14°SAN LUIS - Lunes 29 de Abril de 2024

14°SAN LUIS - Lunes 29 de Abril de 2024

EN VIVO

En lo que va del año, la demanda de carne cayó un 30 por ciento

Aseguran que se modificaron los hábitos de consumo y que las ventas son cada vez más bajas.

Por redacción
| 12 de abril de 2022
En ascenso. Actualmente una media res ronda entre $50 mil y $65 mil. Foto: Martín Gómez

Las fluctuaciones de la economía golpean cada vez más fuerte en diferentes ámbitos del comercio local y la carne vacuna no es ajena al escenario. En varias carnicerías de la ciudad de San Luis coinciden en que el consumo cayó al menos un 30% en el último trimestre. Los incrementos acumulados provocaron un aumento en los precios que pueden llegar hasta los $300 por kilo, según el corte. Si bien las ventas no se frenan, las compras son cada vez más reducidas.

 

“La gente ya no hace sus pedidos por kilo. Si compra carne para bifes, por ejemplo, lleva por unidad; con las costeletas pasa lo mismo. A nivel interno, hemos visto que los valores subieron notablemente. Para graficar, una media res se podía adquirir entre $38 mil y $40 mil hace algunos meses atrás. Hoy se consigue entre $50 mil y $65 mil. Lo que nos pasa es que de una semana a otra nos encontramos con subas y solo queda margen para cubrir gastos, todo con menos ganancia que antes”, manifestó Augusto Retamozo, quien atiende una carnicería del barrio 500 Viviendas Sur.

 

De acuerdo a lo que remarcaron varios carniceros, en tres meses se percibieron entre dos y tres modificaciones de precios. La última corresponde al domingo: algunos remarcaron productos en un 2,5% .

 

“En los últimos meses la gente compró menos. Lo que se vende mucho corresponde a las ofertas. Antes, las ventas eran muy variadas en la semana; eso cambió. Los clientes venían, compraban lo elemental y de paso llevaban algo para darse un gusto. Ahora solo buscan lo básico y si compran algo más caro es para el fin de semana”, indicó Ezequiel Gil, quien trabaja en una carnicería de la calle José Zabala, en la zona sur de la ciudad.

 

Un termómetro puntual para entender la evolución de los precios tiene que ver con las vacilaciones del valor de los cortes más solicitados. A principios de año, el kilo de blanda estaba en $800 en algunas carnicerías y ahora se consigue por $1.200. Algo similar ocurre con la carne molida: en enero se vendía en alrededor de $500 y actualmente está en $650. Incluso en algunos comercios llega a $700.

 

El kilo de costeleta se comercializaba en $700 a principios de 2022 y ahora se encuentra en $1.200. Otro producto que muestra claramente la brecha es la milanesa, que hace tres meses atrás se podía conseguir en promoción por $900 los dos kilos. Ahora, la misma oferta está en $1.200.

 

 

El asado

 

Muy a pesar de los gustos y tradiciones, el asado es una de las franjas donde las variaciones no dan tregua. Independientemente de algunas diferencias comerciales, la mayoría de los carniceros consultados coincidieron en que la venta de estos cortes se da más en ocasiones especiales, como los fines de semana. La inversión representa un “pequeño gran gusto” para los clientes.

 

Para dar una idea, un asado para 6 personas, comprendido por vacío y corte obispo o surtido, ronda entre $3 mil y $3.500. De ahí, el precio puede trepar según lo que se anexe. A principios de 2022, planificar el mismo encuentro podría significar una inversión de $1.500 aproximadamente.

 

 “El consumo ha bajado. La gente quiere comprar, pero no puede, no le rinde la plata. Los fines de semana se vende mucho, pero el resto de las jornadas son muy tranquilas. Lo que noto es que la mayoría pide según el dinero. Lo más común es cuando solicitan 500 pesos de molida o 500 pesos de puchero; ya no compran por peso”, destacó Carlos Sosa, encargado de un local ubicado en la avenida Juan Gilberto Funes.

 

“Uno no traslada las subas por completo a los precios finales. Si se aumenta bruscamente no se vende y la carne no es como un repuesto de auto que se puede guardar, es algo que se descompone. Por eso no se remarca la totalidad, desgraciadamente”, lamentó.

 

Una situación diversa experimenta Ramón Tapia, quien está a cargo de una carnicería en la zona serrana. En su caso particular, no bajó el consumo en enero y febrero, mientras que en marzo cayó entre el 20% y el 30%. Remarcó que es una variable que se repite año a año y que se trata de un hecho que se da también en otros rubros.

 

Redacción/MGE

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo