Senasa dio consejos a la hora de comprar pescado para Semana Santa

En Semana Santa es habitual que la población católica se vuelque a la compra de pescado, ya que evita las carnes rojas por una convicción religiosa. Ante esta realidad comercial, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) brindó una serie de consejos para que los consumidores realicen una adquisición segura de este alimento, que contiene un alto contenido proteico y una amplia variedad de vitaminas, minerales y ácidos grasos saludables.

Pero, a la vez, es susceptible a descomponerse y afectar la salud si su procedencia no es la adecuada o tiene un mal manejo sanitario de parte de los comercios.

Por eso, el Senasa brindó pautas sobre lo que hay que observar en los productos que están en la góndola. Para cuidar la salud de las personas, destacó algunas de las principales cuestiones que deberán tener en cuenta al conseguir pescado fresco.

Es clave el aspecto de la piel. Los colores deben ser vivos, tornasolados y sin decoloración. Es decir, no deben ser apagados o sin brillo.

También hay que observar cómo están los ojos del animal. Deben ser sobresalientes, brillosos y con la pupila negra. No deben verse hundidos, grises o viscosos.

En cuanto al aspecto de la carne, recomiendan que debe ser firme, translúcida y de superficie lisa. Es decir, ni flácida, ni opaca ni rugosa.

Por otro lado, si se adquieren productos ictícolas conservados en lata, es importante observar que no presenten abolladuras, no estén hinchadas, ni oxidadas. Asimismo, se deberá chequear en el rótulo, la procedencia y la fecha del vencimiento.

No solo el pescado "habla" con su aspecto, también el comercio elegido debe estar en buenas condiciones. La pescadería debe estar limpia, y esto incluye que el agua de deshielo de las mesadas escurra correctamente y el local no tenga olores desagradables.

Hay que tener en cuenta que el pescado fresco no tiene el típico “olor a pescado”. Un producto que “huele mal” ya ha iniciado su proceso de descomposición.

Además, los pescados enteros no deben estar muy juntos, ni amontonados. En el traslado hasta el hogar, si queda lejos del lugar de compra, es preferible usar conservadoras. Y la mejor manera de conservarlo en la heladera es en envases cerrados que eviten la transmisión del olor al resto de los productos, y ubicarlos en los estantes más bajos disponibles.

MM