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"La puntanidad es determinante para no dejarnos invadir por la grieta"

El candidato del oficialismo puntano a gobernador aseguró que el Estado debe acompañar a los emprendedores y que el desarrollo no debe perjudicar el ambiente.

Por redacción
| 08 de enero de 2023
Solidez. El exsenador provincial aseguró que la Provincia está ordenada en sus finanzas y que siempre se ha caracterizado por saber defenderse. Fotos: Héctor Portela.

Son horas trascendentales para Jorge “Gato” Fernández. A pesar de su extensísima trayectoria  en los tres poderes del Estado, en las últimas horas, con el nombramiento como candidato a gobernador por el oficialismo provincial se ha generado una verdadera conmoción. El ahora exintegrante del Superior Tribunal de Justicia recibió ayer en su casa de estilo antiguo de Tilisarao a un equipo periodístico de El Diario de la República para realizar una entrevista. Hombre de modales tranquilos y andar pausado, su voz  adquiere una resonancia notable cuando habla sobre su pasión: la política. Entre sus definiciones principales, no dudó en señalar que San Luis debe alejarse de la grieta que desgarra a los argentinos, que el estado debe acompañar al emprendedor y que cualquier desarrollo no puede soslayar al cuidado del ambiente. Además, subrayó el valor de la puntanidad como norte para todas las acciones.

 

 

—¿Cómo se enteró del nombramiento para ser candidato a gobernador por el oficialismo?

 

—En realidad uno no sale del asombro. Se barajó esa posibilidad de ser candidato, se habló y se decidió. Si hay algo que tengo es agradecimiento a la propuesta en su momento de ser ministro del Superior Tribunal de Justicia. No retomo la actividad política por estar disconforme con este cargo.  En febrero yo tenía que asumir como presidente de este cuerpo y Alberto Rodríguez Saá no puede ser más candidato a gobernador por una cuestión constitucional. Seguramente, habrá otros candidatos en el espacio justicialista y de partidos que tradicionalmente han mantenido alianzas.

 

Podemos evitar el calentamiento global con decisiones que pueden parecer mínimas. Hay que cuidar el ambiente porque es lo único que tenemos. Pero esto no debe ir en contra del desarrollo y el crecimiento; y el desarrollo a la vez no puede destruir la naturaleza. Compatibilizar estos intereses es la tarea de la gestión pública (Jorge "Gato" Fenández)

—¿Qué piensa de la grieta que existe en el país y que amenaza con envolver a los puntanos?

 

—Me duele enormemente la grieta como persona que analiza la realidad. Uno ve los medios y duele la malicia con la que se habla del otro. ¿Cuáles son los intereses para que se produzca este fenómeno si la gente tiene otras necesidades? Hay temas que necesitan de nuestro consenso de manera urgente, como el hambre en el país, o sacar a los niños de la pobreza. Por cuestiones políticas me ha tocado recorrer el conurbano bonaerense y es espantoso. Te genera un dolor inconmensurable. Los chicos que viven ahí no tienen ningún futuro. Que después de treinta y cuarenta años esto no esté solucionado me duele. Yo creo que muchas veces la grieta se padece producto del posicionamiento que la dirigencia política hace, como también de los medios. Uno ve los medios de comunicación y están en una dinámica permanente de alimentar la grieta. Esto es como tirar una piedra. El epicentro de las ondas se genera en Buenos Aires, en la Capital Federal y el conurbano, y la ola empieza a llegar a las provincias, y nosotros no tenemos esta idiosincrasia de la grieta o de la agresividad en el posicionamiento político. Y todo este fenómeno,  que no solo se da en Argentina sino también en Latinoamérica, termina en la Justicia, con presidentes cuestionados, con presidentes presos. Nosotros debemos estar ajenos a este problema, porque somos una provincia que está ordenada, que está consolidada económicamente, y en estos últimos cuarenta años hubo una  defensa de los intereses de los  puntanos que ha sido inclaudicable. Por ejemplo, cuando se comprobó que no era conveniente, no se firmó el Pacto Fiscal, ya que era de imposible cumplimiento, algo que había advertido Alberto Rodríguez Saá. También está el caso de la Coparticipación, que perjudicaba a San Luis y en donde se le terminó reconociendo a la provincia sus derechos. Tenemos que ser firmes en las convicciones políticas, pero en el marco del respeto y de la consideración.

 

La felicidad de los libros.  Fernández tiene dos grandes hobbies, caminar y la lectura. Se inclina casi siempre por los temas vinculados a la política. Fotos: Héctor Portela.

 

—Usted es una persona que nació y creció en el interior de la provincia. ¿Qué impronta le otorga esto como dirigente político?

 

—Yo creo que es un factor muy importante. Hay un San Luis profundo muy ajeno a la grieta. Por ejemplo, en mi localidad me cruzo a un negocio y el dueño es radical,  incluso ha sido concejal, y lo saludo sin ningún tipo de problemas. Convivimos. Me parece que los que hemos nacido y los que habitamos el interior profundo tenemos un determinado proceder político. En mi caso he planteado la política desde la construcción y  la defensa de las ideas y los programas. Trato de evitar la discusión y la agresión, porque al final uno se da cuenta que no conduce absolutamente a nada.

 

—Su trayectoria política es muy extensa y ha trabajado en los tres poderes del Estado. ¿Qué le aporta haber tenido esta experiencia?

 

—Son experiencias distintas, ámbitos distintos. Fui senador provincial en dos oportunidades y precisamente esto me dio la experiencia del diálogo, de hablar con legisladores de otros espacios políticos. El Poder Legislativo implica el diálogo en la diferencia. La discusión política en un momento tiene una síntesis que es la elección. En el ámbito ejecutivo saco la experiencia de la resolución de los problemas; el día a día. Cuando uno ha estado en el Poder Ejecutivo cuenta con las herramientas. El Poder Judicial es un ámbito totalmente distinto, donde hay hasta un clima diferente. Las preocupaciones son otras, cualquiera sea el fuero. Una cuestión importante en este Poder es la celeridad, que se pronuncie en sus fallos; eso es determinante. Además, hay que tener mucho sentido común y una actuación de suma prudencia y reflexión.

 

A puro mate. El "Gato" nació a pocos kilómetros de Tilisarao el 10 de julio de 1959. Vivió dos años en el campo antes de mudarse con sus padres a esa localidad.Fotos: Héctor Portela.

 

—¿En qué estado se encuentra la política puntana?

 

—Estamos en una transición. Hay un modelo político consolidado, que no tengo dudas que es exitoso, tanto con Adolfo y Alberto, quienes son gobernadores que dejaron huellas buenas y profundas en la política de San Luis. Me acuerdo lo que era ir antes al Departamento San Martín, implicaba transitar por caminos destruidos cuando llovía y se rompían los vehículos. Ahora vamos a 120 kilómetros por hora en caminos pavimentados y tenemos varias opciones de itinerario. Esta es una transformación para la provincia. Nosotros nos hemos formado en eso, en el trabajo, en la vocación de servicio, en defender los intereses de San Luis antes que nada y en enfrentar en muchos casos a gente poderosa para mantener el equilibro y defender a los más necesitados, como ocurrió, por ejemplo, con el Plan de Inclusión Social o en la defensa del medio ambiente, donde uno encuentra algunas veces fuertes intereses económicos.

 

 

—¿Cuáles son las fortalezas de la provincia?

 

—Entre las fortalezas está que hay muchas obras y avances que ya están hechos. El próximo dirigente que gobernará la provincia no tendrá que preocuparse por hacer mil kilómetros de autopistas, porque ya están realizadas. Tendrá que hacer rutas y pavimentar, seguramente, o hacer diques, pero muchos ya están construidos. Se llevó el gas natural a toda la provincia, algo impensado. Ahora debemos pensar todas nuestras acciones con el objetivo del desarrollo sostenible vinculado al medio ambiente. San Luis ha cambiado su matriz productiva. Hace cuarenta años no había ni una fábrica y hoy hay muchísimas. El tiempo demostró que no todas eran fábricas con rueditas, como se decía desde la oposición o los medios hegemónicos nacionales. Pasó la promoción y quedaron grandes industrias, inclusive muchas vinculadas con el agro. El crecimiento del campo ha sido exponencial. La genética y la tecnología han posibilitado que se den rindes sumamente interesantes en maíz, soja y girasol en una zona semiárida como la que ocupa San Luis. La frontera agrícola de la Argentina se ha extendido. El turismo local tiene un potencial impresionante. Todo esto que está hecho hay que profundizarlo y defenderlo a capa y espada.

 

 

—Usted es una persona que conoce bien el sector agropecuario. ¿Cómo debe ser el vínculo entre el Estado y los productores?

 

—Hay que escuchar al sector y que exista un aporte de ideas. ¿Hace falta otra ruta? ¿Hace falta repavimentar? ¿Podemos mejorar la Zona de Actividades Logísticas? ¿Podemos trabajar más con el ferrocarril? Creo que el productor se tiene que sentir acompañado y tiene que saber que va a golpear la puerta por una cuestión determinada y que esa puerta se tiene que abrir, que tiene que ser escuchado. El productor no pide otra cosa más que eso. La revolución del agro en la Argentina y en la provincia es impresionante. Existe un enorme avance tecnológico, como se manifiesta en los tractores, en tener semillas resistentes a la sequía, siembras variables, siembras de precisión. Esto lo incorporó la agricultura, pero de la misma manera se puede sumar para la producción de carne. Esta realidad en la tecnología la tiene la Argentina, la tiene San Luis y es realmente espectacular. Hay que atender al productor más pequeño, fomentar el arraigo rural. En algunos departamentos de la provincia hubo un gran desarraigo por la falta de trabajo y rentabilidad, porque no existía infraestructura.

 

 

—Alberto reconoció que usted, al haber estado en algún momento en una vereda contraria en el terreno político, puede aportar una visión que sirva para el cambio. ¿Qué puede ofrecer como candidato a Gobernador?

 

—Creo que la impronta que puedo acercar es que soy una persona del interior de la provincia, como productor agropecuario y como abogado. En el Poder Judicial han salido muchas reformas importantes a través del consenso, el sistema procesal penal cambió en un 100 por ciento. Cito esto como ejemplos de una forma de trabajo.

 

—El Ejecutivo puntano ha mostrado una gran preocupación por las juventudes. ¿Qué medidas adoptaría en esta área en caso de dirigir la provincia?

 

—Alberto ha tomado decisiones muy importantes con los jóvenes, les ha dado un protagonismo impensado, pero con un trabajo que reúne seriedad, responsabilidad y el cuidado en la atención. Si uno ve el gabinete son casi todos jóvenes. Los viejos estamos cansados, hasta se nos agotan las ideas. Pero los jóvenes tienen ideas nuevas,  como con todo lo que está vinculado a la tecnología, a la computación y a internet. Antes no se podía concebir que iba a desaparecer la computadora y que íbamos a tener todo en un smartphone, y ahora hacemos todo desde el celular. La pandemia consolidó el trabajo remoto, pero San Luis estaba preparado para ello, porque tenía la infraestructura tecnológica. A otras provincias esto les costó horrores. Por eso es muy importante la tecnología, y estos son temas que manejan mejor los jóvenes, como la inteligencia artificial. Hay que ver los grandes cambios que van a venir con la inteligencia artificial, y eso lo va a dimensionar mucho mejor un joven que una persona mayor como yo que tengo 63 años. El joven está más preparado. De ellos no solo es el futuro sino el presente, y eso es lo que  ha implementado Alberto Rodríguez Saá en su gestión. Además, no debemos olvidarnos que también nosotros hemos sido jóvenes y también se nos han dado en su momento grandes responsabilidades.

 

 

—Alberto Rodríguez Saá destacó su renunciamiento al Superior Tribunal de Justicia y usted argumentó que daba ese paso para seguir su vocación política. ¿Cree que hubiera vuelto al ruedo más allá del nombramiento a candidato a gobernador?

 

—Creo que sí. Uno no se va más de la política. Yo he dejado de ocupar cargos y lo primero que hacía además de caminar todas las mañanas por una cuestión de salud era leer diarios y otros materiales para mantenerme informado sobre política. Uno tiene siempre esa vocación.

 

Compañía canina. El candidato a gobernador por el oficialismo tiene dos pastores belgas en su casa de Tilisarao. Fotos: Héctor Portela.

 

 

—Reconoció la fuerte impronta  que han tenido Adolfo y Alberto en la provincia. ¿Qué destaca de ellos como dirigentes políticos? 

 

—Adolfo es un gran trabajador,  incansable. Yo he sido funcionario durante su gestión. Era trabajar con él de las ocho de la mañana a las dos de la tarde, un ratito de siesta, y reanudar desde las cuatro  de la tarde hasta las ocho o nueve de la noche. Alberto es distinto, tiene la seriedad y la firmeza de proponer horizontes. Fui ministro de Alberto y él es un hombre de establecer nortes claros. En su impronta de gestión el detalle lo tiene que solucionar el ministro o el jefe de programa. Pero él deja en claro hacia dónde tenemos que ir.

 

 

—Usted ha sido cuatro veces jefe comunal de Tilisarao. ¿Qué enseñanzas le ha dejado ser intendente y cómo le ayudaría esta experiencia en caso de ser gobernador?

 

—Son dimensiones distintas, pero sí está la misma decisión, la misma vocación, el mismo compromiso. Hay que poner antes que nada a la gente, es el destinatario de todas nuestras acciones. Nosotros estamos para solucionar problemas, somos servidores públicos, no nos tenemos que enojar por el reclamo. He tenido enormes satisfacciones siendo intendente.  La labor de un jefe comunal es tan gratificante como dura. La primera puerta de reclamo siempre la constituye una municipalidad. Pero existen decisiones que les cambian la vida a las personas. Si arreglamos o pavimentamos una calle le solucionamos un problema concreto a la gente. Ser intendente es una buena escuela para la gestión pública.

 

 

—¿Cuál es la mejor manera de ayudar al emprendedor? 

 

—Hay que prestarle mucha atención a lo que es la matriz productiva de la provincia. Al emprendedor hay que darle apoyo técnico. Tenemos que tener presencia y acompañarlo. Por ahí un productor elabora perfectamente un producto, pero falla o tiene deficiencias a la hora de la venta. Puede fabricar un mate de excelente calidad, pero nosotros tenemos que ayudarle o enseñarle a comercializar ese mate. Si es un productor pequeño hay que ayudarlo a descubrir el nicho de lo que puede producir para que lo pueda vender al mundo. Hay mucho para hacer y hay que trabajar junto a ellos. No podemos, sin embargo,  hacer un emprendedurismo bobo, en el que nos volcamos solo a un rubro, porque todo eso al final sale carísimo y el comerciante se termina fundiendo. No podemos poner diez pescaderías cuando solo puede funcionar una. Se debe hacer un estudio de mercado serio que no puede estar contaminado políticamente o por favoritismos o amiguismos para ganar una elección.

 

Alberto Rodríguez Saá fue el impulsor del Hospital 'Central Ramón Carrillo'. Es un centro de salud espectacular, que solo él pudo soñar. La salud se tiene que traducir siempre en una mejor atención del paciente. Quien va a un hospital tiene un problema y necesita celeridad. Esta parte humana de la salud me parece que es lo que se tiene que profundizar (Jorge "Gato" Fenández)

—El Estado puntano tiene una fuerte posición a favor de las cuestiones de género. Si usted accede a la gobernación ¿continuará con esta política?

 

—Por supuesto, porque es una política justa. Mi señora trabaja en una fábrica que produce silobolsas, acá en Tilisarao, y puedo asegurar que tiene más responsabilidades aunque un menor sueldo en relación a un hombre solo por su condición de ser mujer. Eso no tiene que existir. En el ejercicio de mi profesión me he dado cuenta todo lo que sufre la mujer, que incluso no se separa en algunos casos de su marido porque no sabe dónde y de qué va a vivir. Esto genera una extorsión desde una posición económica dominante. Esto ha ido cambiando. El Poder Ejecutivo le dio una fuerte impronta a la resolución de estos problemas a través de la Secretaría de la Mujer. El cambio que se ha producido en la provincia en esta área durante la gestión de Alberto ha sido muy positivo. No hay muchas provincias que hayan tomado una decisión tan firme en ese sentido.

 

 

—La Provincia siempre se ha caracterizado por tener un elevado dinamismo en la obra pública que le ha permitido sobrellevar las turbulencias generadas por la economía nacional. ¿Esto se debe mantener?

 

—Sí, es determinante. San Luis no le debe un peso a nadie. Al contrario, es acreedora de la Nación. Cuando en la Argentina explotaban las cuasimonedas, porque cada provincia emitía su moneda, San Luis tenía solidez económica. Esto es por una seriedad en el trabajo. Es, casi diría, como una cuenta de almacenero que se ha respetado a rajatabla, y quiere decir que no puedo gastar más de lo que tengo. Esto me da a mí libertad,  políticamente hablando. Es decir, a esto le puedo decir que sí y a esto no. San Luis no vive del subsidio, mientras que hay otras jurisdicciones que viven del subsidio, como provincias del norte y del sur del país que son ricas en recursos pero están mal administradas.

 

 

—¿Qué análisis hace del sistema de Ley de Lemas con el que se competirá en las elecciones provinciales del 11 de junio?

 

—Cuando Adolfo era gobernador, y el ministro de Gobierno era el doctor Ángel Eduardo Estrada,   se trabajó en la implementación de la Ley de Lemas para superar y para salir de las crisis políticas. Hay que señalar que en este sistema cada lema va a representar un consenso. Con este método hay, hasta diría, economía electoral y una apertura para dirimir las diferencias.

 

No podemos tener chicos en la provincia que no terminen el nivel secundario. Y los jóvenes que no van a la universidad, porque no pueden o no quieren, tienen que saber desenvolverse en el mundo laboral. Un oficio representa una importante salida y la UPrO da esa posibilidad. Es una iniciativa muy buena y hay que intensificarla (Jorge "Gato" Fenández)

—Una de las cuestiones que más le preocupa al puntano es el avance de la inseguridad. ¿Qué se puede hacer para disminuir los índices delictuales?

 

—Yo vinculo mucho la inseguridad con la droga y con las condiciones sociales, como la falta de trabajo. Tenemos que preocuparnos por este tema. Debemos preocuparnos para que haya trabajo.

 

 

—¿Cree que es necesario una modificación en las leyes para mejorar el combate contra la inseguridad?

 

—Tiene que haber un equilibrio en términos generales. Si un juez resuelve que una persona está mal detenida la va a poner en libertad. Lo más fácil muchas veces es ponerse en contra de la Justicia. Pero, en realidad, hay que mirar cada caso y cada situación. Tenemos un Código Penal que es nacional que hay que cumplir y un Código Procesal Provincial que hay que cumplir. Creo que el trabajo conjunto que se está haciendo con los  fiscales en las calles y en las comisarías va a ser una llave de éxito.

 

 

—¿Qué representa la puntanidad para usted?

 

—Es un concepto que atraviesa todo lo que hemos hablado. El destinatario de todas nuestras políticas es el puntano, que es no solo el nacido y criado en la provincia, sino también el que eligió San Luis para vivir, pero sabiendo de nuestro modo de vida y de nuestra idiosincrasia. La puntanidad es determinante para no dejarnos invadir por la grieta. La conurbanización de la política argentina no tiene nada que ver con el interior profundo. ¿Por qué vamos a permitir el avance de este proceso? Si es un valor natural que nosotros tenemos. El peronismo también tiene la obligación de entender esto.

 

"La Selección nos unió en la alegría"

 

Jorge "Gato" Fernández nació en 1959 en San Pablo, a pocos kilómetros de Tilisarao, y está casado con Mónica. Tiene tres hijos varones que son su orgullo: Lisandro, Manuel y Federico. A los tres les legó una gran pasión: todos son hinchas de Independiente de Avellaneda. 

 

Fernández se reconoce como un futbolero de pura cepa y guarda en su memoria las campañas y equipos que lograron victorias para el "Rojo", máximo ganador de la Copa Libertadores.
Sin embargo, con el tiempo su pasión por la número cinco se había aplacado un poco, hasta que llegó el Mundial de Qatar.

 

"Con el Mundial me volví a entusiasmar mucho con el fútbol. El partido de cuartos de final contra Países Bajos me puso muy nervioso y directamente no vi el alargue. Solo observé la definición por penales", dijo.

 

La final con Francia, que terminó empatada 3 a 3 en el tiempo regular y en la que la Selección Argentina se impuso por penales para conquistar su tercer campeonato mundial, sí fue vista por el exintendente de Tilisarao de principio a fin. 

 

"Hicimos un gran partido y me dio un poco de bronca que nos hayan empatado. Hubo un momento en el que Francia no sabía qué hacer. Era un baile. Teníamos dos goles de diferencia y terminamos en los penales. La Selección nos ha unido en la alegría”.
 

 

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