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"El viejo tren" pasó por Concarán

Criado con carencias y necesidades básicas, aprendió a leer y escribir en una escuela rural. Es autodidacta. Compone canciones dedicadas a la vida, al amor y al campo. Un tema lo marcó para siempre.

Por Johnny Díaz
| 20 de febrero de 2023
Confesión. "La música es una pasión que llevo muy adentro, tal vez recordando mi triste infancia y las muchas privaciones que sufrí". Foto: Héctor Portela//Gentileza.

Saltó al reconocimiento del público con un tema que fue y es su estandarte: "Viejo tren", con letra y música que hacen referencia al último tren que pasó por el pueblo que lo vio nacer y crecer, Concarán.

 

En realidad, Carlos Andrés Funes se crió a unos kilómetros del centro concaranaense, en un paraje llamado Pozo Cavado, camino a Villa Larca. "Hijo natural de María Amanda Funes", se apura en decir. "Me criaron mi abuela Celina Funes y mi abuelo (así le decía afectuosamente) Teófilo Sáenz. Y a los hijos de mis abuelos yo los consideraba como mis hermanos. Vivíamos una situación de mucha necesidades básicas, no nos sobraba nada, entonces  mi madre emprendió un viaje a Buenos Aires en busca de trabajo, no había otra", dice para mencionar otro orgulloso estandarte que le dio la vida.

 

 

¡Viva Cuyo! El cantautor concarananse y Los Trovadores de Cuyo, que llegaron de Mendoza.

 

 

Penurias y pobreza rodearon su niñez. La falta de todo hacía que la vida le fuera más dura que a nadie, pero con base en empuje, perseverancia y tenacidad, el trovador de Concarán fue a la escuela "Origone de Las Quintas", a unos cinco kilómetros del pueblo. Allí aprendió a leer y escribir. “Como todo niño criado en el campo, siempre ayudé en mi casa, enancado en un burro cuidando ovejas o recorriendo el campo y las alambradas. A veces en el carro íbamos a la mina a traer mineral, llevar postes o abono al ferrocarril, con destino a Mendoza. Mi infancia fue muy dura, lo dije en una radio hace poco, nunca negué de dónde vengo, soy muy humilde, y nunca renegué de mi origen. Por eso debe ser que la gente me tiene mucha estima”.

 

“Conocí a mi padre cuando tenía 32 años, se llamaba Roque Arias, vivía en el camino viejo a Concarán. Siempre hubo respeto, creo que él tenía miedo que le hiciera algún reproche, jamás tuve esa intención. Lo vi una sola vez en mi vida, sé que tengo dos hermanos por parte de padre, ellos hacen sus vidas y yo la mía, estoy donde quiero estar, no necesito ver a mis hermanos, tengo mi propia familia, mis amigos y lo que me ha dado Dios”, sentencia.

 

Hasta los 23 años vivió en Río Cuarto. "Tenía unos doce años, me gustaba mucho andar en la calle y de tanto andar aprendí a cantar, lo hacía en los bares o en lugares en los que había mucha gente. Después aprendí a tocar la guitarra y a componer temas musicales que son cantados en peñas y festivales del país como por ejemplo 'Hay asado en Santa Rosa', 'Voy a ponerme de pie', 'Y no es que me arrepienta', 'Ladrilleros de mi tierra' y el nombrado 'Viejo tren'". La canción dice: 'Viejo tren que pasabas por mi pueblo/ cruzando de norte a sur como un fantasma/ ya no escucho el tropel de tus cigarras/ y mi pueblo en soledad hoy te reclama/ al progreso no le importa la nostalgia/ no le importa el recuerdo ni el ayer/ solo sabe cuando algo no da ganancias/ y por eso te sacaron viejo tren/ vuelve a pasar de nuevo gira que te gira/ ¡oh! mi viejo tren vuelve a pasar de nuevo/ mi pueblo te espera allá en el andén/ cuando se escucha a lo lejos el ruido que deja tu viejo motor/ te ha de esperar contento el viejo cambista/ allá en la estación/".

 

 

Festival del Sol. Los Agüero, de la Villa de Merlo, y Carlos Andrés Funes. A pura música cuyana.

 

 

Su abuelo Teófilo Sáez se juntaba a tocar la guitarra con Bernardo Sosa, un buen vecino de Canal Norte, cerca de donde ellos vivían. "Yo bailaba folclore con su hija, nos enseñaba la señora de Sosa, que tenía muchos conocimientos folclóricos, era excelente bailarina", dice.

 

La vida de Funes era la de un errante, un tiempo vivía en las cercanías de Concarán, otro en Río Cuarto. Había aprendido el oficio de carpintero y en eso estaba cuando habló con su tía-hermana Elda López y le dijo que quería estudiar peluquería. "En el 80 hablé con ella para que me averiguara dónde enseñaban ese oficio. Unos días más tarde, ya me tenía el lugar en el que estudiaría. Fue muy emocionante para mí, porque mi abuelo y mi tío eran peluqueros. En 1989, volví a Concarán, trabajaba de lunes a viernes como carpintero y los fines de semana le daba a las tijeras, a domicilio, en el hospital, donde fuera. Fui el único peluquero ambulante, salía a cortar y volvía a la noche. En 1990 instalé mi local en una casa que alquilaba. En 1995 me entregaron mi propia vivienda y trasladamos todo para este lindo lugar. Fue una alegría muy grande. Acá trabajo y cuando no hay nadie en la peluquería, me siento a escribir. Digo más, los peluqueros hacemos de psicólogos, es como una tradición. Nos cuentan cosas, o problemas y es como que buscan una solución que nosotros no podemos dar, solo los escuchamos".

 

 

Trío. Su abuelo Teófilo Sáez, Camilo Nievas y Carlos Funes en una peña.

 

 

Funes fue jugador de la segunda división en el club Atlético Concarán, junto a "Lito" Aguilera, los hermanos Antes y Carlitos Ferreira. De San Pablo llegaban los muchachos de apellido Calcani,  Campos, Calderón. "Éramos un lindo grupo, pero nunca salimos  campeones, jugaba de cinco y en el barrio teníamos otro equipo, Canal Norte”, recuerda Funes.

 

Y agrega: "Soy de escribir, me gusta mucho, a veces prefiero eso a cantar. Me emociona hacer una letra, son vivencias, le escribo a la vida, al amor, cosas y hechos cotidianos, al campo, hice temas que nunca canté, los hacen otros, es mi preferencia. Como 'Viejo tren' que me hizo más conocido".

 

 

Amigos. "El Huarpe" (Carlos Pérez), El Trovador de Concarán y Murúa.

 

 

La música le ha dado muchas satisfacciones, estuvo en lugares que jamás imaginó, así se permite pensar que lo que hace no quedará en el olvido.

 

"Le hice temas hasta a la pobreza, que siempre me acompañó. La música es una pasión que llevo muy adentro, tal vez recordando mi triste infancia y las muchas privaciones que sufrí. Los provincianos somos así, soy de pueblo y lo llevo en la sangre, mis valores son inviolables, así es mi mundo".

 

Recordando sus inicios como cantor autodidacta, el trovador concaranaense enumera que Los Quebracheros, con Oscar Barroso, fue su primer dúo, el que hizo cuando volvió de Río Cuarto, y su compañero de Buenos Aires. "Él era un verdadero showman, escuchaba mucha radio brasilera y se presentaba como 'Joao Barrosiño', hacía bromas y entretenía mucho al público. Lo hicimos de corajudos nomás, tocábamos en todos lados, con el más pobre y con el más rico, peñas y festivales regionales, nunca nos negamos a nada”.

 

Después integró la orquesta de Juan Dólar de Villa Mercedes. Dólar estaba radicado en Tilisarao, era muy conocido en la zona, tenía Los Vagabundos y Dólar y Los Grillos. Hacían todos los ritmos, tangos, milongas, cumbias, tarantelas y música moderna. "Era un excelente profesional tocaba todos los instrumentos, trabajé con ellos cinco años recorriendo todo el Valle del Conlara, pueblos y ciudades de Córdoba y San Luis, fue una época muy linda", señala Funes.

 

 

Ensayo. Savino Cuello, Carlos Funes y Nico Torres afilan sus guitarras.

 

 

El compositor dice que mientras tocaba y cantaba en la orquesta de Juan Dólar, mantenía activo a Las Voces del Valle, integrado por Juan Veliz, Ramón Carranza y Nico Torres. Recorrieron Neuquén, Río Negro, sur de Mendoza y Buenos Aires.

 

"Un día de 1990, entre charla y charla, un amigo, ‘El Huarpe’,  (Carlos Pérez) me dijo que parara un poco, me volvió a la realidad, estaba muy acelerado. Dejé el grupo en abril del 90 y en 1994 grabé mi primer material, ‘Vuelva a San Luis’ con temas míos. ‘Mi niño hombre’, ‘Mujer de guitarrero’, ‘A Pedro Vieira’ entre otras letras. Después llegó ‘Mi guitarra y yo’ , también grabé ‘Ladrillero de mi tierra’, ‘Entrada vieja’ y muchos más”.

 

El último trabajo —el tercero— tiene un condimento muy especial. Se llama "Franquito, el ángel" y está dedicado a su ahijado, que falleció a los 18 años en un accidente de moto. Era hijo de su primo y mejor amigo, Camilo Nievas. Funes relata: “Camilo estaba pasando un muy mal momento, al igual que su señora, no se podían recuperar, el golpe fue muy duro, me decía que si la vida le daba una nueva oportunidad le pediría a Dios que le devolviera su hijo. Yo que pasaba muchas horas junto a la familia, trataba de consolarlos como podía, pero era muy difícil. Así nació el material discográfico”.

 

“Para esa época escribí ‘Guitarrero de boliche’ y ‘Beso de amor’, que grabó Juanón Lucero. Y también le hice la tonada a don Félix Máximo María, que estrené en el Festival Ojo del Río”.

 

 

2009. Juan y Lucho Ponce, Carlos Funes, Manuel, Nico Torres y Camilo Nievas.

 

 

Dice que “Viejo tren” nació recordando su infancia. “Fue inesperado. Un día mi abuela nos traía al pueblo arriba de un carro, yo no quería porque siempre andaba mal vestido, escaso de todo, éramos muy pobres, estábamos acostumbrados a vivir nuestra propia infancia sin dar ni pedir nada. Tenía 6 años. De repente nos encontramos con un tren, yo no tenía ni idea de lo que era, me impresionó tanto que me marcó la vida. Mi madre había viajado a Buenos Aires cuando tenía dos años, y a veces venía una vez al año y yo lloraba todo el día, en plena soledad, donde apenas teníamos para comer. Era durísimo".

 

"Con los años me di cuenta de lo que significaba el desarraigo familiar. En la vida hay alegrías y tristezas, los que se iban primero, cuando podían volvían y se llevaban a los que ya estaban aptos para trabajar en lo que fuera. Se iba desmembrando la familia, el tren marcaba ese dolor y ya de grande pensaba: '¿Qué voy hacer de mi vida?, ¿cómo me voy a casar si no tengo nada?' Soñaba con viajar a Buenos Aires y tener otra vida, pero no fue así".

 

 

A pura tijera. Funes es un reconocido peluquero de Concarán y su zona.

 

 

"Empecé a escribir ‘Viejo tren’ pensando en todo lo que había visto y vivido y en diciembre de 1995 lo estrené. Recuerdo que vinieron unos músicos y lo empezaron a tocar y cantar, y hasta el día de hoy me piden que lo haga. Está en YouTube y lo cantan en los festivales".

 

Otro de sus temas más conocidos es "Ladrillero de mi tierra". En el festival de Cortaderas los turistas le pedían que lo volviera a cantar porque entendían que era una historia de vida que llegaba mucho al corazón. Lo mismo le pasó en el Festival del Ladrillo en Las Tapias, Córdoba.

 

 

Foto icónica. Carlos Andrés Funes junto a "El Negro" Carranza. 

 

 

Funes tiene tres hijos, Walter, Judith y Celina, y cuatro nietos, Marcel (26), Lucas, (17), Agustín (24) y Lourdes, (25). "Son mi gran orgullo. Gracias a Dios estudiaron, mi hija Celina y uno de mis nietos son profesores de inglés, soy un agradecido de la vida. No  comercializo mi música, me siento más compositor que cantor, esa es mi gran verdad".

 

El trovador, que nació el 24 de agosto de 1953, continúa trabajando en su peluquería mientras compone y toca en peñas y festivales. "El otro día canté en Los Lobos, presenté temas inéditos y parece que a la gente le gustó mucho. Me di cuenta por los aplausos, eso no tiene precio".

 

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