sector de la construcción, 3 de cada 10 personas que trabajan son mujeres. En el sector de energía, las mujeres no llegan a representar el 20% y así, en general, de todos estos ámbitos que mencioné, ninguno llega al 30% de la participación del empleo de las mujeres.

 

 

—¿Cuáles son los tiempos que maneja el Gobierno para este proceso de recuperación?

 

—Desde el Ministerio de Economía veníamos haciendo un seguimiento del impacto de la pandemia. Hemos tenido un año muy difícil, sabemos que el impacto sobre el trabajo de la población ha sido muy marcado. La Argentina en 2020 perdió 9,9 puntos del PBI, que se reflejan en el aumento de los índices de pobreza, de desocupación y de la caída de la masa salarial. Prevemos que para fin de año tengamos una recuperación de cerca de 7 puntos. Tenemos un horizonte optimista, pero en ese horizonte la recuperación de las mujeres es un poco más lenta que la de los varones, sobre todo las que son madres, quienes han tenido que compatibilizar sus tareas de cuidado con las escuelas cerradas o en burbujas, con la angustia del encierro, con impacto directo en sus empleos, en sus posibilidades laborales y sobre sus ingresos. Es ahí, entonces, donde apuntamos a trabajar fuertemente, para que recuperen los lugares que tenían y puedan seguir avanzando en igualdad de condiciones con los varones. Eso tiene que ver también con una sociedad más inclusiva, que es el objetivo de todas y todos.

 

 

16 puntos del PBI
corresponden a la injerencia que tendrían las tareas de cuidado si fueran valoradas dentro del Producto Bruto Interno, por encima de la industria y el comercio.

 

—En ese proceso de recuperación, ¿cuál es el rol pensado para estas mujeres sobrecargadas por las tareas de cuidado?

 

—El año pasado, mientras se contraía toda la actividad económica, había una actividad que crecía y se desarrollaba, y que no paró nunca: los cuidados. Todas las mamás y las familias saben la cantidad de tareas que tuvieron que hacer durante la pandemia, escolares, de limpieza, de cocina, que se multiplicaron y cayeron asimétricamente sobre las mujeres. Lo que nosotros hicimos fue valorar todo esto, ponerle un precio, y eso nos da que el aporte de los cuidados equivale a 16 puntos del PBI: es el sector más grande, está por encima de la industria y el comercio. Ante esta realidad, presentamos junto al Ministerio de Mujeres el Mapa de Cuidados. Allí se muestran qué lugares tenemos disponibles hoy para cuidar tanto a niños y niñas como a adultos mayores y personas con discapacidad en el país. También contamos con la nueva medida de Anses, que permite que las madres que han tenido niños y niñas puedan cambiar un año de cuidados por un año de aportes.

 

En la Argentina, la diferencia de la inserción laboral de las mujeres y los varones es tan amplia que ellas son quienes ganan menos, se insertan en trabajos más precarios y tienen mayores niveles de desempleo, y eso repercute en que no puedan completar los 30 años de aportes que necesitan para jubilarse. En definitiva, estamos trabajando para fortalecer la infraestructura de los cuidados para que haya más mujeres en los sectores claves de la economía y, también, del Gobierno.

 

 

Hacer visible la economía feminista

 

Mercedes D’Alessandro nació en Posadas, se doctoró en Economía, dio clases en la UBA más de 15 años y fue directora de la carrera de Economía Política de la Universidad de General Sarmiento. En 2015 lanzó el sitio Economía Femini(s)ta, donde se discuten temas de economía con perspectiva de género. En 2016 publicó el libro “Economía feminista. Cómo construir una sociedad igualitaria (sin perder el glamour)”, que va por su quinta edición. En 2017 participó en el libro “¿El futuro es feminista?”, editado por Le Monde Diplomatique. En 2018 fue elegida como una de las intelectuales con mayor relevancia en Iberoamérica por Fundación Avina y L’Óreal Paris la seleccionó como una de las mujeres argentinas más inspiradoras en los últimos años. En 2019 fue elegida como emprendedora social por la Fundación Ashoka y este año la revista Time la destacó como una de las 100 líderes emergentes más influyentes para el futuro.

 

 

Redacción / NTV

 

 

 

 

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