15°SAN LUIS - Martes 30 de Abril de 2024

15°SAN LUIS - Martes 30 de Abril de 2024

EN VIVO

Trastornos del sueño, una enfermedad que crece en silencio

La pandemia y el estrés dispararon una patología que genera otros problemas de salud más graves.

Por redacción
| 21 de marzo de 2022
Tips. Acostarse y levantarse en horarios fijos o tomar siestas breves son consejos para paliar un mal muy habitual. Foto: Shutterstock.

La almohada, esa confidente y consejera de siempre, es, junto a la comodidad de cualquier cama, una herramienta para sanar  distintos males. Sobre todo en estas épocas de pandemia, inflación y altísimo estrés, tres generadores de nerviosismo y ansiedad entre la gente que elevaron a su máxima expresión los trastornos del sueño, un padecer con la silente capacidad de destrozar el cuerpo poco a poco y sembrar múltiples enfermedades. Por eso, la Asociación Mundial de Medicina del Sueño (WASM), desde 2008, impulsa campañas en todo el planeta para prevenir los males devenidos de dormir mal de manera crónica, y la Argentina y San Luis no quedaron exentas de esas acciones preventivas.

 

En distintas provincias como Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, y en ciudades como Tandil y principalmente Buenos Aires se desarrollaron actividades para concientizar a la población. En esta última, referentes de la psiquiatría de Latinoamérica disertaron sobre el crecimiento de este trastorno. En San Luis, el médico Gabriel Samperisi, psiquiatra y especialista en medicina del sueño, participó de las acciones de concientización en redes sociales. En una charla con El Diario de la República reflexionó sobre un mal que crece casi sin síntomas.

 

"La Asociación Mundial del Sueño, desde 2008, comenzó con campañas en todos estos años para concientizar a la gente sobre la importancia del sueño en la vida diaria, las patologías que surgen de no tener un buen descanso y los problemas que acarrea. La clave es dormir bien, adecuadamente, para tener una óptima calidad de vida y ser lo más saludable posible", señaló.

 

"Se organizaron distintas actividades virtuales, porque aún es complicado hacer algo masivo. En San Luis buscamos difundir esta campaña por las redes, al menos por ahora. Aquí, antes del aislamiento organizamos una charla presencial y esperemos en el futuro poder repetirla y actualizar los conocimientos", agregó el psiquiatra.

 

Afirman que las personas que duermen mal tienen más chances de padecer sobrepeso.

La pandemia, el confinamiento y todos los dramas que acarreó el virus incrementaron los males vinculados a la falta o el mal sueño. "Prepandemia atendíamos situaciones básicas, siempre por las causas más comunes como el insomnio, la dificultad para alcanzar el sueño inicial o mantenerlo, el despertar precoz o tener un descanso segmentado o superficial. Ese tipo de dificultades veíamos. Pero con la llegada de la pandemia el comportamiento de la gente cambió, sobre todo  por el aislamiento. Hubo mucha estimulación a raíz de la luz artificial, hubo mucha más conexión a pantallas, tablets, celulares y TV por las noches. Eso fue generando días artificiales. Durante la noche tenían mucha luz y eso cambió el sueño de la gente. Empezaron a aparecer más casos de insomnio, más dificultades para dormir, la gente invirtió el ritmo del sueño. Dormía durante el día y por la noche estaban activos. Surgieron nuevos malos hábitos.  Hubo un nivel de alerta continua, la ansiedad excesiva que provocó el aislamiento, el temor al virus, a la enfermedad, a contagiarse y el miedo a la muerte inclusive. Todo ese combo fue alimentando un estado de alerta excesivo, un estrés intenso y generó muchos problemas de sueño. La patología más común fue el insomnio, con un incremento muy notorio de casos. La gente estiraba por demás el día, hacían un día muy largo mirando tele, series, el celular y el descanso era reducido", contó Samperisi.

 

 

Repercusiones en el cuerpo

 

El impacto de dormir mal como un hábito diario trae múltiples secuelas. Algunas, sorprendentes. "Los males que produce el trastorno del sueño en la salud es algo progresivo, no es algo agudo al principio. Lo primero que aparece o notamos es la persona mal dormida, algo que todos hemos experimentado. Que es estar al día siguiente somnolientos, irritables, muy cansados, de mal humor, con poca concentración, poco nivel de atención. Por lo tanto baja el estado de alerta y la gente está más desmemoriada, hay más propensión a tener accidentes domésticos o automovilísticos. De hecho la somnolencia es una de las causas de accidentes viales diurnos o nocturnos. Es más común ese factor que otros a raíz del consumo de sustancias tóxicas o el alcohol. Padecer esto a largo plazo, cuando la persona no cambia esos malos hábitos, acarrea problemas de salud de todo tipo. ¿Por qué? Porque el sueño, el buen descanso, es un restaurador de muchas funciones de nuestro organismo en general. Libera hormonas que nos protegen de agentes patógenos, favorece a nuestra inmunidad, mejora las defensas. Entonces la persona que duerme progresivamente muy poco, tiene más chances de tener sobrepeso, obesidad, diabetes, patologías cardiovasculares o cerebrovasculares y se sabe, además, que hay una asociación entre el dormir poco y el riesgo de desarrollar demencia, específicamente Alzheimer. Porque en la noche, durante el sueño, hay un sistema que limpia el cerebro de desechos por así llamarlos, proteínas anormales, que se van acumulando y son las que nos ayudan a prevenir el Alzheimer. Entonces una persona mal dormida, que no modifica esa conducta, puede padecer desde lo más leve, como vivir irritable con mal humor hasta llegar a una patología grave como una demencia. O incluso padecer enfermedades oncológicas.

 

 

La consulta médica

 

Entre las soluciones que la gente puede tener a mano para abandonar la pésima costumbre de dormir mal no está solo una simple siesta. "Los problemas de sueño no son solo situaciones a solucionar con hacer una siesta y se acabó. La cuestión crónica genera muchos problemas de salud a todo nivel. La consulta con el médico debe llegar, básicamente, cuando la persona nota que el sueño es de poca calidad, poco profundo, cuando se despierta demasiado durante la noche o anda con mucho cansancio a la mañana siguiente o le cuesta concentrarse con cuestiones simples. Son síntomas para estar alerta. Las afecciones a la salud a raíz de dormir mal son una cuestión progresiva. Al insomnio la persona lo sufre durante la noche, porque no puede conciliar el sueño. Pero durante el día los padecimientos son mayores, porque no puede realizar sus actividades con normalidad. Hay personas que cuando van en su vehículo se pasan de cuadra o del lugar hacia donde se dirigen sin darse cuenta. Se pasaron de largo y no advirtieron en qué momento ocurrió eso. O cuando se olvidan con frecuencia de sus cosas ya son alarmas para reflexionar y decir 'Acá pasa algo raro'. Es allí cuando precisan la consulta médica. Es el inicio de los problemas", señaló Samperisi.

 

 

Consejos que ayudan

 

"La medicina del sueño está vinculada a la parte neuropsiquiátrica. A veces nos llegan pacientes medicados porque primero son atendidos por colegas clínicos y para sacarlos del mal momento les recetan algún medicamento;  o hay gente que se automedica, lo que genera muchos problemas. Pero nosotros, en primer lugar, aconsejamos la higiene del sueño, que son un par de hábitos a modificar: por ejemplo levantarnos y acostarnos a una hora fija, no variar eso en lo posible. Sobre todo en los días hábiles. Y al momento de hacer una siesta, la misma tiene que ser breve. Como máximo entre 20 y 30 minutos para que la persona pueda descansar por las noches y la siesta no le quite horas de sueño al descanso nocturno. Son tips mínimos", afirmó.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo