El lenguaje inclusivo genera polémica y algunos están decididamente en contra de su utilización. Este es el caso del diputado provincial “Charly” Pereira, quien presentó un proyecto en la Legislatura para que en las escuelas puntanas, en todos los niveles, el idioma español sea de “uso exclusivo” con sus “normas gramaticales y lineamientos oficiales”. La argumentación es que esta forma de expresarse entorpece el aprendizaje.
Pero esta acción, en caso de ser aprobada, se adivina de difícil aplicación, porque sencillamente no se puede prohibir lo que no está instituido. El Ministerio de Educación de San Luis adopta una política simple y ecuánime, ya que en la provincia no existe restricción pero tampoco obligación para emplear el lenguaje inclusivo.
Pero esta semana llegó un pronunciamiento de la institución en la que muchos se escudan para defender la tradición y la ortodoxia. De visita en Latinoamérica, y ante consultas sobre el uso del lenguaje inclusivo, el director la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, señaló que "es la sociedad y son los hablantes quienes deciden cómo evoluciona su lenguaje", y reconoció que "la RAE siempre va un poco por detrás".
Si bien Muñoz Machado subrayó que el tema del lenguaje inclusivo es "tanto un debate lingüístico como un debate político", aseguró que si hay colectivos que quieren emplearlo o les parece preferente por razones de cualquier clase, “pues son muy libres de tratar de imponerlo”.
“Si alguien quiere implantarlo, adelante, y si lo consigue, pues lo felicitaremos en el futuro y en tal caso habrá que cambiar las normas de nuestras reglas para incorporarlo", agregó sin mayor dramatismo.
Las palabras del director de la RAE exhiben mesura y no caen en el discurso tremendista de muchos puristas del idioma español, quienes, por lo visto, terminan siendo más papistas que el Papa.


Más Noticias