Estudiar, aprender y practicar, los tres pilares para producir

En la etapa escolar es importante aprender a través de los conocimientos y fijarlos a través de la experiencia. Al menos, este es el camino que tomó Sergio Díaz, el regente técnico del centro educativo Nº 22 “Historiador Urbano Joaquín Núñez” de Fraga, quien elaboró un proyecto para que los alumnos de cuarto, quinto y sexto año realicen las prácticas profesionales en un predio de dos hectáreas cedido y apadrinado por la empresa Ser Beef. Los chicos y los docentes de la institución acaban de inaugurar oficialmente el espacio productivo del que obtendrán hortalizas, frutas y frutos secos, rosas y miel, para el año que viene proyectan sumar animales. El destino de lo que elaboren será la escuela.

“Venimos trabajando desde agosto en la limpieza del lote, ya que hacía seis o siete años que no se trabajaba en él, solo se hacía forestación. Nos ofrecieron recuperarlos y aceptamos la propuesta. Son dos hectáreas destinadas a que los chicos puedan hacer sus prácticas profesionales bajo el enfoque agroecológico. Los de cuarto y quinto, que están en plena etapa formativa, y los de sexto y séptimo que están a punto de finalizar sus estudios”, explicó Díaz.

En el ingreso al predio hay una tranquera que tiene dos banderas, la argentina y la italiana. Está todo limpio, colorido y prolijo. Hay dos viveros uno que mide 24 metros por 8 metros, y otro que ocupa 12 metros por 8 metros. 

“En el más chico tenemos aromáticas como romero y lavanda, que van a ser el alimento de las futuras colmenas que vamos a tener. Serán cinco Premium y las pusimos cerca porque estas plantas van a darle a las abejas el medio y el alimento necesario para que produzcan la miel. De esta manera lo que buscamos es que no salgan volando a más de veinte metros de ahí, para evitar la contaminación de otros cultivos de alrededores. Además van a tener un sistema de agua potabilizada, purificada con un filtro especial que gotea sobre una piedra para que no tengan que recurrir al agua del canal que viene por Paso de las Carretas o de cualquier otro lago o charco de la zona”, explicó el docente.

Al espacio productivo más grande lo dividieron en dos partes.  Una de ellas está destinada a la producción de hortalizas, los chicos pusieron lechuga escarola y mantecosa, rúcula, rabanitos, pimientos, radicheta, apio, tomates redondos y peritas, y berenjenas. La otra mitad tiene especies autóctonas. Pusieron semillas escarificadas (una técnica que se desarrolla para acortar el tiempo de germinación) de caldenes, algarrobos y algarrobillos para multiplicarlas y preservarlas ya que estas especies están en peligro de extinción.

La otra hectárea tiene un galpón, un tanque australiano y un baño completo para que lo usen los chicos. Después de los dos viveros, en los que producen las hortalizas y las especies autóctonas, hay una rotonda que fue parquizada completamente para la inauguración.

“Pusimos flores ornamentales y hay una parte, entre los dos viveros, en la que cultivamos rosas que nos proveyó la Escuela Técnica N° 32 Juan Pascual Pringles de Quines”, contó Díaz y añadió que son unos quinientos esquejes de rosas de color fucsia que no tienen espinas, “esas están en proceso de evaluación y crecimiento. Además incorporamos diez rosales de la variedad rosauer que nos mandaron gentilmente desde Cipoletti, de Río Negro, a través de un vivero de San Luis para que sean plantas madres, y las multipliquemos”.

Para el año que viene “la idea es incluir animales que sigan conformando unidades productivas pedagógicas, no para vender y hacer ganancias sino para que los chicos se familiaricen con aspectos alimentarios, sanitarios y de la vida de los animales. Vamos a tener dos cerdos, dos cabras, dos ovinos, cinco colmenas y algunas gallinas, estamos en la duda de que sean ponedoras o parrilleros”, adelantó el regente y no dudó en afirmar que podrían sumar carpas al sistema productivo y hacer un proyecto hidropónico.

Las alternativas son inmensas, las ideas y las expectativas no tienen techo. Los alumnos cuentan con un espacio en el que no hay límites, podrán producir y aprender sobre agricultura y ganadería.

Durante las vacaciones las tareas de  cuidado y el mantenimiento de la parcela quedarán a cargo de los profesores del área técnica de la institución educativa.

“Lo más importante de este proyecto que fue pensado para siete años, es que los alumnos tengan prácticas formativas y profesionales adecuadas, queremos que tengan una salida laboral justa y una adecuada inserción laboral. Además a través de esta iniciativa buscamos reducir los índices de repitencia. Cuando uno le propone este tipo de actividades resultan atrapantes para ellos y se entusiasman. La actitud que le ponen es diferente, eso es muy importante para mantener la matrícula y para motivarlos a estudiar”, expresó el regente que ejerció la docencia durante 12 años en la institución, en ocho materias, hasta agosto de este año, que asumió como regente de Formación Técnica.

La primera camada de egresados que trabajó en este inmenso proyecto está conformada por Gonzalo Celada, José Rosetto, Jesús Córdoba, Ramiro Salinas, Carlos Arce, Tomás Ferreira, Macarena y Julieta Leániz, María Merlo, Micaela Ojeda, Camila Villegas, Laia Correa, Jenifer Barroso y Lara Cejas, juntos conforman la promo “Upsat 22”, cuyas siglas significan Una Promoción Superior a Todas.

El emotivo acto inaugural

Por fin llegó el día, el 16  de noviembre a las 10 de la mañana se formalizó el proyecto en el que tanto trabajaron los alumnos y el regente de la escuela técnica de Fraga. Solo ellos saben el enorme sacrificio y el trabajo que implicó poner en funcionamiento las dos hectáreas que hoy están en impecables condiciones. El acto inaugural fue emotivo y tuvo mensajes motivadores.

A medida que los invitados ingresaban al predio los anfitriones los recibían cálidamente. Izaron la bandera y cantaron Aurora ya que la bandera de ceremonia del colegio formó parte del protocolo.

Unos minutos más tarde Helena Radicci fue la encargada de cortar la cinta roja que impedía el paso. Luego plantó un árbol de pistacho en el sector de frutos secos donde también había nogales y almendros. Su hijo Alessandro y la intendenta de Fraga, Antonella Gil ayudaron a tapar y regar el ejemplar. La jefa comunal se ocupó de que los alumnos tuvieran cubiertos los viajes en colectivo para llegar hasta el predio a trabajar.

“Además de proveernos del predio para las prácticas, presentamos un plan de 7 años para desarrollar la producción y hay posibilidades de ir renovándolo. Además hay un área de siembra de maíz que nos proporcionó Alessandro, se hizo cargo de los costos de implantación, fertilizantes y herbicidas para que tengamos disponible maíz en la parcela. A partir del año que viene le vamos a presentar a la empresa y al Ministerio de Educación, que homologó el proyecto, lo que planificamos para los dos años siguientes”, explicó el docente.

Díaz añadió que el aporte del Ministerio de Educación de la provincia fue muy valioso, “nos entregaron los recursos económicos para comprar los insumos, el equipamiento, las herramientas y nos auxiliaron en las reparaciones que se tuvieron que hacer. Además nos ayudaron en la articulación con empresas del sector público y privado que brindan su apoyo y confían en este proyecto que está enfocado en que se hagan las prácticas y esto le sirva a los alumnos”, aseveró.

Helena Radicci, la madrina del centro educativo N° 22 “Historiador Urbano Joaquín Núñez, también mostró su alegría al poder vivenciar el desarrollo de la parcela experimental. “Ella vive en Italia, vino especialmente para esta inauguración, siguió con total atención cada paso. Permaneció diez días para tomar contacto con su empresa, pero también estuvo atenta a los detalles de la organización. Le gustó tanto la iniciativa que quiso participar y viajar desde Italia para conocerlo.

El acto tuvo invitados especiales uno de ellos fue el ingeniero Ángel Pelaltay,  de Estación Experimental del INTA de Villa Mercedes; estuvo una de las representantes de Cargill fue María Virginia Guevara. También participó en la ceremonia el regente de la Escuela Técnica Nº 21 “María Auxiliadora”, el médico veterinario Fabricio Juan.

Gabriela Venegas, la directora de la escuela anfitriona también estuvo en el acto. La jornada terminó con un ágape, en el que sirvieron sandwichitos y gaseosas.