Condenado por homicidio ahora fue imputado por abuso de arma

Si hay algo que identifica a Gilberto Raúl Pérez (61), un exagente penitenciario, son las causas por abuso de armas de fuego en estado de ebriedad. Este sábado fue detenido luego de agredir con un revólver a su hijo y a su nuera en una vivienda de calle Sargento Cabral y Chile de la capital. Este lunes lo imputaron formalmente por ese hecho y, a pesar de que pidió una prórroga de la detención, sus antecedentes lo complican: tiene dos causas por el mismo delito y fue condenado por asesinar a balazos a Jorge Alberto Coria en 2004, en el barrio Monseñor Di Pasquo.

“Un momento aterrador”. Así describió el hijo de Pérez lo que vivió el fin de semana. Él, quien tiene 20, y su pareja, de 21, aseguraron que debieron encerrarse y buscar resguardo en una habitación del domicilio porque temieron por su vida.

Pérez estaba alcoholizado (el test arrojó que tenía 2,28 gramos de alcohol en sangre) y en medio del cruce de palabras desenfundó un revólver, los amenazó con matarlos y realizó varios disparos. Acorde a un informe oficial, el hecho sucedió alrededor de las 13:15.

Los efectivos que acudieron al pedido de auxilio indicaron que escucharon gritos desde el interior de la casa y que a los pocos segundos salió un hombre ofuscado, quien sin mediar palabra intentó agredir a los policías, aunque lograron reducirlo y esposarlo.

Luego salió su hijo, quien se identificó como José Antonio Pérez. Refirió que habían discutido y que su padre sacó el arma y comenzó a propinarles amenazas. Cuando escuchó llegar a la Policía, declaró, se metió en su dormitorio y después salió sin el arma. Los efectivos la encontraron escondida debajo de un colchón. Era un revólver calibre 22.

Pérez fue conducido a una audiencia de formulación de cargos donde el fiscal de Instrucción 3, Esteban Roche, lo imputó por “Uso, abuso y tenencia de arma de fuego, amenazas y resistencia a la autoridad en concurso ideal".

Por sus antecedentes, y teniendo en cuenta que podría causar un entorpecimiento en el caso por ser familiar directo del denunciante y por residir en el mismo inmueble, Roche solicitó prisión preventiva por 45 días.

El juez de Garantías 3, Marcos Flores Leyes, escuchó al fiscal y luego hizo lo propio con el acusado, que no declaró y pidió 8 días de prórroga por sugerencia de su defensor. Finalmente, el magistrado le concedió ese pedido.

Pérez y sus antecedentes

El Diario pudo saber que el acusado se desempeñó por 20 años como agente del Servicio Penitenciario, hasta el 22 de febrero de 2004, cuando fue detenido y desafectado de la institución tras matar a Jorge Alberto “El Pistón” Coria de dos disparos con su arma reglamentaria.

Pero su prontuario comienza mucho antes, el 13 de marzo de 1986, cuando fue imputado por “Lesiones graves” a raíz de un disturbio en el que habría golpeado ferozmente a otro hombre. A mediados de 1992, esa causa fue archivada.

El 16 de abril de 2002 fue acusado por “Abuso de arma y lesiones”. Lo llamativo de ese hecho, del que no hay registros, es que jamás tuvo una resolución judicial.

Dos años más tarde, Pérez fue a la cárcel por el homicidio de Coria. Tras pasar un año con prisión preventiva llegó al debate oral con un pedido de pena a 17 años de cárcel. Para Elizabeth Chávez, en ese entonces fiscal de Cámara, el hombre actuó bajo los efectos del alcohol y en “actitud de cuasiensañamiento puesta en evidencia en la cantidad de disparos que realizó. Abusó de su condición de agente y autoridad que tenía por portar su arma”.

La Cámara del Crimen lo condenó a 4 años y 6 meses, y consideró que Pérez “se excedió en legítima defensa”, ya que durante las audiencias previas a la resolución su defensa planteó que se defendió de Coria, quien tiempo antes “le había robado y golpeado a su padre”.

El 1° de febrero de 2008 purgó esa condena y recuperó la libertad, pero en 2017 lo detuvieron de nuevo. Fue denunciado por una mujer por “Tenencia ilegal de arma de fuego”. Por esa imputación, la defensa de Pérez planteó una suspensión de juicio a prueba y en 2019 quedó extinta, previo a haber cumplido requisitos impuestos por la justicia.

Redacción/MGE