Continúan los muestreos de calicatas en viñedos de San Luis

Creada por el Ministerio de Producción, la Mesa Vitivinícola Provincial, continúa con los muestreos de suelo y agua en los diferentes viñedos de San Luis.  El año pasado, el proyecto inició con calicatas en establecimientos de mayor antigüedad como el de Sol Puntano; Corral de Palos, en Beazley;  Viñas Puntanas, en Santa Rosa del Conlara; y dos campos más, ubicados en Estancia Grande. Hace unas semanas los científicos estuvieron en Villa de Merlo, Candelaria, otra vez pararon en Estancia Grande a tomar muestras, y después recopilaron material en la periferia de la ciudad de San Luis. A través de los estudios buscan caracterizar las condiciones de producción de vino para realizar un mapa de aptitud y fortalecer el sector. Siempre con la idea de impulsar el enoturismo.

“Este es un trabajo muy minucioso a través del cual buscamos determinar las características físicoquímicas de cada zona de producción de uvas viníferas. Estuvimos determinando los distintos estratos en el perfil del suelo, para caracterizar inicialmente. Luego, tomamos muestras a distintas profundidades a los que se le aplicarán análisis químicos y texturales”, especificó el ingeniero agrónomo Alfredo Cartellone, quien encabeza los trabajos junto a la doctora en Química, Soledad Cerutti, de Conicet.

En total la provincia tiene registrados catorce productores de vino, ellos son la clara evidencia de que San Luis posee un inmenso potencial para desarrollar su propia industria. Para lograrlo el Ministerio de Producción conformó el espacio científico con representantes de instituciones locales y nacionales como la Asociación Vitivinícola, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA) de la UNSL, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). Todos están enfocados en un mismo objetivo: fortalecer a los pequeños productores de la provincia para impulsar el enoturismo.

“Cuando hablamos de calicata, básicamente hacemos referencia a pozos de dos metros de largo por un metro de ancho y dos metros de profundidad. De esta manera podemos observar el perfil del suelo, el desarrollo de las raíces de la vid y luego extraemos las muestras por capas”, explicó Cartellone.

Una vez tomadas las muestras, se trasladan a un Laboratorio del Conicet donde se realizan análisis fisicoquímicos para determinar niveles de salinidad, textura, fertilidad del suelo, cualidades del agua utilizada para el riego, etc. Al cabo de un mes, tiempo estimado de duración para la obtención de los resultados, la información recabada se vuelca en el Mapa de Aptitud Vitivinícola.

“La idea es poder determinar las distintas características de acuerdo a cada localidad, estimar el potencial productivo de los distintos establecimientos, y ver cuales son las variedades que mejor se adaptan a esas condiciones de suelo, agua y clima”, especificó Cartellone y añadió que “contar con un grupo de instituciones científicas que están aportando su conocimiento y capacidad para generar información, provocará un gran impulso a la vitivinicultura provincial. Esto podrá generar un escenario propicio para futuras inversiones que seguramente llegarán”, destacó Cartellone.

Caracterizar física y químicamente, los suelos de las diferentes zonas en las que se producen uvas viníferas permitirá sumar aspectos relevantes para conocer el tipo de agua de riego, condiciones de la vida del cultivo y finalmente la estructura del producto terminado, que será el vino.

“Así, a través de los estudios, podremos lograr un perfil que luego sirva para establecer un mapa a nivel provincial. Planificar qué cepas se dan mejor, bajo qué condiciones, entre otros atributos”, explicó el ingeniero agrónomo.

San Luis posee un gran potencial productivo para el desarrollo de la industria del vino, “es una provincia que cuenta con muchísimas condiciones: agua subterránea disponible, agua de diques, un suelo espectacular y condiciones agroclimáticas muy interesantes. Estos datos son preliminares y permitirán posicionar a la vitivinicultura como un sector de calidad y emergente en la provincia, y por qué no imaginar una nueva industria, como la del enoturismo con puestos de trabajo genuino y un sello de calidad local. El año pasado en el primer encuentro Ciencia y Vino presentamos algunos resultados de las calicatas que se hicieron en octubre de 2022”, concluyó.

Redacción / NTV